Álex Pina hace reír en el Festival de Málaga con su debut, 'Kamikaze'

• Álex García interpreta a un joven y desgraciado terrorista caucásico
• Verónica Echegui, Carmen Machi y Héctor Alterio, completan el reparto
• Maribel Verdú recibe el homenaje a su carrera con el Premio Málaga

El director Alex Pina y los actores Álex García y Leticia Dolera, posan hoy en el Teatro Cervantes durante la presentación de la película "Kamikaze" en la sección oficial del decimoséptimo Festival de Cine Español de Málaga.

El guionista y productor Álex Pina ha explicado que Kamikaze, su debut en la dirección con la que compite en el XVII Festival de Cine de Málaga, es una comedia "singular" y "peregrina" que habla de las segundas oportunidades en un "híbrido" de estilos que, sobre todo, resulta desternillante.

"En realidad trata de la no claudicación, es un canto a la vida; es la historia de un hombre desesperado que, por culpa de un temporal, se ve obligado a convivir con sus víctimas, una premisa contemporánea que tiene mucho que ver con las noticias", ha comentado Pina en la rueda de prensa de presentación del film.

Un debut con todo lo que no debe tener una primera película, se ríe el director: temporales de nieve, un bebé, un perro, un avión derrapando en pista... que han provocado constantes carcajadas durante su proyección en el teatro Cervantes de la capital malagueña.

Está contada en orden cronológico, en los seis días que necesita un joven y desgraciado terrorista caucásico de la región inventada de Karajistán, invadida y destrozada por los rusos -apunta Pina que los rusos son los malos de la película, pero sin mala intención- para cambiar su destino y empezar de nuevo, en lugar de volar un avión.

La estepa rusa en Huesca

El actor madrileño Álex García, que estuvo meses estudiando el idioma para dar un acento creíble al protagonista, el joven Slatan, asegura que se ha enganchado a ver vídeos en YouTube, donde acaparan todas las entradas "burradas y salvajadas" protagonizadas por rusos. "Por decirlo suavemente, los rusos no me gustan nada, pero después de estar allí les cogí aún más 'distancia' (...) desde mi punto de vista -dice con toda naturalidad- tienen una pedrada".

Explica que, justo antes de empezar a rodar viajó unos días a Georgia para "entender lo que más me costaba: por qué alguien es capaz de hacer lo que hacen los kamikazes".

"Tenía que tomármelo en serio, que este hombre podía matar a todos, y a la vez, mostrar que tiene amor dentro, que es tierno, y darle algo que emocione".

Su pareja en la vida real, Verónica Echegui,  es una de las pasajeras que toman ese avión, y fue "la que más sufrió" la inmersión del actor madrileño en su papel, que llegó a provocar, en una improvisación para probar a su Slatan, que el empleado de un hotel de Madrid llamara a la policía, atemorizado por el joven de acento ruso que le pedía una planta entera para hacer una fiesta.

Vertebrada como thriller, Kamikaze contiene elementos de comedia romántica, y de amistad, con trozos auténticamente dramáticos, para acabar en acción, una cinta hecha "para todos los públicos" que buscó en los confines del mundo un buen lugar para rodar y terminó eligiendo Benasque, en los Pirineos de Huesca, para simular la estepa soviética.

En el reparto, además de Echegui, están Carmen Machi, Iván Massagué, los argentinos Eduardo Blanco y Héctor Alterio y, tocando el violín "de verdad" en una banda de mentira, cuenta Pina, Ara Malikian.

"Contar con él fue porque necesitábamos una banda que fuera como una Torre de Babel", una idea que el coguionista de la película Iván Escobar explica que era necesaria para contrarrestar a Slatan: "Queríamos que viera que sus víctimas eran igual que él".

Una fábula amable

Pina reconoce que pensó en La vida es bella, de Roberto Benigni, y en "muchas películas que tratan dramas de forma amable; pero no frivolizamos con el tema, lo hacemos más digerible, con el ánimo de hacer pensar".

"Queríamos crear una fábula, no hacer una reivindicación social ni una peli árida", apunta Pina, un director "muy apasionado que se entrega en cada plano", según Dolera, graciosísima en su papel de joven recién casada que discute al teléfono únicamente pronunciando tacos.

"Fue muy liberador", se ríe la actriz de REC3 y dice convencida: "en el cine español hay alguien intentado siempre fastidiarme la boda".Y el mensaje, resume la actriz, es que "la vida no siempre sigue el plan previsto y sólo puedes intentar adaptarte y seguir el ritmo de la vida, porque si no, el tren pasa y tu te has quedado solo y amargado".

Maribel Verdú, homenajeada por el festival

Por la noche, el Festival de Cine de Málaga convirtió la gala del Premio Málaga "Sur" en una fiesta familiar para una emocionada Maribel Verdú, que ha roto en trocitos la "chuleta" con la que pensaba agradecer el premio: "Gracias a esta ciudad maravillosa a la que me siento unida",  ha dicho en su lugar.

Tras escuchar los cariños y reconocimientos de sus amigos, que se desplazaron a la capital malagueña para acompañar a la actriz en esta noche especial, Verdú ha decidido "improvisar" y descubrir algunos "secretos", sin perder el sentido del humor que ha guiado la gala de entrega del "premio grande" del Festival: "Tantos años oyendo comentarios sobre mi maternidad (...) pues bien, esta noche os voy a descubrir que tengo una hija", ha comenzado a jugar la actriz.

Pero se refería a Irene Escolar, que ha sido la encargada de entregarle a la madrileña su Biznaga, una "hija que no tiene ningún inconveniente de hija", mientras que de su "hermana mayor" María Barranco, argumentaba que los tenía "todos".

Después ha querido presentar a su "amante", Aitana Sánchez Gijón quien, junto al actor Antonio Molero ha ido desgranando la larga lista de motivos que avalan el premio a su trayectoria profesional.

Verdú ha dado un largo beso en la boca a su amiga, "los de la farándula somos muy cariñosos", ha dicho, tras confirmar que sus parejas "lo saben y lo aceptan".

"Si María es mi hermana mayor, y la culpable de que yo quiera tanto a Málaga, porque toda ella es Málaga, Aitana es mi gemela, mi amante, mi amiga", ha resaltado Verdú.

No faltaron en sus recordatorios de "lo más importante de todos estos años de profesión" los agradecimientos a su representante, Trini Solano, de la que dijo, "hace que todo sea fácil incluso en estos momentos"; a sus amigos de Málaga, a su maquilladora y a su amor. "A Pedro (Larrañaga, su marido), que hace que mi vida sea más grande y que pueda andar por ella con valentía y seguridad que me permite divertir a mis amigos", dijo.