Cierran los colegios electorales de Irak en unas legislativas marcadas por la violencia
- Al Maliki llama a votar para desafiar a "los terroristas"
- La participación a mediodía alcanza el 34%
- En las últimas horas han muerto decenas de personas
Los colegios electorales en Irak han cerrado este miércoles tras once horas de votación para elegir a 328 miembros del Parlamento, las terceras elecciones desde la caída de Sadam Husein y las primeras tras la retirada de las tropas estadounidenses. Los comicios han estado marcados por una participación media y la muerte de decenas de personas en distintos ataques contra los centros de votación, pese al amplio dispositivo de seguridad desplegado.
La participación ha alcanzado un 34 % a mediodía, aunque las autoridades han informado de que han tenido que cerrar un total de 39 centros de votación en varias provincias del país por razones de seguridad. Alrededor de 20,5 millones de iraquíes estaban llamados a participar en unos comicios que decidirán la mayoría gubernamental que dirija el país durante los próximos cuatro años.
El primer ministro saliente, el chií Nuri al Maliki, ha votado temprano y ha animado a la participación para "golpear a los terroristas". El primer ministro ha ejercido su derecho en un centro electoral situado en uno de los hoteles de lujo de la fortificada Zona Verde, donde se encuentran las sedes de las instituciones del Estado y de las principales embajadas.
En su opinión, con la cita de este miércoles se demuestra que Irak puede celebrar elecciones "sin que haya ningún soldado extranjero" en su territorio.
Reparto sectario del poder
Al Maliki se ha mostrado seguro de la victoria de su coalición, Estado de Derecho, que parte como favorita. Pero, de no conseguir la mayoría deseada, ha asegurado que "no hay líneas rojas para futuros acuerdos con otros grupos políticos".
El denominado acuerdo de Erbil, firmado en 2012 en esa ciudad septentrional por las coaliciones iraquíes, estipula, entre otras medidas, la división sectaria de las instituciones del Estado, incluido el Ejecutivo, entre representantes de las comunidades chií (mayoritaria), suní y kurda.
Al Maliki es muy criticado por los diputados de la oposición, que le consideran responsable de ahondar la división sectaria, por lo que el periodo post-electoral será complejo. Tras las elecciones generales de 2010, las fuerzas políticas tardaron nueve meses en ponerse de acuerdo para formar gobierno.
Decenas de muertos
Las autoridades de seguridad iraquíes han puesto en marcha un plan especial para proteger la cita electoral de los atentados terroristas, entre cuyas medidas figura la prohibición de la circulación de vehículos en Bagdad y el cierre de los aeropuertos no militares.
Durante las primeras horas de votación, al menos diez personas han muerto por la explosión de varios artefactos cerca de algunos centros de votación, que también han sido atacados con proyectiles, según han informado a Efe fuentes de seguridad.
Más de una decena de personas han muerto por la explosión de varios artefactos cerca de centros de votación, que también fueron atacados con proyectiles, según informaron a Efe fuentes de seguridad.
En la aldea de Al Megdadiya, en la provincia oriental de Diyala, causó la muerte a tres civiles y heridas a siete. Además, dos mujeres han perdido la vida también al explotar otro artefacto cerca de un centro de votación en la zona de Al Dabs, en la provincia de Kirkuk. En Tikrit un suicida se inmoló con un cinturón explosivo en un puesto de seguridad cerca de un colegio de la ciudad de Biyi.
Mientras, en la provincia de Nínive las fuerzas de seguridad lograron abatir a varios atacantes cuando intentaban asaltar un centro de votación en la ciudad de Al Hader y la ciudad de Samarra, en la provincia de Salahedín, y en centros de votación de Diyala, varios proyectiles de mortero han impactado en colegios electorales sin causar víctimas.
Máxima seguridad
Fuerzas iraquíes combaten desde hace cuatro meses a los yihadistas del Ejército Islámico de Irak y el Levante (EIIL) en las ciudades de Ramadi y Faluya, en la provincia de Anbar. Las tropas rodean Faluya mientras sostienen combates callejeros en Ramadi. Hay al menos 420.000 desplazados.
La Comisión Electoral ha reconocido que solo puede llevar adelante el proceso electoral en el 70% de la provincia, sin contar Faluya. También se lucha en zonas rurales alrededor de la capital, Bagdad, donde el Ejército regular, junto con milicías chiíes, combate a los islamistas suníes.
Estas elecciones serán seguidas por 1.057 observadores internacionales, la mayoría de ellos miembros de las delegaciones diplomáticas instaladas en Bagdad, además de 97.939 observadores locales, según datos de la Comisión Electoral.