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Fernando León de Aranoa inicia el rodaje de 'A perfect day', con Benicio del Toro y Tim Robbins

  • Una historia de cooperantes internacionales entre el humor y el drama
  • El proyecto cuenta con la participación de TVE
  • El rodaje se inicia el 17 de marzo en Granada

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De izquierda a derecha: Tim Robbins, Mélanie Thierry, Fernando León de Aranoa, Olga Kurylenko, Benicio del Toro y Fedja Staukan.
De izquierda a derecha: Tim Robbins, Mélanie Thierry, Fernando León de Aranoa, Olga Kurylenko, Benicio del Toro y Fedja Staukan.

Cuatro años después de su última película Amador León de Aranoa da un salto hacia delante en su carrera con A perfect day, su proyecto con mayor vocación internacional que cuenta con la participación de TVE. Acompañado de sus actores, con Benicio del Toro y Tim Robbins a la cabeza, el director madrileño ha presentado en Madrid el inicio del rodaje que comienza el próximo 17 de marzo en Granada.

El director de Los lunes al sol, contará esta vez con un reparto internacional en el que también aparecen Mélanie Thierry, Olga Kurylenko, Fedja Stukant y Eldar ResidovicA perfect day cuenta la historia de un grupo de cooperantes trata de sacar un cadáver de un pozo en una zona de conflicto. Alguien lo ha tirado dentro para corromper el agua y dejar sin abastecimiento a las poblaciones cercanas. Pero la tarea más simple se convierte aquí en una misión imposible, en la que el verdadero enemigo quizá sea la irracionalidad. Los cooperantes recorren el delirante paisaje bélico tratando de resolver la situación, como cobayas en un laberinto.

El guión está basado en la novela Dejarse llover, de Paula Farias, escritora y médico que trabaja en emergencias humanitarias para Médicos Sin Fronteras desde 1999. El director se ha servido también de su propia experiencia como documentalista junto a cooperantes en zonas de conflicto.

“Como ellos, esta película utiliza el humor como forma de distanciamiento: las mejores ocurrencias, el humor más salvaje y despiadado, el más desesperado, se escucha a menudo en el centro mismo de la tragedia. Porque no hay otro lugar en el mundo donde sea más necesario”, explica Fernando León de Aranoa. “Rápida, directa, sin delicadeza, en permanente cuenta atrás, esta película no encuentra tiempo para circunloquios. Como los coches en el barro, como los camiones de El salario del miedo, como los cooperantes en el terreno. Vibrante, luminosa, irreflexiva, malencarada y soñadora, desesperada, divertida pese a todo… así imagino yo esta película.”