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Una propuesta para instalar plantas nucleares en mar abierto

  • La idea es que resulten más seguras al estar a salvo de terremotos y tsunamis
  • La abundancia de agua garantizaría el enfriamiento del núcleo con problemas
  • Todavía en fase de "idea" por parte de los ingenieros, no está exento de riesgos

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Recreación de una planta nuclear en alta mar.
Recreación de una planta nuclear en alta mar.

Jacopo Buongiorno es un profesor asociado del Instituto de Tecnología de Massachusetts que ha presentado junto a una empresa especializada una curiosa propuesta ante la Asociación Americana de Ingenieros Mecánicos en un simposio sobre reactores nucleares.

Su idea: crear plantas nucleares que estén instaladas en grandes plataformas en mar abierto, de forma similar a como hoy en día están situadas algunas plataformas petrolíferas y de gas.

Situadas a varios kilómetros de la costa, estas plantas generarían electricidad y la enviarían a través de grandes cables convencionales subacuáticos hasta una estación desde donde se procedería a su distribución, tal y como se hace actualmente con las plantas nucleares convencionales.

Lugares más seguros para las plantas nucleares

Aunque resulte un tanto contrario a la intuición, lo que se busca con esta idea es un lugar más seguro para las plantas nucleares, especialmente tras el desastre de Fukushima acaecido en 2011. Los expertos tratan de sopesar todos los factores en juego: el peligro que hay de sufrir un gran desastre natural como un terremoto o un maremoto con el que pueda haber en el mar abierto por esas u otras causas.

La gente tiende a pensar que sería mejor instalar las plantas en lugares remotos e inaccesibles, donde en caso de grave accidentes pudieran simplemente sellarse y olvidarse.

Pero un factor fundamental de un reactor nuclear es su refrigeración, para lo cual se utiliza el único recurso abundante adecuado para la labor: el agua. Por esto las plantas suelen estar junto al márgenes de ríos o incluso cerca del mar, como en el caso de la de Fukushima.

El mayor problema para una central nuclear es quedarse sin agua o sin energía para mover el agua que necesita para enfriarse.

El problema de Fukushima

El problema en el caso de Fukushima fue que aunque la central soportó adecuadamente el terremoto no sucedió lo mismo con el posterior maremoto, que superó todos los cálculos para los que había sido diseñado, inundando las instalaciones y estropeando los sistemas eléctricos de bombeo de agua.

Pero estos dos problemas no se darían en alta mar: un reactor nuclear situado en una plataforma vería pasar sin más cualquier temblor de tierras o incluso un gran maremoto, puesto que la gran cantidad de agua que hay a su alrededor amortigua el efecto.

Es solo en tierra firme y en las costas donde se aprecian de verdad los movimientos y las grandes olas; una gran plataforma o un barco situados sobre un tsunami tan solo verían elevarse y descender tranquilamente el agua unos pocos metros.

Estando la plataforma en pleno mar, el agua para el enfriamiento del reactor sería abundante, casi infinita. Esto evitaría los problemas de sobrecalentamiento.

Escenarios desastrosos

Pero por otro lado, ¿qué sucedería si hay una gran tormenta? ¿Un tifón? ¿Y si el clima convierte la situación en un escenario desastroso?

Actualmente estos peligros ya se dan en las grandes plataformas petrolíferas y de gas, que han de diseñarse para soportar todo tipo de condiciones adversas.

Aun así algunas se van a pique, literalmente: en 1980 la Alexander L. Kielland se hundió en el Mar del Norte costando la vida a 123 personas; en 2001 la Petrobras 36 brasileña se hundió tras un incendio llevándose 11 vidas y más recientemente en 2010 la Deepwater Horizon se incendió y hundió dos días después, causando otras 11 víctimas.

Por muy bien que se construyan y muy firmes que sean sus cimientos -aquí no condicionados por el fondo marino donde puedan situarse- parece que ese riesgo todavía es real.

En lo que los técnicos suelen llamar "el peor escenario posible" en caso de accidente las plantas nucleares de alta mar "se inundarían de forma controlada" para evitar que se fundieran los núcleos de combustible o que se escapara material radioactivo.

Una situación no exenta de riesgos al igual que tampoco lo está cuando estas grandes "fábricas de energía" se instalan en tierra.