El partido opositor gana las elecciones legislativas en Indonesia, según los datos preliminares
- El principal partido opositor, el PDI- P, se ha impuesto con el 20% de los votos
- Se trata de un importante resultado de cara a las presidenciales de julio
Los primeros resultados de las elecciones legislativas en Indonesia dan como vencedor al principal partido opositor, el Partido Democrático Indonesio de Lucha (PDI-P).
Según las estimaciones, el PDI- P ha ganado los comicios con el 20% de los votos. Sin embargo, la victoria se ha visto teñida por la decepción se sus seguidores, debido a que las últimas encuestas otorgaban al partido más de 25% de los votos .
Las elecciones celebradas este miércoles determinan quién puede presentarse a los comicios presidenciales del próximo 9 de julio, ya que sólo los partidos que obtengan más del 20% de los 560 escaños del Parlamento o el 25% de los votos podrán nominar un candidato.
Según estos resultados, el candidato del PDI-P, el gobernador de Yakarta, Joko Widodo, debería de tener que formar un gobierno de coalición.
La jornada ha estado marcada por la normalidad, y el resultado oficial de las elecciones se conocerán el 9 de mayo.
Un total de 185,9 millones de indonesios fueron convocados a las urnas para elegir la Asamblea Nacional (Dewan Perwakilan Rakyat, Cámara Baja, 560 escaños) y el Consejo Representativo Regional (Dewan Perwakilan Daerah, Cámara Alta, 132 escaños).
Además, se decidirán 33 parlamentos provinciales y asambleas locales.
Contracción de la bolsa
Con la coalición gobernante, liderada por el Partido Democrático del actual presidente, Susilo Bambang Yudhoyono, el crecimiento económico en 2013 alcanzó su nivel más bajo en cuatro años ( 5,78 % frente a 6,23 % en 2012), una desaceleración que se debió no solo a factores externos, sino también a la ausencia de reformas, debido, según los economistas, al desacuerdo entre los partidos en el poder.
Tras conocerse los resultados, la bolsa de valores de Yakarta se redujo en más de un 3% debido a que los votos se fragmentaron más de lo esperado, lo que hace temer un punto muerto en la vida política de la primera economía del sudeste asiático.