Los malasios se encomiendan a los rituales de magia para buscar pistas del avión desaparecido
- Los chamanes celebran ceremonias en el aeropuerto de Kuala Lumpur
- Con influencias hindú y budistas, los "bomoh" convocan a espíritus
- Una parte de la sociedad malaya aún les confía sus problemas personales
Ibrahim Mat Zin, famoso "bomoh" o chamán en la tradición de la cultura malaya, pasa muchas horas estos días en el aeropuerto de Kuala Lumpur, desde donde partió hace seis días el avión malasio desaparecido con 239 personas a bordo.
Ante la falta de noticias, los malasios celebran ceremonias tradicionales y ritos de magia para ayudar a localizarel aparato.
"El propósito de estos ritos es debilitar a los malos espíritus de forma que los equipos de rescate puedan encontrar el avión si se ha estrellado", ha afirmado el hechicero, según el diario local Malaysia Today.
Desde el lunes Ibrahim solemniza estos cultos asistido por varios ayudantes sobre una alfombra, con varios cocos, una cesta de mimbre y una varita mágica en el aeropuerto de la capital malasia. Y dice que seguirá allí con sus sus plegarias y rituales mientras no se solucione el misterio del avión de Malaysia Airlines.
Los prismáticos de bambú
El chamán, también conocido como el rajá Bomoh Sedunia Vip, ha manifestado a sus fieles que cree que "el avión está aún en el aire o se ha estrellado contra el mar".
El vuelo MH370 despegó de Kuala Lumpur a las 00.41 hora local del sábado 8 de marzo (17.41 hora peninsular del viernes) y tenía previsto aterrizar en Pekín tras seis horas de vuelo, pero desapareció del radar una hora después del despegue.
El Boeing 777-200 llevaba carburante para 7,5 horas de vuelo y transportaba a 227 pasajeros, incluidos siete menores, y 12 tripulantes. La ultima posición de la que se está seguro lo sitúa en el golfo de Tailandia entrando en el espacio aéreo de Vietnam.
Seis días de búsqueda, en la que participan más de una docena de naciones, 43 barcos, 39 aviones y cientos de personas, no han encontrado el aparato, rastro alguno de su paradero o restos.
Lo que no localizan los modernos radares y las numerosos satélites que rastrean la región en busca del Boeing, Ibrahim Mat Zin espera encontrarlo con sus prismáticos de bambú.
Rituales vigilados por la ley islámica
El "bomoh" o "chikun" es un santero que proviene de la ancestral cultura malaya y cuyas funciones sociales son las de curandero, el profundo conocimiento de las hierbas medicinales y el "Tajulmuluk" o la geomancia malaya. En sus ceremonias, con influencias hindú y budistas, los "bomoh" convocan a diferentes espíritus para curar enfermos, llamar a la buena suerte y localizar a personas desaparecidas.
Las prácticas de los "bomoh" se mantuvieron en activo en Malasia, durante siglos, incluso después de la llegada del islam y en la actualidad, una parte de la sociedad malaya aún les confía todo tipo de problemas personales en busca de ayuda.
El rajá Bomoh, que lleva más de 50 años en activo, está en el punto de mira del Departamento de Asuntos Religiosos.
"Cualquiera que atente contra los principios de la sharía o ley islámica, se le pedirá que se vaya y si se niega, será arrestado", ha advertido el director de la oficina de Sepang de este departamento, Zaifulah Jaafar Shidek, según el diario local The Star. "Esto se hace para evitar que las personas se desvíen del camino", ha añadido Zaifulah.