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Malala tras recibir el Premio Convivencia: "Las palabras son más poderosas que las pistolas"

  • Los XXII Premios de la Fundación Profesor Manuel Broseta reconoce su labor  
  • Malala sufrió un atentado talibán en Pakistán en 2012

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PREMIOS CONVIVENCIA A MALALA YOUSAFZAI Y PILAR MATEO
La joven paquistaní de 16 años Malala Yousafzai y la investigadora Pilar Mateo posan para los medios gráficos tras recibir el Premio Convivencia otorgado por la Fundación Profesor Manuel Broseta.

La niña Malala Yousafzai, que en octubre de 2012 fue víctima de un atentado terrorista talibán en Pakistán después de luchar por el derecho de las mujeres a ir a la escuela, ha asegurado este sábado tras recibir en Valencia el XXII Premio de Convivencia de la Fundación Profesor Manuel Broseta el valor de la voz para luchar contra el terrorismo y las injusticias, ya que "las palabras son más poderosas que las pistolas".

Así se ha pronunciado Malala durante su discurso de agradecimiento tras recibir este reconocimiento, ex aequo con la doctora Pilar Mateo, quien ha sido galardonada por la aplicación de la investigación en labores de cooperación y ha abogado por pasar de una sociedad de "coexistencia" a otra de "convivencia" que respete y garantice los derechos fundamentales de todos.

El Premio Convivencia se entregó por primera vez en 1993  tras la  constitución de la Fundación Profesor Manuel Broseta, creada  para  impulsar los valores democráticos tras el asesinato del docente  el 15  de enero de 1992 a manos de ETA.

La entrega del premio ha tenido lugar en el Palau de la Generalitat y ha estado presidida por el presidente del Gobierno valenciano, Alberto Fabra; y el presidente del Senado, Pío García-Escudero, quien ha ejercido en esta edición de presidente del jurado. También han asistido otras autoridades como la delegada del Gobierno,   Paula Sánchez de León; la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, o el   expresidente de la Generalitat Eduardo Zaplana.

Premiada por su defensa del derecho de las niñas a la educación

Malala ha sido premiada por su papel en defensa del derecho de las  niñas a la educación, especialmente en su país natal,  una lucha por  la que sufrió un atentado terrorista en 2012 que le causó graves  heridas de las que se recuperó en Inglaterra, aunque hoy en día  continúa bajo amenaza.

En su intervención, la niña, que  tiene ya 16 años, ha  agradecido este reconocimiento en apoyo a su causa, cuya necesidad ha  justificado en el hecho de que aún hoy en día 57 millones de niños y  niñas no tienen acceso a la educación. En este sentido, ha destacado  que la privación de este derecho fundamental no supone solo no poder  ir a la escuela, sino que "priva de aprender otras cosas, como la  igualdad, el respeto a la cultura, a la tradición o a las distintas  religiones".

Si no puedo ir  a la escuela, ¿cómo voy a ser doctora?

Malala ha recordado cómo decidió pelear por la igualdad en la  educación cuando un día le prohibieron ir al colegio. "Si no puedo ir  a la escuela, ¿cómo voy a ser doctora?", se preguntó, para a  continuación decidir entre las dos opciones a su alcance: "guardar  silencio y morir o luchar por nuestros derechos y después morir". 

Así, optó por alzar la voz, que según ha recalcado, "tiene un gran  poder". A su juicio, la lucha contra la injusticia y el terrorismo  debe hacerse por medio de las palabras, que "son más poderosas que  las pistolas".

La joven ha tenido también palabras de reconocimiento para la otra  premiada, la doctora valenciana Pilar Mateo, de quien ha dicho, es  "una gran mujer" y "un ejemplo a seguir".

Pilar Mateo premio por su "generosidad" en la lucha contra enfermedades

Mateo ha sido premiada por su "generosidad" en la aplicación de la  investigación para luchar contra enfermedades endémicas como la  malaria o el mal de Chagas en zonas deprimidas del planeta gracias a  la técnica de microencapsulación polímerica de doble solución, que ha  dado lugar a pinturas insecticidas que cercan el contagio de estas  enfermedades a través de los mosquitos.

Pasar de la coexistencia a la convivencia

La doctora ha abogado en su discurso por pasar de una sociedad de  "coexistencia" a otra de "convivencia" que respete y garantice los  derechos fundamentales de todos y, tras repasar su carrera, ha  alertado de que "reducir la capacidad científica de un país nos  empobrece", del mismo modo que "rechazar el contacto con los  diferentes nos empobrece individualmente".

Mateo ha apelado a la convivencia y a la responsabilidad colectiva  ante el sufrimiento humano, al tiempo que ha recordado que, tal y  como ha señalado el Papa Francisco, la desigualdad y la exclusión  social "dificultan" este camino.

Por su parte, el presidente del jurado en esta edición, Pío  García-Escudero, se ha referido a las premiadas como "dos grandes  referencias universales" y "dos grandes figuras de nuestro tiempo", a  las que ha reconocido su valentía por pertenecer a ese grupo de  personas que "no se resignan" y "se comprometen con determinación a  mejorar el mundo" sin esperar "que otro se haga cargo".

Dos grandes referencias universales

Al respecto, ha resaltado que este camino de no dejarse "arrastrar  por la corriente y ser sujetos pasivos" implica "esfuerzos,  incomodidades y sacrificios", pero al mismo tiempo "nos hace más  libres y más dignos como seres humanos".

García-Escudero destaca de Malala su "mensaje de denuncia ya esperanza"

De Malala, García-Escudero ha destacado su "mensaje de denuncia y  esperanza" en defensa del acceso universal a la educación, mientras  que de Pilar Mateo ha señalado que "además de una gran científica, es  una mujer con gran iniciativa". 

Por su parte, el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, ha  destacado que ambas han conseguido, en ámbitos muy distintos, "abrir  la puerta a la mejora de la calidad de vida en lugares en los que la  desigualdad continúa sigue siendo una realidad cotidiana".

"Esta sociedad se levanta cada día con enorme fuerza gracias a  personas como Pilar Mateo o Malala Yousafzai, que afrontan  individualmente obstáculos y barreras complicadas para perseguir un  bien común", ha indicado.  

En la ceremonia de entrega de los premios ha habido también un  hueco para el recuerdo al recientemente fallecido expresidente del  Gobierno Adolfo Suárez,  que en 1995 recibió el III Premio de  Convivencia.

El presidente de la Fundación Profesor Manuel Broseta, Rafael  Ferrando, ha recordado las palabras de Suárez cuando recogió el  galardón, mientras que García-Escudero ha destacado el compromiso del  expresidente "con la paz y la concordia, su apuesta por el diálogo y  la tolerancia basada en el respeto mutuo", y Alberto Fabra ha  subrayado su papel "decisivo" en la Transición.