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Amnistía Internacional denuncia los vínculos de la Policía griega con los nazis de Amanecer Dorado

  • "El racismo, el uso excesivo de la fuerza y la impunidad son una plaga"
  • Dice que hay una "necesidad urgente" de investigar estas conductas

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La policía intenta dispersar a los manifestantes que protestaban este martes en Atenas contra los recortes.
La policía intenta dispersar a los manifestantes que protestaban este martes en Atenas contra los recortes.

Amnistía Internacional (AI) revela en un informe publicado este jueves las relaciones entre la Policía griega y el partido neonazi Amanecer Dorado (AD) y denuncia que los agentes violan de manera persistente los derechos humanos de manifestantes e inmigrantes.

"Nuestra investigación muestra que la relación con Amanecer Dorado es solo la punta del iceberg. El racismo, el uso excesivo de la fuerza y la impunidad son una plaga en la Policía griega", afirma AI en un comunicado.

La investigación de la organización no gubernamental, basada en los últimos dos años, revela que hay al menos diez agentes de las fuerzas griegas que mantienen "vínculos directos o indirectos con las actividades delictivas atribuidas a los miembros de Amanecer Dorado". [Ver informe completo en inglés, en pdf].

Además, AI acusa a las autoridades helenas de no obligar a los agentes a rendir cuentas y de eludir investigaciones "exhaustivas e imparciales" sobre las denuncias de las víctimas de estos abusos.

Represión o complicidad

"Hasta ahora los Gobiernos griegos no han reconocido, y mucho menos abordado, estas violaciones de los derechos humanos por parte de la Policía", ha afirmado el director adjunto del programa de Europa y Asia Central de AI, Jezerca Tigani.

"Hay una necesidad urgente (...) de crear un mecanismo independiente de presentación de quejas contra la policía que investigue las denuncias sobre conducta ilícita de sus agentes", ha dicho Tigani.

El informe denuncia también la no intervención de las fuerzas policiales en el asesinato del cantante Pavlos Fyssas, que fue apuñalado en septiembre pasado a manos de un militante neonazi en un barrio de la periferia de Atenas.

Al día siguiente, la policía antidisturbios usó porras y productos químicos para dispersar a los manifestantes que protestaban por ese asesinato al tiempo que grupos ultraderechistas los apedrearon mientras los agentes "observaban la escena sin acudir en su auxilio", señala la ONG.

“Las autoridades han utilizado a la policía como arma de efectos indiscriminados. Con demasiada frecuencia se le ha encomendado que reprima la disidencia y persiga a miembros de grupos vulnerables en lugar de mantener el orden público", continúa el informe.

"Trato brutal" a inmigrantes y refugiados

En este sentido, la organización hace énfasis en el "trato brutal" que reciben inmigrantes y refugiados y relata varios episodios de maltrato perpetrados por estos policías, como el del refugiado sirio K en el centro de detención para inmigrantes de Corinto, en febrero de 2013: “Un policía empezó a darme patadas. Intenté levantarme y me golpeó otra vez. Luego pidió a dos agentes de policía que me llevaran a una sala donde no podían verme otros detenidos. Allí los policías empezaron a darme patadas en el pecho (...) luego un agente me abofeteó y empezó a golpearme en la cara con los puños”.

Más allá, la ONG también denuncia las redadas racistas que lleva a la policía, por las cuales los agentes retuvieron para verificar sus papeles a más de 120.000 ciudadanos por su aspecto en poco más de un año (de las cuales solo el 5% resultaron no tener los documentos en regla).

Asimismo se han documentado crímenes de odio contra miembros de la comunidad romaní y personas lesbianas, gays, bisexuales, transgénero e intersexuales.