El origen de la acidez de las aguas del río Tinto no son las minas
- La actividad minera no tiene que ver en la acidez del agua
- Los acuíferos con sulfuros metálicos son los responsables
- Es una investigación del Centro de Astrobiología CSIC-INTA
Se lo recomiendo. Si en alguna escapadita acaban a menos de diez leguas de la provincia de Huelva, intenten acercarse a las famosas minas de Riotinto, su museo minero y, ya puestos, dense un paseo en el tren turístico.
Visitarán algunas de las famosas minas a cielo abierto donde no hace mucho se seguía extrayendo diversos metales, especialmente cobre.
El agua del río Tinto, que pasa por el mismo municipio en el que se encuentran las minas, es de color rojizo, muy ácida, y hasta hace poco se pensaba que la actividad minera tuvo mucho que ver en este proceso.
El origen de la acidez de las aguas del río Tinto
El origen de las aguas ácidas del río Tinto se debe fundamentalmente a la interacción de acuíferos subterráneos con distintas unidades geológicas que contienen importantes cantidades de sulfuros metálicos masivos.
Así se ha demostrado a partir de estudios desarrollados dentro del proyecto IPBSL -acrónimo inglés para Detección de Vida bajo la Superficie de la Faja Pirítica Ibérica- por el grupo de investigación del Centro de Astrobiología CSIC-INTA. El resultado ha sido publicado en la revista Earth and Planetary Science Letters.
La Faja pirítica ibérica es una estructura geológica que se extiende por la región suroeste de la península ibérica. Es una zona muy rica en todo tipo de minerales, fundamentalmente pirita.
“Las minas de Huelva crean un paisaje con aspecto extraterrestre“
De hecho, es una zona de explotación minera intensiva desde hace al menos 5.000 años. En la provincia de Huelva existen más de 200 minas, casi todas ellas fuera de explotación. Esta circunstancia ha modificado drásticamente el terreno creando un paisaje con aspecto extraterrestre.
En esta zona nace el río Tinto, un río de aguas teñidas de rojo por la alta concentración de óxidos de hierro, lo que le da su nombre. Estos resultados implican que la actividad minera tiene una influencia muy limitada en la generación de las aguas ácida del río Tinto, en contra de lo actualmente establecido, lo cual tiene implicaciones de indudable interés medioambiental.