Francia congela los sueldos de los funcionarios y las pensiones hasta octubre de 2015
- Sí se revalorizarán las pensiones más bajas y las ayudas sociales mínimas
- Manuel Valls ha anunciado la medida al término del Consejo de Ministros
- Forma parte del plan para recortar 50.000 millones de euros hasta 2017
El primer ministro de Francia, Manuel Valls, ha anunciado este miércoles que se congelarán hasta octubre de 2015 los sueldos de funcionarios, las pensiones y las ayudas sociales. Solo se mantendrá la revalorización prevista para las pensiones de jubilación más bajas y las prestaciones mínimas.
En una declaración pública al término del Consejo de Ministros, el nuevo jefe de Gobierno ha explicado que la congelación de las jubilaciones del régimen de base supondrá un ahorro de 1.300 millones de euros, a los que habrá que añadir otros 2.000 millones conseguidos al no revalorizar las pensiones complementarias.
Sobre ayudas sociales como las de apoyo a las familias, el primer ministro ha explicado que la revalorización "excepcional" anunciada dentro del plan de pobreza de 2013 "se retrasará un año", por lo que tampoco se aplicará hasta octubre de 2015.
Valls ha negado en la misma comparecencia que el Ejecutivo haya puesto en cuestión la existencia de un salario mínimo.
Valls: se cumplirán los compromisos de déficit público
Esta medida se inscribe en un programa de reducción del gasto público que pretende recortar 50.000 millones de euros antes de 2017, y con el que Francia -ha asegurado Valls- "cumplirá sus compromisos" de reducción del déficit público marcados por Bruselas.
De ese recorte, 18.000 millones de euros corresponderán a gasto del Estado, 11.000 millones a las corporaciones locales, 10.000 millones a la cobertura médica y otros 11.000 millones a la gestión del sistema social.
Valls ha asegurado que esta medida se justifica por "el contexto excepcional" en el que se encuentra el país y se adopta "no porque nos lo imponga Europa (...) no por cabezonería, no por ortodoxia, sino porque es la base de la credibilidad y de la confianza (...), porque es la base de nuestra soberanía".
"No podemos vivir por encima de nuestras posibilidades", ha subrayado Valls, antes de recordar que el gasto público supone el 57% del producto interior bruto (PIB) y que la deuda pública ha pasado de ser el 50% del PIB en 2002 al 90%, al final del mandato del anterior presidente, Nicolas Sarkozy, en mayo de 2012.