Interior destituye al hijo de Tejero por celebrar el 23-F con su padre y otros golpistas en un cuartel
- Antonio Tejero Díez es teniente coronel de la Guardia Civil
- A la comida acudió su padre y otras personas cercanas al 23F
- La comida se celebró el pasado 18 de febrero en su acuartelamiento
El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, ha destituido al teniente coronel de la Guardia Civil Antonio Tejero Díez, hijo del golpista Antonio Tejero Molina, como jefe del Grupo de Reserva y Seguridad (GRS), número 1, de Madrid, por haber celebrado una comida con su padre, y con otras personas implicadas en el golpe de Estado del 23-F en su acuartelamiento, en Valdemoro.
Interior señala a través de una nota que "en días pasados, el teniente coronel Tejero Díez mantuvo un almuerzo no autorizado en su acuartelamiento de Valdemoro (Madrid) con diversas personas implicadas en el intento de Golpe de Estado del 23-F".
En este almuerzo se conmemoró el 33 aniversario del intento del golpe, según han precisado fuentes de Interior recogidas por Efe.
Sin destino provisionalmente
Sin embargo, fuentes de la Guardia Civil han indicado a Efe que, de momento, no se sabe exactamente si la comida, que consistió en una paella, se celebró para conmemorar el 23-F ni se conoce de qué hablaron en ella.
Lo cierto es que se desarrolló en unas instalaciones del grupo que Tejero dirige y sin autorización previa, por lo que igualmente hubiera sido sancionado.
La decisión de Interior supone que Tejero Díez, que desempeñaba un cargo de designación personal, ha perdido la confianza de la dirección del Instituto Armado y ha sido destituido en espera de un nuevo destino, según han explicado fuentes de la Guardia Civil.
Implicados en el intento de golpe del 23-F
Otro de los invitados a la comida, que se celebró el pasado día de 18 de febrero fue el ex-capitán Jesús Muñecas Aguilar, también condenado a cinco años por el golpe.
Jesús Muñecas está reclamado por la juez argentina Martía Servini de Cubría junto al exinspector Antonio González Pacheco, alias Billy el Niño. En su caso se le imputan las torturas que habría sufrido Andoni Arrizabalaga, que fue arrestado el 18 de agosto de 1968 y permaneció incomunicado en el cuartel de la Guardia Civil de Zarautz (Guipúzcoa) durante 22 días.
El juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz decretó el pasado 5 de diciembre su prohibición de salir de España mientras se tramita la extradición, que será resuelta por la Sala de lo Penal y sobre la que aún no se ha pronunciado la Fiscalía.
Durante su comparecencia, Muñecas negó los hechos que se le atribuyen y declaró que los únicos delitos que ha cometido están relacionados con su participación en el golpe de Estado del 23-F, por el que fue condenado a cinco años de cárcel.
El teniente Antonio Tejero Molina, la cara más visible del golpe de Estado del 23-F, fue condenado a 30 años de prisión por un delito de rebelión militar.
Su hermano asegura que no celebraron el 23-F
Un hermano del teniente coronel cesado, Ramón Tejero, ha asegurado a Efe que se trató de "una comida de amistad" y que "no se celebró el 23-F". "El cese de mi hermano lo atribuyo a una falta de vergüenza del director general de la Guardia Civil y del ministro del Interior", ha dicho Ramón Tejero, que ejerce de párroco en Mijas-Costa (Málaga).
"Es una vergüenza que haya etarras en la calle siendo aplaudidos, que han asesinado a personas inocentes, y que unas personas que han sido juzgadas y han cumplido con su condena, no puedan comer juntos en privado. Eso es una vergüenza", ha insistido.
Ramón, que es el quinto de los seis hijos del exteniente coronel condenado por el asalto al Congreso, ha explicado que su hermano, se limitó a celebrar una comida "de amistad" con su padre y coroneles retirados de la Guardia Civil que fueron condenados por el 23F, pero que nunca fueron expulsados del cuerpo.
"Me parece una verdadera vergüenza que mi hermano, que vive en el centro como todos los guardias civiles, no pueda comer con los amigos de toda su vida", ha dicho Ramón Tejero.
Según el hijo sacerdote del ex teniente coronel, la comida era "con personas que fueron condenadas por el 23F, pero que no fueron expulsadas de la carrera, sino que llegaron a coroneles y están retirados; es decir, es un vergüenza no poder comer ni con su padre ni con coroneles retirados de la Guardia Civil".