Led Zeppelin, el grupo a medio camino entre el mito y la realidad
- Las acusaciones de magia negra y satanismo persiguieron al grupo
- Las historias sobre sus fiestas corrían como la pólvora entre los groupies
- RTVE.es estrena una versión inédita de "Whole Lotta Love"
¿Era Jimmy Page miembro de una secta satánica? ¿Esconde "Stairway to Heaven" una oración al diablo? ¿Cuánto vodkas bebió John Bonham la noche que murió? Los mitos, historias y leyendas urbanas sobre Led Zeppelin, muchas veces reproducidas en la prensa conservadora de EE.UU. para desprestigiarles, han ido siempre ligadas al grupo e, incluso, han llegado a eclipsar su aportación musical.
A decir verdad, los miembros del grupo no se tomaron nunca demasiadas molestias en desmentirlas, quizá por que aportaban un 'plus' a esa imagen de 'banda peligrosa'. A medio camino entre la verdad y la mentira, muchas de esas historias han sobrevivido al paso de los años.
¿A quién se le ocurrió el nombre del grupo?
La leyenda otorga la autoría a Keith Moon, el batería de The Who. Según una versión, cuando Page tuvo la idea de formar el grupo se lo comentó a Moon y este le dijo que el grupo caería como "un globo de plomo", aunque John Entwistle, bajista de los Who enfatizó que caería "más bien como un dirigible de plomo" (en inglés, Lead Zeppelin). Otra versión cuenta que Page estaba tocando con Entwistle y Moon y el batería de The Who dijo que la música que estaban haciendo "sonaba como un dirigible de plomo".
Sea como fuere, a Page le gustó la idea y cogió el nombre para la banda, pero fue el manager, Peter Grant, el que lo cambió a Led Zeppelin, para evitar errores fonéticos en Estados Unidos.
En cierta ocasión Page resolvió la duda, aunque sin mucha seguridad: "Sobre esto no sabría decir... bueno, Keith Moon nos dio el nombre. Siempre le hemos dado el crédito de eso".
Durante la gira de su primer álbum en Dinamarca el grupo actuó bajo el nombre de The Nobs debido a la prohibición de la baronesa Eva von Zeppelin (familiar del inventor del dirigible) a utilizar su nombre real, ya creía que eran unos "monos gritones".
¿Plagio o inspiración?
La llamada "invasión británica", los jóvenes músicos británicos admiradores del blues estadounidense (Eric Clapton, John Lenon, Keith Richards, Mick Jagger y, también, los Zeppelin) hicieron numerosas versiones de canciones de sus admirados 'bluesmen' y en ellos se inspiraron para muchos temas.
Los Rolling Stones, Cream, los Beatles, rescataron del olvido a músicos como Muddy Watters, Howlin' Wolf o Robert Johnson. Pero también sufrieron acusaciones de apropiarse sus temas. Sobre Led Zeppelin son innumerables las acusaciones de plagio. Algunas, incluso, llevadas y ganadas en los tribunales, como en el caso "The Lemon Song", una canción original de Howlin' Wolf cuyo título original es "Killing floor".
No es la única. "Danzed and Confused", por ejemplo, es una versión retocada por Page del tema del mismo nombre de Jake Holmes, un músico de folk británico. Sobre "Since I've Been Loving You" hay varias acusaciones: el solo de guitarra del comienzo es casi idéntico al de la canción "New York City Blues", de The Yardirds (el grupo anterior de Jimmy Page), mientras que el estribillo está muy 'influido' por "Never", un blues de la banda Moby Grape, una de los grupos favoritos de Plant.
Muchos también ven una gran similitud en "Stairway to Heaven" con la canción “Taurus”, del grupo Spirit... En ocasiones, eran versiones de otros artistas a los que los Zeppelin no nombraron en los créditos. En algunas, el parecido puede ser más que sospechoso, pero en otras, sin embargo, resulta más forzado.
Un pacto con el diablo
Cantaba el clásico 'bluesman' Muddy Watters que "el blues tuvo un hijo al que llamaron rock n' roll". Al parecer, el hijo heredó la misma reputación que su padre. La relación entre los clásicos del blues y el diablo es legendaria. La historia más famosa, el pacto con el diablo de Robert Johnson en un cruce de caminos.
