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Chipre levanta las restricciones a la retirada de dinero en efectivo un año después de su rescate

  • La restricción limitaba a 300 euros diarios el efectivo a particulares
  • Se amplía el límite de control de las transferencias de 20.000 a 50.000 euros
  • La desaparición definitiva de las restricciones se espera el próximo año

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Manifestación contra las medidas de austeridad impuestas por la troika a Chipre frente al Ministerio de Finanzas en Nicosia
Manifestación contra las medidas de austeridad impuestas por la troika a Chipre frente al Ministerio de Finanzas en Nicosia.

El Gobierno de Chipre ha levantado este viernes las restricciones a la retirada de dinero en efectivo que se aplicaba desde hacía un año para evitar la fuga de capitales, después de que los ministros de Finanzas de la zona euro acordaron concederle una ayuda financiera de 10.000 millones de euros.

El Ministerio de Finanzas chipriota ha anunciado que se elimina la prohibición de retirar más de 300 euros diarios en el caso de particulares y de 500 euros en el de empresas.

Estas restricciones formaban parte del amplio paquete de limitaciones a las transacciones financieras, acordado para evitar una fuga de capitales masiva durante la crisis.

Con este vigésimo octavo decreto sobre el control de las transacciones financieras, las restricciones pasan a ser minoría, si bien su desaparición definitiva no se espera hasta el próximo año.

Se amplía el límite para el control de transferencias

Entre las operaciones sujetas todavía a control figuran las transferencias dentro del país, cuyo límite aumenta de 20.000 a 50.000 euros por mes para los particulares. Para las empresas este límite se amplía a 200.000 euros mensuales de los 100.000 en vigor hasta este mismo viernes.

También se mantienen las restricciones para las transferencias al extranjero, de 5.000 euros mensuales para los particulares y de un millón al mes para las empresas.

El nuevo decreto, que se aplica a todas las cuentas independientemente de su divisa, tendrá una duración de 35 días, según se informa en el mismo.

Fuentes del Ministerio indicaron a Efe que, con el decreto aprobado, se ha continuado con el "levantamiento de algunas restricciones importantes para las transacciones en el interior", lo que ha sido posible porque se aplicaron "con puntualidad el memorándum y los requisitos de la hoja de ruta prevista para las restricciones".

"Nuestro objetivo es que se consolide nuevamente la confianza de los ahorradores y de los inversores en el sistema bancario de Chipre", ha explicado un portavoz.

"Tenemos muchísimo camino por delante"

El levantamiento de las restricciones para la retirada de dinero en efectivo supone para muchos chipriotas el regreso a la normalidad, tras un año en el que había que organizar de antemano la economía casera.

"Facilita muchísimo las cosas a la gente. Quiero creer que poco a poco vamos a ir regresando al ritmo normal de nuestras vidas", dijo a Efe la grecochipriota Andri Jaralámbus, una mujer de negocios.

Su marido, Mehmet Birinci, turcochipriota, es más cauteloso a la hora de evaluar la medida: "sí, es un paso positivo pero tenemos muchísimo camino por delante para volver a la normalidad".

Los "grandes riesgos" han quedado "superados"

En una entrevista con Efe este mismo mes, el ministro de Finanzas, Jaris  Yeoryiadis, se mostró "prudentemente optimista" respecto a la evolución  que está teniendo su país, pues pese al shock que supusieron el control  del movimiento de capitales y la dependencia de un rescate de 10.000  millones de euros, el impacto de todas las medidas en la economía ha  sido menor de lo que se temía.

"Los grandes riesgos que hemos afrontado el año pasado han quedado superados", aseguró el ministro chipriota, quien reconoció que, pese a la mejora de los indicadores macroeconómicos, "la situación de la economía chipriota sigue siendo particularmente difícil".

De hecho, la recesión chipriota fue en 2013 menos grave de lo anticipado, del 5,4% frente a la previsión inicial del 8,7 % de la "troika" de acreedores, un consuelo relativo ante cifras tan elevadas.

La pesadilla de los chipriotas comenzó en la noche del 15 y al 16 de marzo de 2013, cuando los ministros de Economía y Finanzas de la zona del euro acordaron conceder a Chipre una ayuda financiera de 10.000 millones de euros, pero a cambio de una quita aplicable a todos los depósitos privados.

La mañana siguiente se aplicaba en Chipre el primer corralito bancario de Europa para evitar una fuga masiva de capitales, que duró hasta el 28 de marzo, una vez los socios del Eurogrupo accedieron a salvaguardar de la quita los depósitos inferiores a 100.000 euros.

A cambio del rescate, Chipre, hasta entonces paraíso financiero, tuvo que hacer una profunda reestructuración bancaria, que llevó a la liquidación de su segunda mayor entidad, el Banco Popular (Laikí), y a la reestructuración de la primera, el Banco de Chipre, con quita de un 47,5 % de los depósitos superiores a 100.000 euros.