Crimea y Rusia ultiman el referéndum y el plan de anexión
- Las autoridades de la región autónoma cancelan los vuelos con Ucrania
- Moscú prepara leyes para integrar al territorio tras la consulta del domingo
Crimea ha blindado su territorio de cara al referéndum del próximo domingo sobre la reunificación con Rusia y ha anunciado planes para la transición tras su secesión de Ucrania, al igual que en Moscú se prepara su anexión.
Por su parte, las nuevas autoridades de Ucrania han declarado que no planean enviar tropas a la península y todo ello mientras las potencias occidentales renuevas sus amenazas de sanciones a Moscú si no abandona este plan y reforzando su relación con el nuevo régimen de Kiev.
La región autonóma, con mayoría de población de origen ruso y sede de las principales bases rusas en el Mar Negro, ha sido tomada por fuerzas prorrusas en respuesta al cambio de poder en Kiev, considerado ilegítimo por el Kremlin.
Este miércoles, Crimea ha cerrado su espacio aéreo para todos los vuelos comerciales procedentes del resto de Ucrania hasta la próxima semana, lo que ha provocado el malestar de la compañía de bandera ucraniana AIU.
Guerra mediática y traspaso de empresas públicas
Las acciones del Gobierno prorruso de Crimea muestran su determinación de no dejar ningún cabo suelto para evitar posibles focos de resistencia ucraniana en la península, según Efe.
A cuatro días del referéndum, Kiev y Crimea han dado una nueva vuelta de tuerca a la guerra informativa que mantienen tanto para inclinar a los votantes de la autonomía hacia una de las opciones como para legitimar sus acciones entre su propia población.
El Consejo Nacional para la Televisión y Radiodifusión ucraniano prohibió el martes a los proveedores locales de televisión por satélite la retransmisión de cinco canales rusos. Poco antes, el Gobierno crimeo que preside Serguéi Axiónov hizo lo mismo con casi todos los canales ucranianos en medio de acusaciones cruzadas de manipulación, añade Efe.
Por otra parte, el gobierno de Crimea ya diseña el futuro de su república autónoma integrada en la Federación Rusa. El viceprimer ministro, Rustam Temirgaliev, ha anunciado que las empresas estatales ucranianas ubicadas en su territorio pasarán a pertenecer a Crimea, entre ellas los ferrocarriles y las plataformas petrolíferas instaladas en sus costas, y lo mismo ocurrirá con las propiedades de los ministerios y entidades públicas.
Mensajes del Kremlin a los tártaros
Mientras, Ucrania parece resignada a perder Crimea. El Ministerio de Asuntos Exteriores ucraniano ha entregado al embajador de Rusia en Kiev una nota de protesta por el apoyo de Moscú a la declaración de independencia adoptada ya por el Parlamento de Crimea. Mientras, el presidente interino de Ucrania, Alexandr Turchínov, ha asegurado que no ordenará el envío de tropas a Crimea, argumentando que no puede dejar desprotegida la frontera oriental del país, donde linda con Rusia.
Los crimeos han sido convocados a las urnas el domingo 16 para contestar a dos preguntas: "¿Está usted a favor de la reunificación de Crimea con Rusia como sujeto de la Federación Rusa?" y "¿Está usted a favor de que se vuelva a poner en vigor la Constitución de Crimea de 1992 y del estatus de Crimea como parte de Ucrania?".
En Crimea, península bañada por el mar Negro, vive casi un 60% de persona de origen ruso, un 25% de ucranianos y un 12% de tártaros. En general, estos dos últimos grupos rechazan la secesión.
Precisamente, este miércoles las agencias rusas han informado de que el presidente ruso, Vladimir Putin, ha conversado con el líder de la comunidad tártara en Crimea. No ha trascendido el contenido de la entrevista, pero es probable que el jefe del Kremlin haya trasladado el mensaje del presidente de la Duma, Serguéi Narishkin, según el cual los diputados rusos garantizarán los derechos de la minoría tártara en caso de anexión.
Crimea perteneció administrativamente a Rusia hasta 1954, año en que el entonces líder soviético, el ucraniano Nikita Jrushov, la traspasó a la jurisdicción de Ucrania. Los tártaros de Crimea, pueblo autóctono de la península, fueron deportados en masa a Asia Central en 1944 por orden del dictador soviético Iósif Stalin, quien los acusó de colaborar con los invasores de la Alemania nazi. Tras el proceso de cambio iniciado en la Unión Soviética a mediados de la década de 1980 por Mijaíl Gorbachov, cerca de un cuarto de millón de tártaros han regresado a Crimea.
La Duma prepara la anexión
En Moscú, las instituciones preparan a toda máquina el terreno para la incorporación de la Crimea como su entidad federada número 84. "La decisión sobre la entrada de Crimea en Rusia ya ha sido tomada en el Kremlin al más alto nivel", ha informado el portal digital Gazetu.ru, que cita una fuente próxima a la presidencia rusa.
El Parlamento ruso tiene previsto estudiar un proyecto de ley para permitir la adhesión de Crimea, aunque sin citarla expresamente. El borrador señala que la incorporación de nuevos territorios a la Federación Rusa puede llevarse a cabo después de que la población de éstos manifieste esa voluntad en un referéndum.
Ese mecanismo, según la iniciativa, sería utilizado en caso de que en el Estado extranjero al que pertenezca dado territorio no exista un Gobierno soberano eficaz, que defienda y observe los derechos y libertades de los ciudadanos, como sostiene Moscú que es el caso de Ucrania tras la destitución del presidente Víktor Yanukóvich, fugado a Rusia tras tres meses de protestas y violentos disturbios.