Al Asad, fuerte sobre el terreno, se postula para un tercer mandato en Siria
- Aspira a que su dinastía se prolongue durante medio siglo
- Alepo sufre nuevos bombardeos y sangrientos enfrentamientos
El presidente sirio, Bachar al Asad, se ha presentado como candidato a las elecciones presidenciales del próximo 3 de junio, respaldado por los últimos avances del Ejército sobre el terreno en la que denomina "lucha contra el terrorismo" y que es una guerra civil que dura ya tres años.
La candidatura de Al Asad para un tercer mandato no ha sido una sorpresa, ya que miembros de su Gobierno y él mismo lo habían insinuado en los últimos meses. El encargado de anunciarlo ha sido el jefe del Parlamento, Mohamed al Laham, en una sesión transmitida por la televisión oficial.
En un comunicado publicado en la cuenta de Facebook de la Presidencia siria a propósito de las elecciones, Al Asad ha pedido “conciencia nacional” ante todo y se ha congratulado de que por primera vez en la historia reciente del país se presenten más candidatos.
Nacido el 11 de septiembre de 1965, Al Asad, oftalmólogo de profesión, heredó el puesto de presidente de su padre, Hafez al Asad, fallecido el 10 de junio de 2000. Tras la muerte de su progenitor, que estuvo al mando del país durante casi tres décadas, Al Asad fue declarado presidente por el Parlamento tras un referéndum en el que recibió una aprobación del 97% de los sirios. Siete años más tarde, Al Asad renovó su mandato en otro plebiscito en el que obtuvo el 98% de los votos.
La opositora Rima Flihan, dirigente de la principal alianza política de la oposición, la Coalición Nacional Siria (CNFROS), ha deplorado la candidatura de Al Asad porque, en su opinión, acaba con cualquier oportunidad de crear un Gobierno interino de transición entre el régimen y los opositores. "Estas elecciones cierran la puerta a cualquier tipo de negociación", ha zanjado Flihan, quien considera que los próximos comicios "no serán elecciones de verdad" porque las fuerzas del régimen "han destruido" gran parte de Siria.
Alepo, bombardeada
Aun así, Al Asad se presenta a estas elecciones como el protector del pueblo sirio frente a los "terroristas" que amenazan la seguridad y la estabilidad del país. Su principal aval son los últimos avances de las Fuerzas Armadas sobre el terreno en un conflicto que dura ya más de tres años y que ha dejado unos 150.000 muertos.
Recientemente, el Ejército ha recuperado el control de la estratégica región de Al Qalamún, fronteriza con el Líbano, y ha efectuado progresos en la provincia de Alepo, en el norte.
La ciudad de Alepo ha sido en los últimos diez días blanco de los bombardeos del régimen con barriles de explosivos que han causado casi dos centenares de muertos, según activistas.
No obstante, las autoridades denunciaron el domingo la muerte de al menos 24 personas por el impacto de proyectiles de mortero, disparados por "terroristas" --como habitualmente se refiere el régimen a todo tipo de rebeldes armados--, en barrios bajo control gubernamental.
Nuevos requisitos para los aspirantes
Al Asad es el séptimo aspirante que se postula a las elecciones de junio. El resto son poco conocidos: entre ellos, hay un miembro de la oposición tolerada, un exministro, una ingeniera mecánica, un profesor de Derecho, un asesor de organizaciones internacionales y un ingeniero.
Estas serán las primeras elecciones presidenciales en décadas a las que concurre más de un candidato.
La nueva ley electoral, aprobada en marzo, establece que los aspirantes deben tener como mínimo 40 años y la nacionalidad siria, ser hijos de padres sirios, no disponer de antecedentes penales y no estar casados con un extranjero. En este punto surge el interrogante sobre la esposa del mandatario, Asma al Asad, nacida en Londres e hija de padres sirios, aunque no se sabe a ciencia cierta qué nacionalidad mantiene actualmente.
Además, los candidatos deben haber residido en Siria durante diez años consecutivos contando desde la fecha de registro como aspirantes, no pueden tener una segunda nacionalidad y deben obtener el apoyo de 35 diputados del Parlamento nacional.
Estos dos puntos dificultan que concurran a la votación gran parte de los opositores, que están exiliados. La candidaturas aceptadas finalmente y declaradas validas serán anunciadas cinco días después del cierre del plazo de registro, previsto para el 1 de mayo.
El mandato del presidente de Siria dura siete años, por lo que en caso de renovarlo y agotarlo nuevamente, Al Asad mantendría en el poder durante medio siglo a su dinastía, perteneciente a la minoría religiosa alauí (una rama del chiismo).