Antonio Seijas: "La luz lo es todo"
- Su cómic 'La luz' es una historia familiar a los pies de un faro
- Las cartas del tarot juegan un papel muy importante en la trama
La luz (Edicions de Ponent) es el tercer cómic de Antonio Seijas, un ilustrador sorprendente visual y argumentalmente, que nos fascina con una serie de historias familiares en las que la luz y el color son tan importantes como lo que nos cuentan los personajes.
“La luz –nos comenta Seijas- transcurre durante un reencuentro familiar, a los pies de un faro y en el que unas enigmáticas cartas de tarot cobrarán su importancia. Se cuenta, a grandes rasgos, la historia de un farero, que a pesar de los golpes que la vida le ha dado y de todo lo terrible por lo que ha pasado sigue luchando en busca de su luz”
“La luz, como bien dice Álvaro Pons en el prólogo, la luz lo es todo –asegura Seijas. En esta obra es fundamental, vital. Argumentalmente es el hilo conductor a nivel motivacional de los personajes. Simbólicamente es la chispa que tenemos dentro que nos impulsa en la vida a luchar por lo que queremos y por la gente que queremos”.
“Estilísticamente en mis obras me gusta mucho trabajar los ambientes, no usar el color como un simple relleno, sino lograr que se transmitan atmósferas y sentimientos, que hagan del escenario un personaje más en la trama. En esta historia ese color me ayuda a que la luz lo vaya inundando todo, creciendo en intensidad y contraste según avanza la obra”.
“La luz es un símbolo de esperanza”
Seijas consigue que el faro sea un símbolo poderosísimo desde la portada hasta la última página del libro. “El faro en esta novela gráfica es el aglutinante de todo, de la trama larga y de las pequeñas historias de la baraja. La luz del faro es la guía de la vida del protagonista, pero la luz del faro va girando y puede darnos ese brillo salvador como ofrecernos momentos de terrible oscuridad. Pero sí, a pesar de esa oscuridad, el saber que esa luz permanece ahí aunque no siempre la veamos, debe dar esperanza”.
Una obra en la que los recuerdos también son fundamentales, según su autor: “Los recuerdos son algo a lo que nos agarramos con mucha fuerza a pesar de lo etéreos que son. Tienen exactamente la importancia que queramos darle. Por un lado es lo que nos hace ser conscientes de lo que somos, pero por otro lado hay veces que uno recuerda cosas pero no está seguro de si fueron vivencias, digamos materiales, o si son recuerdos de algo que se soñó”.
“Eso sí, a los sueños les doy mucha importancia, en el sentido de que es algo real que forma parte de nuestra naturaleza, aunque parece que los tenemos apartados como algo ajeno. Los recuerdos son algo muy difuso pero que pueden resultar tan terroríficos como reconfortantes”.
El tarot y el destino
El tarot es otro de los elementos fundamentales de la obra, tanto a nivel argumental como visual: “Las cartas de tarot en esta obra me sirvieron; por un lado para jugar un poco con la narrativa, y por otro para engarzar la composición larga del libro a través de metáforas de la vida de los personajes, esa es su funcionalidad, mostrar alguna arista oculta de la historia o enriquecer los matices de algunos comportamientos o sentimientos. El destino en la obra es fundamental, tanto para lo bueno como para lo malo, es lo que fija la trama de la historia”.
Un destino que depara a los protagonistas dolor y tristeza, algo habitual en la obra de Seijas y cuyo origen no sabe explicar: “No sabría decirlo, soy una persona muy alegre y positiva, pero mis historias muestran otra cara de mí, muy melancólica. Tanto en mi primera obra Un Hombre Feliz como en esta y otras que tengo acabadas o a medio acabar, lo que me sale es contar historias con un fondo melancólico, de tristeza incluso, pero buscando la belleza de esos sentimientos. En esta obra el dolor y la tristeza tienen una fascinante luz de fondo, una luz a la que seguir y agarrarse. La luz de la esperanza que comentábamos”.
Un trabajo de años
Seijas confiesa que crear este cómic ha sido una de las experiencias más difíciles de su carrera artística: “Fue durísimo. Algunas historias cortas, las que aparecen como cartas de tarot, fueron hechas hacia el 2006 o antes, y cuando quise crear la historia larga que sirviese de hilo al cómic, fui incapaz de definir un estilo en el que encontrarle acomodo”.
“Trabajo también haciendo portadas de discos y libros, y me gusta cambiar de estilo, experimentar, darle a cada encargo un espíritu propio, no acomodarme en el estilo que veo que gusta más a la gente. Tengo que sentirlo. Y con esa parte no llegaba a conseguirlo. Además de esta falta de claridad parecía que cada vez que quería avanzar con el proyecto algo me lo impedía, surgía algo que me lo frenaba, otros proyectos, cosas que parecían acabadas y que después requerían cambios grandes, etc. Fue muy frustrante”.
“Pero el año pasado –confiesa Seijas- lo ví todo claro, tanto que más de la mitad del cómic fue hecho en dos semanas; estructura, dibujo, diálogos… además estaba con problemas de salud, pero era en ese momento o nunca, y con sesiones maratonianas de aislamiento, sin descanso y casi puedo decir que en trance, pude sacar la historia desde muy muy adentro. Fue durísimo, física y mentalmente”.
Una imagen inolvidable
La portada y la contraportada también cuentan una historia con dos imágenes poderosísimas, las de una mariposa atraída por la luz del faro que resulta abrasada por el calor. “Hace tiempo –comenta Seijas- hice alguna ilustraciones personales con insectos como protagonistas. En una de ellas había, en otro estilo, una mariposa en un faro”.
“Cuando tuve que pensar una portada me vino esa imagen a la mente, era perfecta a nivel simbólico, una mariposa atraída por la luz, de la que no se puede separar, como el protagonista y su destino. Una mariposa que se agarra como el farero se agarra a cosas y personas de su vida que no puede dejar atrás… cosas que pueden acabar por hacerte daño, por quemarte… pero son tus cosas”.
Por último, el artista nos ha comentado sus proyectos: “Tengo algunos cómics acabados o casi acabados, estoy en proceso de retocar uno de ellos para una posible publicación, además estoy haciendo algún diseño y portadas para discos y acabamos de enviar a imprenta un libro bilingüe castellano-inglés: La Oruga en el Bosque Creciente que estará en la calle en un mes, para el que he ilustrado un maravilloso texto de un grandísimo escritor y amigo como es Ramón Loureiro”.
Un cómic muy especial que resulta “iluminador”.