Último adiós a Suárez en el funeral de Estado donde se apela a la "concordia" en su recuerdo
- Los reyes han presidido el último homenaje a Suárez en la Almudena
- Gobierno, oposición, González, Aznar y Zapatero asisten al funeral
- Rouco aboga por superar actitudes que "pueden causar" una "guerra civil"
- El presidente de Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang, también ha asistido
Los reyes, acompañados por los príncipes de Asturias, han presidido en la catedral madrileña de la Almudena el funeral de Estado por Adolfo Suárez, al que ha asistido el Gobierno casi al completo, todos los presidentes autonómicos y numerosos representantes extranjeros, ocho días después de la muerte del expresidente.
El jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy, y su esposa, Elvira Fernández, han recibido junto a Adolfo Suárez Illana, hijo del expresidente, a los reyes y a los príncipes a su llegada a la catedral.
Don Juan Carlos y doña Sofía, así como don Felipe y doña Letizia han tenido un saludo afectuoso con el hijo del expresidente del Gobierno antes de dirigirse al lugar en el que les aguardaba el cardenal arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, encargado de oficiar el funeral.
Han asistido familiares y amigos de Suárez junto a los máximos responsables de las principales autoridades del Estado y los expresidentes del Gobierno Felipe González, José María Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero.
También han asistido el líder de la oposición, el socialista Alfredo Pérez Rubalcaba, portavoces parlamentarios, el presidente de la CEOE, Juan Rosell, exministros de los Gobiernos de Suárez y los "padres" de la Constitución Miquel Roca, Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón y José Pedro Pérez Llorca.
Entre los representantes extranjeros destacan un jefe de Estado, el ecuatoguineano Teodoro Obiang, y el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, así como el primer ministro marroquí, Abdelilah Benkirán; los viceprimeros ministros del Reino Unido, Nick Clegg, y de Portugal, Paulo Portas, y el vicepresidente argentino, Amado Boudou.
Rouco pide superar actitudes que "pueden causar una guerra civil"
Todas las autoridades del Estado se han unido a la familia de Adolfo Suárez en un funeral en el que el cardenal Antonio María Rouco Varela ha animado a seguir su ejemplo para garantizar la concordia de los españoles "y sus comunidades históricas" y superar las actitudes que "pueden causar" una guerra civil.
El arzobispo de Madrid ha instado a extraer consecuencias de la vida de Suárez "mirando al bien de España, a su presente y a su futuro", antes de afirmar: "La concordia fue posible con él; ¿Por qué no ha de serlo también ahora y siempre en la vida de los españoles, de sus familias y de sus comunidades históricas?"
"Buscó y practicó tenaz y generosamente la reconciliación en los ámbitos más delicados de la vida política y social de aquella España que, con sus jóvenes, quería superar para siempre la guerra civil: los hechos y las actitudes que la causaron y que la pueden causar", ha continuado el cardenal en su homilía ante el millar de asistentes al funeral de Estado que ha oficiado en la catedral de La Almudena.
La familia de Suárez, unida en el último acto de despedida
La familia del expresidente del Gobierno Adolfo Suárez ha asistido al último acto de la despedida al primer presidente del Gobierno de la actual democracia.
Adolfo Suárez Illana, su esposa, Isabel Flores, y sus dos hijos, Adolfo y Pablo, así como los otros tres hijos del expresidente del Gobierno, Laura, Sonsoles y Javier, y sus parejas, Sergio, Wilson y Tatiana, han asistido a la catedral. El hijo mayor de Suárez Illana ha leido en el funeral oficiado en honor a su abuelo.
Junto a ellos, han estado los dos hijos de la fallecida Marian, Alejandra y Fernando.
Centenares de personas han aguardado este lunes en los aledaños de la catedral de La Almudena de Madrid para asistir al funeral de Estado del expresidente.
Último homenaje al expresidente Suárez
Este ha sido el último homenaje al expresidente. Los restos mortales de Adolfo Suárez, que falleció el día 23 a los 81 años, después de sufrir durante once años los efectos de una enfermedad neurodegenerativa, fueron enterrados el pasado martes en el claustro de la catedral de Ávila, en una tumba con el epitafio "La concordia fue posible".
El féretro llegó a Ávila después de ser despedido con honores de Estado en el Congreso de los Diputados, donde permaneció abierta desde el lunes por la mañana una capilla ardiente en la que los reyes, los príncipes y la infanta Elena rindieron tributo al expresidente del Gobierno y consolaron a su familia. Don Juan Carlos impuso además a Suárez el Collar de Carlos III a título póstumo.