Un drama carcelario y una comedia romántica comparten la jornada en Málaga
- Ana de Armas y Martiño Rivas protagonizan Por un puñado de besos
- 321 días en Michigan pretende romper con los tópicas de cine de cárceles
321 días en Michigan, un drama carcelario que supone el salto al largometraje para Enrique García, y Por un puñado de besos" una comedia romántica con un elenco de jóvenes actores dirigida por David Menkes, y participada por TVE, han sido los títulos presentados hoy en la sección oficial del Festival de Málaga.
Por un puñado de besos, basada en la novela de Jordi Sierra i Fabra Un poco de abril, algo de mayo y todo septiembre, muestra la primera cita de Sol (Ana de Armas), cuyos sueños se quebraron meses atrás, y Dani (Martiño Rivas), que esconde un secreto.
A David Menkes le emocionó la historia al leer el libro, que además le permitía sacar su "lado más romántico", y pretendía alejarse de "convencionalismos" y "tratar la historia de forma vitalista, no entrar en dramas, sino mostrar las ganas de vivir de la protagonista".
Considera que, a lo largo de su filmografía, siempre ha tratado los temas "políticamente incorrectos a través de la comedia", porque considera que es el mejor modo "de hablar al público de temas difíciles".
También ha asegurado que le "encanta" dirigirse al público joven, porque "es muy agradecido, y es mentira lo que se dice que no quiere ir a las salas de cine, si se le da un producto que le llegue y se trata un tema que pueda entender".
Por su parte, la actriz cubana Ana de Armas cree que su personaje "es el más transparente de toda la película, porque desde el primer momento es como si pensara en voz alta, y se nota lo que quiere y lo que espera recibir de la vida".
"Puede parecer una chica extremadamente romántica y quizás hoy en día no es lo que más se ve, pero contamos la historia desde un punto de vista muy positivo y con mucha luz, a partir del momento en que ella acepta su situación y sigue adelante, como ese volver a nacer en el que no hay conflicto dentro de ella, ha sabido perdonar y no tiene rencor", ha agregado la actriz.
Un drama netamente malagueño
Por primera vez en las diecisiete ediciones del certamen, una producción netamente malagueña ha sido incluida en la sección competitiva, y este honor ha correspondido a García, que con la película quería romper los clichés establecidos sobre las cárceles. Un joven y brillante ejecutivo es condenado por un delito financiero y, para evitar esa mancha en su currículum, planea convencer a todo el mundo de que va a estudiar un máster en la Universidad de Michigan (EE.UU), por lo que tiene todo controlado excepto la temporada que va a pasar en prisión.
"Mi primera visita a una cárcel en 2009 me impactó, porque lo había visto siempre como una suma de clichés cinematográficos, de películas americanas y españolas, y encontré algo completamente distinto a mis prejuicios", ha afirmado García.
Su objetivo era "contarle a todo el mundo que la cárcel no es lo que se imaginan, que hay una cotidianeidad que no reflejan nunca ni la prensa ni el cine".
El protagonista es interpretado por Chico García, quien considera que la película está dirigida especialmente "a los familiares de los internos, porque le pone color a los muros de la prisión".
"La cárcel son miradas, hablar con unos internos que te dicen que la cárcel te reinserta y con otros que te dicen que no, y hemos intentado cargar a los personajes de toda esa humanidad que hay dentro de la cárcel", ha añadido el actor.