La tensión entre Israel y la Yihad Islámica se atempera tras la mediación de Egipto
- La milicia islamista hace una demostración de fuerza en Gaza
- Los debates internos en Palestina e Israel lastran el proceso de paz
La espiral de violencia entre Israel y Gaza se ha reducido gracias en parte a los esfuerzos de mediación de Egipto, que ha logrado una tregua entre el Estado hebreo y la Yihad Islámica, una organización islamista que apuesta por la lucha armada.
En un comunicado remitido a la prensa, Jaled al Batsh, uno de los principales líderes del citado grupo islamista radical, ha señalado que la intervención de El Cairo ha sido fundamental para frenar una escalada de las hostilidades, sin parangón desde la operación israelí sobre Gaza Pilar Defensivo en noviembre de 2012.
El martes, Israel mató a tres miembros de la Yihad Islámica en Gaza cuando al parecer se disponían a lanzar cohetes contra su territorio; la milicia palestina respondió con una lluvia de proyectiles e Israel con un bombardeo sobre la Franja el miércoles, aunque en ninguno de estos casos se produjeron víctimas.
Mensaje interno en Gaza
Expertos y periodistas en la zona argumentaban este jueves que una nueva espiral de violencia no interesaba a ninguna de las partes, y que todo apuntaba a un intento por parte de la Yihad Islámica de demostrar la pérdida de fuerza paulatina que parece atisbarse en Hamás, la rama en Gaza de los Hermanos Musulmanes, que gobierna la Franja desde 2007.
Para la Yihad, lanzar cohetes es "un medio excelente para avergonzar a Hamás, con el fin de demostrar que ellos definen la agenda (política) en Gaza mientras Hamás ha abandonado la yihad y la resistencia (armada) en busca del poder (político)", ha comentado el experto israelí en asuntos árabes y de Oriente Medio, Avi Issajarov, en declaraciones recogidas por Efe.
Organización mucho más pequeña, versátil e ideológica que Hamás, y sobre todo sin responsabilidad de gobierno, parece que la Yihad trata de reavivar la lucha armada y "se esfuerza mucho para arrastrar (a ambas partes) a un nuevo conflicto", escudándose en esta ocasión en la venganza por la muerte de tres de sus hombres el martes.
Así lo insinuó el portavoz de su brazo armado, Abu Ahmed, quien el miércoles, en medio de los ataques, dijo que su grupo se estaba "replanteando el acuerdo de alto el fuego" y que en su opinión "éste no durará mucho", recuerda Efe. También hay que tener en cuenta las dificultades por las que atraviesan los Hermanos Musulmanes, perseguidos en Egipto tras su breve paso por el poder que acabó en julio del año pasado.
Debate en el Gobierno israelí
En este ambiente de confrontación, el Consejo de Seguridad del Gobierno israelí celebró una reunión extraordinaria para evaluar la situación y valorar las diferentes vías de respuesta al disparo de cohetes desde Gaza.
Según diversas fuentes, parece que de momento prima la opinión de aquellos que optan por una respuesta gradual que sirva para castigar y mostrar la determinación de Israel, por encima de quienes, como el ministro de Asuntos Exteriores, Avigdor Lieberman, proponen una operación de gran envergadura contra la Franja.
Los primeros creen que una represalia similar a la de noviembre de 2012 obligaría a Hamás a abandonar la contención y a prestar su apoyo a los grupos más radicales para no perder el control que todavía tiene sobre la Franja.
"La escalada está en las manos de Israel, más que en las de Hamás o la Yihad", afirmaba en este sentido, en declaraciones a los medios en la franja, Mekhemer Abu Seda, profesor de la Universidad A-Azhar de Gaza, que cree que los 30 ataques aéreos son suficientes para Israel como represalia a los cohetes disparados. Netanyahu debe decidir ahora "si quiere más violencia o seguir el toma y daca habitual con las milicias", ha subrayado el académico, según Efe.
El primer ministro también parece favorable a cierta contención, aunque sin cerrar la puerta a una represalia mayor si los ataques continúan. "Nuestra política en el sur es clara. Atacaremos a cualquiera que intente atacarnos. Y responderemos muy duro a cualquier ataque", ha dicho esta mañana.
"No hemos conseguido calma en el sur durante estos años para nada", ha recalcado durante una visita a una farmacéutica acompañado por el primer ministro británico, David Cameron, quien ha visto como las hostilidades han alterado su primer viaje oficial a Israel y Palestina.
Abás condena los ataques de los dos bandos
Tras la visita, el mandatario europeo se trasladó a la ciudad de Belén, en la Cisjordania ocupada, donde comentó la situación y el desarrollo del proceso de paz con el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abás.
Abás aprovechó la ocasión para condenar el lanzamiento de cohetes contra Israel, pero también las acciones del Ejército israelí, que el miércoles bombardeó 29 posiciones en la Franja en respuesta al desafío de la Yihad.
"En estos días se han producido tres asesinatos a sangre fría en Cisjordania y tres en Gaza y no hemos escuchado ni una sola disculpa de Israel. "Condenamos la agresión militar y los ataques israelíes al igual que el lanzamiento de cohetes", ha subrayado.
"Continuaremos nuestros esfuerzos para alcanzar una solución política y la paz en nuestra región", concluyó antes de internarse en una explicación más prolija del desarrollo y los obstáculos del actual proceso de paz que, tutelado por Estados Unidos, apenas logra avanzar desde hace semanas.