Más de 4,4 millones de personas viven solas en España, el 41% de ellas de 65 años o más
- Los hogares más frecuentes son los formados por dos personas (30,5%)
- Le siguen los unipersonales, que representan el 24,2%, según el INE
- Los hogares monoparentales -un adulto con hijos- representan el 9,4%
El número de personas que viven solas en España continúa aumentando y alcanza ya los 4,41 millones, lo que supone el 24,2% de los 18.217.300 hogares que hay en el país. El 40,9% de estos hogares unipersonales está formado por personas de 65 o más años y la mayoría de estos últimos (el 72,5%) está integrado por mujeres.
Son cifras de la Estadística Continua de Hogares que ha difundido este jueves el Instituto Nacional de Estadística (INE) por primera vez y que recoge datos sociales y demográficos hasta 2013 comparados con los del último Censo de Población y Viviendas de 2011.
Respecto a este último año, el número de hogares ha experimentado un ligero crecimiento del 0,7 %, que se traduce en 133.600 nuevos hogares. El tamaño medio continúa descendiendo y se sitúa en 2,53 personas, frente a los 2,58 del último censo.
Los hogares más frecuentes, de dos personas
Los más frecuentes son los hogares formados por dos personas (30,5% de los 18,2 millones que hay en total en España), seguidos de los unipersonales (24,2%), lo que hace que casi el 55% de los hogares españoles estén compuestos por una o dos miembros, informa Efe.
Los hogares con tres personas son el 21,2%, los de cuatro el 18% y los hogares de cinco o más personas constituyen el 6,1% del total.
El núcleo familiar más frecuente es el de una pareja con hijos que conviven en el hogar. Este modelo supone el 34,9% de los hogares, ya sean parejas con un hijo (16,4%), dos (15,3%) y tres o más (3,2%).
Tras las parejas con hijos, están los hogares unipersonales (24,2%) y despúes las parejas sin hijos en casa (21,6%).
Hogares monoparentales
Según las estadísticas difundidas este jueves por el INE, en España hay 1,7 millones de hogares en los que vive una familia monoparental, es decir, un adulto con uno o más hijos. Representan el 9,4% de los hogares y han crecido en 14.400 desde el censo de 2011.
Estas familias están mayoritariamente formadas por una mujer con hijos (1.412.800, el 82,7% del total, frente a 294.900 de padre con hijos). El primer tipo ha crecido en más de 53.000 desde 2011 y el segundo ha disminuido en 40.000.
En el 42,7% de los hogares de madres con hijos la madres está viuda, en un 35,7% está separada o divorciada, en un 12,6% soltera y en el 8% de los casos casada. El 56,4% de los 178.000 hogares de madre soltera con hijos está formado por mujeres de 40 años o más.
Hogares unipersonales
El número de hogares unipersonales ha crecido un 5,2% desde 2011. Actualmente hay 4.412.000 hogares de una sola persona. De ellos, el 40,9% corresponden a personas de 65 años o más y de ellas, un 72,5% están formados por mujeres (1.309.500).
La mayoría de las personas menores de 65 años que vive sola son hombres (1.557.200, el 59,7%). Las mujeres menores de 65 que no conviven con nadie son 1.049.200.
En el 57,8% de los hogares que vive un hombre solo, este está soltero. Mientras que en las casas en los que vive una mujer sola esta suele estar viuda (48,4%).
Por debajo de los 25 años la propensión a vivir solo es solo del 1,3%.
Personas mayores
Cuando solo hablamos de hogares de personas de 65 años o más, la forma de convivencia más común es en pareja sin hijos en el hogar (40,7%), seguida de solas (22,5%) y en pareja con hijos (19,1%)
Entre las personas de 85 años o más la forma más común es vivir solas (352.900 personas, lo que supone un 34%), seguida de con otros parientes que no son su pareja ni hijos.
Emancipación de los más jóvenes
Uno de cada tres jóvenes de entre 25 y 34 años (6.353.800) todavía no se ha independizado. Lo más frecuente, según la nota del INE, es que vivan con sus dos padres o con alguno de ellos (32,8%), en pareja con hijos (28,2%) y en pareja sin hijos (19,2%).
La emancipación es aún menor a edades más tempranas. Uno de cada dos jóvenes de 25 a 29 años sigue viviendo con sus progenitores (48,5%), frente a uno de cada cinco (20,5%) cuando tienen de 30 a 34 años.