El Banco Vaticano no cerrará y se adaptará a las "mejores prácticas regulatorias internacionales"
- Lo ha dicho el nuevo ministro de Economía del Vaticano, el cardenal George Pell
- El IOR "proporcionará servicios financieros a la Iglesia Católica en el mundo"
El nuevo ministro de Economía del Vaticano, el cardenal George Pell, ha abogado por el cumplimiento de "las mejores prácticas internacionales" en el ámbito financiero en relación con el Instituto para las Obras de Religión (IOR), conocido como el banco vaticano.
El cardenal Pell, con el cargo de Prefecto, dirige la Secretaría de Economía del Vaticano, un nuevo organismo que el papa Francisco creó el pasado febrero para gestionar todas las actividades económicas y administrativas de la Santa Sede.
Pell ha destacado la importancia de que "el marco regulatorio y legal del Estado de la Ciudad del Vaticano se alinee con las mejores prácticas regulatorias internacionales" en un comunicado en el que la Santa Sede ha anunciado las directrices futuras del IOR.
La misión del banco vaticano será la de servir "con prudencia y proporcionar servicios financieros especializados a la Iglesia Católica en todo el mundo", según el comunicado, en el que la Santa Sede ha informado de la aprobación del papa Francisco de las recomendaciones sobre el futuro del IOR.
La adaptación a las normas internacionales por parte del banco vaticano tendrá que hacerse de manera "sistemáticamente sostenible", precisa la nota oficial.
El banco "ayuda al Santo Padre en su misión como pastor universal"
"Los valiosos servicios que puede ofrecer el Instituto ayudan al Santo Padre en su misión como pastor universal y también a las instituciones y personas que colaboran con él en su ministerio", añade.
Este propósito sobre el futuro del IOR forma parte de la propuesta aprobada por el papa, en la que se "reafirma la importancia de la misión del IOR para el bien de la Iglesia Católica, la Santa Sede y el Estado de la Ciudad del Vaticano".
Con ese fin, se ha anunciado además que el presidente del Consejo de Superintendencia, Ernst von Freyberg, y los gestores del banco vaticano "finalizarán su plan para garantizar que el IOR pueda cumplir con su misión como parte de las nuevas estructuras financieras" de la Santa Sede. Este plan, se añade en la nota, será presentado al Consejo de Cardenales y al Consejo de Economía.
Además, el comunicado informa que el IOR continuará dependiendo de la Autoridad de Información Financiera (AIF), la "autoridad competente dentro de la Santa Sede y el Estado vaticano".
El banco vaticano obtuvo unos beneficios de 86,6 millones de euros en el año 2012, cuatro veces más que en 2011 cuando ganó 20,3 millones, según el Informe Anual del Instituto para las Obras de Religión que la institución publicó por primera vez en 2013.