Expira sin acuerdo el plazo para las negociaciones de paz entre israelíes y palestinos
- Israel suspendió las conversaciones tras el acuerdo entre Al Fatah y Hamas
- Tel Aviv aprobó 14.000 nuevas colonias durante la negociación, según una ONG
Este martes ha expirado oficialmente el plazo de nueve meses iniciado en julio del pasado año bajo patrocinio estadounidense para que israelíes y palestinos negociaran un acuerdo marco que resolviera las cuestiones más importantes en litigio entre las partes. Sin embargo, Israel ya había cancelado las conversaciones tras el acuerdo de unidad alcanzado entre Al Fatah y la organización islamista Hamas el pasado miércoles.
Israelíes y palestinos han fracasado en lograr un entendimiento durante el período establecido. Aunque el fin oficial de dichas negociaciones expira este martes, la semana pasada el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu anunció el fin de las conversaciones, después de que los palestinos firmaran un acuerdo de reconciliación con el movimiento islamista Hamas, considerado una "entidad terrorista" por Israel.
En un comunicado, el líder del equipo negociador palestino, Saeb Erekat, ha asegurado que "todo lo que hizo Israel durante los últimos nueve meses fue sabotear los esfuerzos palestinos e internacionales para lograr la solución de los dos Estados". "Desafortunadamente, Israel nunca dio ninguna oportunidad de éxito a las negociaciones", ha denunciado el negociador palestino, según Efe.
La historia de las negociaciones entre israelíes y palestinos ha sido la de un constante desencuentro. Desde los acuerdos de Oslo I y II, pasando por Camp David o Anapolis, todos los acuerdos quedaron en ‘papel mojado’ y los mismos problemas que los hicieron fracasar aún persisten. En esta ocasión ha sido el segundo intento de la Administración Obama por forzar unas negociaciones que ya se iniciaron con las expectativas muy bajas.
Construcción de 14.000 viviendas
Según Erekat, una de las razones para sostener esta acusación ha sido la expansión de asentamientos en Cisjordania y Jerusalén ocupados, considerado uno de los asuntos clave de las negociaciones, así como el asesinato de palestinos y la demolición de cientos de viviendas.
Según la ONG Shalom Ajshav (Paz Ahora), el Gobierno israelí aprobó la construcción de cerca de 14.000 nuevas viviendas en asentamientos judíos en el territorio ocupado palestino durante el tiempo que se prolongó el proceso negociador con los palestinos.
"Durante los nueve meses de esfuerzos del secretario (de Estado norteamericano John) Kerry en la región, el Gobierno de (Benjamín) Netanyahu promovió planes y ofertas de al menos 13.851 unidades de vivienda en asentamientos (en Cisjordania) y en Jerusalén Este", ha denunciado la ONG israelí "Shalom Ajshav" (Paz Ahora).
Acuerdo con Hamas
Quizá el punto definitivo para el desencuentro llegó tras el acuerdo entre las dos principales facciones palestinas, Al Fatah y Hamas. Desde que en 2007 la organización integrista se hiciera con el control de la Franja de Gaza, los territorios palestinos han sufrido una suerte de bicefalia, pese los intentos de reconciliación: Cisjordania, gobernada por el histórico partido Al Fatah, de ideología secular y nacionalista, y Gaza controlada por Hamas, la rama gazatí de los Hermanos Musulmanes.
El pasado miércoles, tras meses de infructuosos contactos, el movimiento islamista Hamas, que gobierna en Gaza, y el partido nacionalista palestino Al Fatah, presentaron un acuerdo de reconciliación que incluye la convocatoria de elecciones en enero y la formación, antes del 1 de julio, de un gobierno de unidad.
Israel decidió suspender de forma inmediata las negociaciones de paz y el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, afirmó que, si Palestina quiere la paz, el presidente, Mahmud Abás, debe romper ese acuerdo.
En un documento hecho público, Tel Aviv insistió en que el liderazgo palestino se había inclinado hacia el movimiento islamista Hamás, "una organización terrorista que pide la destrucción de Israel" y adelantó que el Ejecutivo israelí responderá a las "medidas unilaterales adoptadas por la Autoridad Palestina" con una serie de sanciones que no especifica.
Sin embargo, el negociador jefe palestino negó la consideración del movimiento islamista Hamas como una "organización terrorista". "Nosotros no vemos a Hamas como organización terrorista. Hamas es un grupo político. Los asentamientos están en tierra palestina, ¿Cómo es posible seguir construyendo en las colonias y estar comprometidos con la solución de dos Estados. La expresión más alta de terrorismo es la ocupación", ha añadido.