Gómez Bermúdez: "No tengo ninguna duda de la autoría del 11M"
- "La verdad se sabe en un porcentaje altísimo, mayor que en otros atentados"
- Bermúdez ha pedido a los políticos que manden un mensaje claro
- Ha destacado la necesidad de articular otros medios de investigación
El juez Javier Gómez Bermúdez, expresidente de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, ha respondido tajante a la pregunta sobre si le queda alguna duda sobre la autoría de los atentados del 11 de marzo de 2014 y ha señalado que “la verdad se sabe en un porcentaje altísimo, mucho mayor que en otros atentados”. Además, el juez ha hecho un llamamiento a los políticos para que manden un mensaje claro sobre el trabajo de la justicia: “Basta ya de ambigüedades, se hizo un buen trabajo”.
“No tengo ninguna duda ni de la autoridad yihadista ni de la autoridad de la cédula concreta que lo cometió”, ha asegurado. En la semana en la que se cumplen 10 años de los trágicos atentados de Madrid, el magistrado ha concedido la que asegura que será su última entrevista en un medio de comunicación sobre este asunto en el programa de TVE ‘El debate de la 1’. En ella, el jurista ha hablado sobre cómo fueron los días del juicio, su relación con los medios de comunicación, las presiones y su concepción de la justicia más de un lustro después de haber dictado condena contra dieciocho personas en relación al suceso.
“La motivación fue destruir la sociedad”
Preguntado acerca de su opinión sobre la hipótesis que plantea el investigador Fernando Reinares en su libro Matadlos! Quién estuvo detrás del 11-M y por qué se atentó en España, Bermúdez ha explicado que ha leído el libro, pero que él no tiene claro que la motivación concreta de los atentados sea la desarticulación de una cédula terrorista.
“Las hipótesis que se están planteando no tienen sentido. Todo el mundo habla de la guerra de Irak como motivación pero, objetivamente, España no estuvo en la guerra sino en la posguerra”, ha aclarado el magistrado. “Todos los terroristas comparten la motivación de destruir la sociedad, nada más”, ha puntualizado.
Del mismo modo, ha explicado no tener base para saber si el atentado se programó por las elecciones del 14 de marzo de 2004, pero sí ha aclarado que su sensación es que no. “Los terroristas simplemente aprovecharon esta circunstancia", ha matizado.
“Todos los atentados son un fallo de seguridad”
Bermúdez, que ha marcado 2001 como un hito histórico para la concepción y la evolución de la legislación sobre violencia terrorista en el mundo, ha explicado que “todos los atentados son un fallo de seguridad”.
“Si hubiéramos tenido los procedimientos y hubiéramos cruzado la información tal vez se podría haber evitado. Pero todos los atentados son un fallo de seguridad”, ha explicado el magistrado que ha señalado que cosas como que se pudieran sacar 200 kilos de dinamita de Asturias en condiciones pedestres fueron un descontrol pero han hecho que la legislación sea hoy más segura.
Sin embargo, aún queda camino por hacer. “Llevamos años fomentando la necesidad de articular otros medios de investigación que no existen como el hackeo de páginas web yihadistas o la creación de la figura del infiltrado virtual ciudadano monitorizado por la policía”, ha explicado. Cuestiones que están desarrolladas en las legislaciones de otros países como Alemania o Estados Unidos.
Asimismo, sobre la figura de los confidentes, ha expresado que “como regla” han de ser considerados delincuentes, porque “su altura moral va en función de lo que les ofrecen a cambio de información”.
“Recibir presiones es algo normal”
Bermúdez, que ha declarado que no se reconoce en algunas de las acciones del juicio, ha reconocido que las presiones son algo normal en un proceso judicial de estas características y llegan de manera sutil.
“No es nada nuevo. Todo asunto judicial que está cerca del poder recibe presiones. No te dicen nada directamente, te sugieren: ‘has caído en que esto es importante’”, ha explicado.
El magistrado, que ha reconocido que su momento más duro fue la declaración del exjefe de la policía Agustín Díaz de Mera, considera que, aunque “objetivamente podríamos pensar que sí”, él no cree que haya pagado ningún precio profesional. “Yo hago lo que tengo que hacer cuando lo tengo que hacer”, ha sentenciado.
“Esta será mi última entrevista sobre el 11M”
“Yo creo que la sociedad está un poco harta, por eso hoy es el último día que hablo de esto”, ha explicado Bermúdez que se ha visto “envuelto en un bola” de entrevistas tras conceder un primer contacto con los medios de comunicación. Además, ha descartado cualquier intención política. “En mi vida participaré en política, sería un político nefasto”, ha asegurado.
Sobre su relación con los medios de comunicación mientras duró el juicio, Bermúdez ha señalado que fue pretendidamente abierta y transparente: “Intentamos que fuese una sala de cristal. Quisimos mantener una relación transparente con los medios. Si querían contrastar algo podían acudir a la única fuente imparcial, el tribunal”.
Del mismo modo, ha valorado la implicación de los medios de comunicación en el caso. “Hay magistrados que deciden aislarse y otros que prefieren conocer lo que se dice en los medios durante el juicio. Yo soy de los segundos”, ha explicado. “Siempre he rechazado el exceso a la hora de sostener hipótesis, pero la indagación es sana para la democracia”, ha concluido.