Como en el blues, en el rock han sido muchas las figuras a las que se ha acusado de llegar a un acuerdo con el diablo para lograr el éxito. Pero en el caso de Led Zeppelin, las acusaciones de satanismo y magia negra han estado muy elaboradas.
A eso ha ayudado las oscuras aficiones de Jimmy Page. No es un secreto que el guitarrista siempre fue un gran interesado por el ocultismo. Page era un seguidor del ocultista Aleister Crowley, fundador del Iluminismo Científico, movimiento considerado una secta satánica.
De hecho, en 1970 compró la siniestra mansión que tenía en la orilla del lago Ness, llamada Boleskine House y en la que se decía que Crowley realizó rituales y orgías.
Al mito contribuyeron también las runas que aparecen en el disco Led Zeppelin IV. Sus componentes nunca han revelado realmente qué significan sus símbolos. Se sabe que algunos son símbolos celtas (como el de Bonham y John Paul Jones) pero nada se sabe del significado del extraño símbolo que representa a Jimmy Page. Y el guitarrista nunca ha desvelado su significado.
Escalera ... ¿hacia el infierno?
De las historias esotéricas sobre Led Zeppelin, la más conocida es, sin duda, la "Stairway to Heaven". La leyenda dice que si escuchas la canción al revés se distinguen oraciones y alabanzas al diablo.
"Oh here's my sweet Satan. The one whose little path would make me sad, whose power is Satan" (Oh aquí está mi dulce Satán. Aquel cuyo estrecho camino me hiciera triste, cuyo poder es de Satan), dicen que se escucha.
La leyenda fue desmentida categóricamente por Robert Plant: "En primer lugar, ¿a quién se le hubiese ocurrido eso? Tienes que tener mucho tiempo libre para siquiera considerar que alguien pueda hacer eso", dijo el cantante.
"Y especialmente con "Stairway to Heaven"... ¡Estábamos tan orgullosos de sus intenciones tan positivas! La sola idea me parece sucia, pero es muy americano, en ningún otro sitio del mundo nadie se lo ha planteado o se han preocupado por ello. Si los mensajes al revés funcionasen todos los discos llevarían 'compra este álbum' escondido", añadió.
La técnica no avala la 'conspiranoia'. Para muchos científicos, es imposible descifrar un mensaje grabado al revés al escucharlo hacia delante.
La maldición de sus componentes
Tanto jugar con el maligno, creían algunos, tenía que tener consecuencias. Y por eso veían la mano de Satán en las desgracias sufridas por los miembros de la banda a los que se achacaba el pacto con el diablo (es decir, todos menos John Paul Jones). Era el precio, decían, de los coqueteos de Page con las ciencias ocultas.
Así, los hay que consideran que la muerte de John Bonham está relacionada con ello, y la leyenda creció por el hecho de que muriese en la misteriosa casa de Page que perteneció a Crowley. La autopsia, sin embargo, solo revela intoxicación etílica.
También se culpa a esa siniestra relación de la muerte del hijo de Robert Plant, Karac Pendra, que falleció de una extraña infección estomacal. O del accidente de tráfico que sufrió el cantante en la isla de Rodas. O del infierno que pasó Jimmy Page durante su adicción a la heroína.
Orgías, alcohol y drogas
En los años 70, las fiestas de Zeppelin eran conocidas como las más desenfrenadas de la escena del rock. La cocaína atrapó a todos sus miembros. Orgías salvajes, drogas y mucho alcohol. El desenfreno era tan grande que las historias corrían como la pólvora entre los 'groupies'. Algunas de ellas, eran auténticas barbaridades. E incluso -y eso es lo peor- ciertas.
Los excesos llevaron a la banda a la casi autodestrucción total. La adicción de Page a la heroína hacía que fuera incapaz de componer y, muchas veces, de tocar en directo.
Peor fue lo del alcoholismo de John Bonham, que le llevó a la muerte. Murió, como Jimmy Hendrix, ahogado en su propio vómito en un coma etílico. Se dice que llegó a ingerir hasta 40 chupitos de vodka. Y con "Bonzo" muerto, el Zeppelin dejó de volar.