¿Por qué las polillas comen ropa del armario?
- Las larvas se alimentan de fibras naturales de animales, como lana o seda
- Las polillas de la ropa huyen de la luz
- Pueden vivir dos años en el armario comiendo ropa
Llega la primavera, suben las temperaturas y es hora de guardar los jerséis de lana, los abrigos gruesos y recuperar las prendas ligeras almacenada en el armario desde el año anterior. En este proceso doméstico colocamos bolitas de antipolillas para evitar que la ropa aparezca agujereada cuando vuelva el frío.
Las larvas de las polillas de la ropa se alimentan de queratina, una proteína estructural producida por los animales, presente en tejidos naturales, como lana, pieles, plumas o seda. Las larvas comen durante un intervalo muy amplio, en función de la humedad, la temperatura y la comida disponible, que oscila entre poco más de un mes hasta dos años. Cuando superan el centímetro de longitud hacen el capullo.
En el capullo se hacen adultas y emergen ya con forma voladora, de 8 milímetros y alas marrón dorado. Con esta forma viven unos tres meses. Son difíciles de ver porque no suelen volar a la luz, prefieren la oscuridad. Cada hembra adulta pone más de 100 huevos, que tardan entre cinco y diez días en eclosionar en verano y un mes en invierno.
Originaria de África, la principal especie de polilla de la ropa, Tineola bisselliella, llegó a Europa a principios del siglo XIX. En el siglo XX empezó a causar estragos en la industria textil y en colecciones de museos. Hoy habita en casi todo el planeta.
Para evitar que las larvas de polilla arruinen nuestra ropa y alfombras conviene guardar la ropa limpia y sin pelos, ya que las larvas prefieren las prendas sin lavar porque contienen restos de sudor, manchas de comidao pelos. Por este motivo cuando atacan muebles, como sillas o sofás, suelen empezar a comer por la zona donde nos sentamos.
Conviene evitar la exposición a los antipolillas
Para ahuyentar a estas pequeñas mariposas de hábitos nocturnos tradicionalmente se usan repelentes procedentes de plantas, como alcanfor (sustancia cerosas del árbol alcanforero) o lavanda seca colocada entre la ropa dentro de pequeños saquitos de tela.
Hoy en día también existen antipolillas industriales, que contienen insecticida que ataca las larvas o impide el desarrollo de los huevos. Se suele presentar en forma de bolas o cajitas que se cuelgan en la barra de los armarios. Al contacto con el aire se transforman en gas, por eso desprenden ese olor tan fuerte y característico.
Hasta hace unos años se usaba naftalina, un neurotóxico que afecta al sistema nervioso central de estos insectos y los mataba. Luego cayó en desuso por su toxicidad y se empezaron a usar paradiclorobenceno y piretroides. En cualquier caso, es importante seguir las instrucciones del fabricante y evitar la exposición continuada y excesiva a los vapores.