Un ministro alemán compara la anexión de Crimea con la invasión nazi de los Sudetes
- Merkel se desmarca de la declaración de Schäuble y habla con Putin
- Berlín valora la retirada de tropas rusas de la frontera ucraniana
El ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, ha comparado la anexión de Crimea y la justificación del presidente ruso, Vladimir Putin, con la invasión por parte de la Alemania nazi de los Sudetes en 1938. No obstante, Berlín y Moscú han acercado posturas sobre la crisis de Ucrania.
De hecho, la canciller, Angela Merkel, se ha desmarcado de la declaración de su mano derecha en el Gobierno y ha dicho que la actual crisis en Ucrania es un caso “independiente” y poco después ha conversado por teléfono con Putin.
El titular de Finanzas se refería concretamente a la argumentación del gobierno ruso, que justifica la anexión alegando que, después del cambio de régimen en Kiev, tiene que defender la seguridad de las personas de origen ruso que viven en Crimea, es decir, la mayoría de la población.
"Se trata de métodos que ya usó Hitler en los Sudetes", ha dicho este lunes Schäuble, con 16 años de experiencia como ministro. Esta explicación, según el ministro, es similar a la de los nazis en 1938, cuando alegaron que tenían que defender a la población alemana en los Sudetes.
Estados Unidos y la Unión Europea consideran como "ilegal e ilegítima" la anexión rusa de Crimea.
Comparación recurrente
Schäuble ha hecho esa declaración ante cerca de 50 alumnos de colegios berlineses que le formularon preguntas sobre la unidad europea y la crisis del euro. El asunto de Ucrania surgió cuando algunos alumnos quisieron saber si la crisis de Crimea podía reactivar la crisis del euro.
Schäuble ha comentado al respecto que lo fundamental es evitar que Ucrania caiga en la insolvencia, porque "si el Gobierno no puede pagar a las fuerzas del orden entonces algunas bandas armadas tomarán el poder y los rusos dirán esas bandas amenazan la población rusa y utilizarán la situación como una razón para invadir Ucrania".
Moscú no reconoce la legitimidad del nuevo Gobierno ucraniano y recuerda que la destitución del presidente Víktor Yanukóvich en febrero, después de tres meses de protestas, se produjo precisamente por la actuación de grupos armados ultranacionalistas.
Por su parte, la comparación entre Putin y Hitler ha sido habitual entre los partidarios del nuevo régimen ucraniano y ha sido utilizada este mismo día por la líder opositora Yulia Timoshenko en una entrevista con el periódico alemán Frankfurter Allgemeine.
Atención a Transnistria
Pese a esta retórica, el ministro de Exteriores alemán, Frank-Walter Steinmeier, ha dicho que la retirada de tropas rusas de la frontera rusa es un primer y “modesto paso” en la buena dirección. La medida también ha sido saludada por otros países europeos.
Y por la tarde, el Kremlin ha informado de que Putin ha hablado por teléfono con Merkel y han hablado de las necesidad de seguir rebajando la tensión.
Según Moscú, Putin le ha explicado su deseo de una reforma constitucional en Ucrania que desembocara en un Estado federal con amplias competencias para las regiones para proteger los derechos de los ruso-hablantes, que son mayoría en el este y el sur.
Además, han tratado la cuestión de la región del Transnistria, de mayoría rusa e independiente de facto de Moldavia. Moscú pide que se levante el "bloqueo" a este territorio.
Mientras, en París se han reunido el ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, con su homólogo francés, Laurent Fabius. La víspera, el primero mantuvo una entrevista con el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, de la que no salió ningún acuerdo concreto sobre la crisis de Ucrania.
Pese a la falta de un compromiso, tanto Kerry como Lavrov se esforzaron en insistir, por separado, en que la reunión de más de cuatro horas fue franca y constructiva y tendrá continuidad "en breve".