Al menos dos muertos en cargas policiales contra asistentes a un entierro en Estambul
- Berkin Elvan murió este martes, tras nueve meses en coma
- Es la octava víctima de las protestas antigubernamentales en el parque Gezi
- Al menos un policía y un manifestante han muerto durante la jornada
Los agentes antidisturbios turcos han cargado este miércoles en Estambul contra miles de personas que asistían al cortejo fúnebre por el entierro de Berkin Elvan, un adolescente fallecido este martes, tras nueve meses en coma como consecuencia de un supuesto disparo policial, que se ha convertido ya en un símbolo de las protestas contra las políticas del Gobierno de Turquía. Un mandatario oficial ha confirmado la muerte de un manifestante y un policía ha perdido la vida según informan nedios locales.
La carga policial, con cañones de agua a presión y gases lacrimógenos, y que ha podido verse en directo a través de la cadena Halk TV, se produjo poco después del entierro de Elvan, víctima de un disparo cuando salía de su casa durante las protestas sociales del parque Gezi del pasado mes de junio.
La policía turca ha cargado con gran dureza contra las decenas de miles de personas congregadas en el barrio de Osmanbey, atrapadas entre numerosos dispositivos policiales, según han relatado testigos a Efe.
Al mismo tiempo, los agentes han obligado a evacuar la céntrica plaza de Taksim, que iba a ser el destino final de los manifestantes, y rodearon la plaza con un fuerte dispositivo policial.
La cercana vía comercial Istiklal también está paralizada y siguen produciéndose escaramuzas entre los agentes antidisturbios y grupos de manifestantes.
Emisoras locales han informado de que ha muerto un agente de la policía, de 30 años de edad, durante la represión de una manifestación a causa de un infartoproducido por la inhalación de los gases lacrimógenos usados por las fuerzas del orden para dispersar a los manifestantes en el centro de la ciudad de Tunceli. Por su parte, un mandatario local del partido gobernante, AK, ha confirmado la muerte de un manifestante por una herida en la cabeza en medio de las protestas.
Símbolo de las protestas antigubernamentales
La intervención policial vino después de que decenas de miles de personas recorrieran de forma pacífica varios barrios de Estambul para dar el último adiós a Elvan, convertido también en un símbolo de la impunidad policial en Turquía.
La figura del niño muerto por la policía ha logrado aglutinar a cientos de miles de turcos, precisamente porque fue una víctima que ni siquiera estaba involucrado en las protestas, explicó a Efe la publicista Pinar Yasar, que participaba en la marcha.
Numerosos manifestantes mostraron su intención de marchar hacia Taksim tras el entierro, pese a que desde las grandes protestas del verano pasado, la policía no ha vuelto a permitir actos políticos de ningún tipo en la plaza. "Iremos: no pensamos esperar que la policía nos dé permiso", ha asegurado a Efe una participante.
La víctima más joven de las protestas
Finalmente, decenas de miles de personas de toda Turquía han acudido en Estambul al entierro de Berkin Elvan, la víctima más joven de las protestas sociales del parque Gezi, fallecido el martes a los 15 años de edad tras nueve meses de coma.
Al mismo tiempo, en el resto del país salieron cientos de miles de personas a las calles para expresar su solidaridad con la familia y su malestar con el Gobierno, informaron las emisoras locales.
"Hemos enviado a Berkin a la eternidad. Mi Berkin se ha ido, pero ahora tengo a millones de Berkin", ha declarado ante la multitud en Estambul el padre del joven, quien se ha convertido en todo un símbolo de la resistencia contra Erdogan, al que sus críticos acusan de corrupto y poco dialogante, para no decir autoritario.
El 16 de junio de 2013 un bote de gas, supuestamente disparado por la policía turca, golpeó la cabeza de Berkin cuando salía de su casa para comprar una barra de pan. Tras pasar nueve meses en coma, el joven pesaba al morir solo 16 kilos, frente a los 46 kilos que tenía antes del incidente.
Momento crítico para el presidente
Las manifestaciones añaden tensión al ambiente de Turquía, ya muy polarizado a dos semanas de las elecciones municipales del 30 de marzo y con los políticos inmersos en plena campaña.
El primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, pasa por un difícil momento después de que un escándalo de corrupción salpicase el pasado diciembre a su círculo más próximo y cuatro de sus ministros dimitieran por ello.
En el último mes, varias grabaciones difundidas en internet con una voz que se atribuye a Erdogan lo vincula a varios delitos de corrupción que en días pasados sacaron a miles de personas a la calle pidiendo su dimisión.