Una bacteria es el primer organismo vivo que añade letras nuevas al alfabeto del ADN
- Crean en EE.UU. el primer organismo vivo con bases artificiales de ADN
- Lograron crear un nuevo par de bases y que se adaptara a una célula viva
- Organismos así pueden usarse para crear medicamentos y nanotecnología
¿Tendremos que aprender de nuevo el abecedario de la naturaleza? Hasta ahora toda la variedad de los seres vivos se había escrito con cuatro letras, mejor dicho, cuatro moléculas básicas que, cual los elementos químicos, son los ingredientes, o si se quiere, el alfabeto de la vida: adenina (A), timina (T) , guanina (G) y citosina (C). Ahora, un equipo estadounidense ha creado el primer organismo vivo semisintético que incluye un par adicional de 'letras' o bases de ADN, en un estudio publicado en la revista Nature.
La idea de enriquecer la estructura de doble hélice del ADN descubierta hace 60 años por Watson y Crick no es nueva. En ella venía trabajando el equipo dirigido por Floyd Romesberg en el Instituto de Investigación Scripps desde finales de los años 90, y ahora han llegado al primer organismo semisintético capaz de albergar en su ADN un par de bases artificiales.
"Sólo dos pares de bases de ADN, A-T y C-G, codifican la diversidad de la vida en la Tierra. Lo que hemos hecho es un organismo que contiene tanto a los pares de bases estables como un tercer par que no existe de forma natural" y que puede ser replicado en la bacteria E.coli", ha explicado el profesor Romesberg.
Los científicos señalan a la agencia Sinc que no se habían conseguido nuevas bases hasta ahora porque había múltiples dificultades que superar, como obtener las bases de ADN no naturales en las células y asegurarse de que la maquinaria de replicación dentro de la célula las aceptaría, además de medir luego con mucha precisión que estas se mantuvieran correctamente cuando el ADN fuera copiado.
Primero, los investigadores desarrollaron un nuevo par de bases, a partir de dos moléculas llamadas d5SICSTP y dNaMTP. A continuación, sintetizaron un fragmento de ADN circular, un plásmido que contiene los tres pares de bases, y se insertaron en células de Escherichia coli.
Para su sorpresa, encontraron que las células E. coli podrían replicar el ADN semisintético creado con éxito. Sin embargo, los investigadores tuvieron que añadir un "portador", que encontraron en una especie de microalgas, de modo que se importaran artificialmente nuevos bloques de construcción molecular en las células.
Este límite debería tranquilizar a quienes temen la aparición de nuevas formas de vida sin control, señalan los investigadores. El soporte es de hecho como un interruptor: sin él, las nuevas bases desaparecen del genoma de la célula. Sin embargo, este trabajo abre nuevos caminos hacia la tan traída vida sintética y los códigos genéticos a la carta.
Aplicaciones en medicina y nanotecnología
La biología sintética podría tener muchas aplicaciones interesantes, según los investigadores, a partir de la ampliación que supone para la biología del ADN, como nuevos medicamentos o nuevas formas de nanotecnología, puesto que expande las posibilidades de almacenamiento de información.
El siguiente paso del laboratorio del Instituto de Investigación Scripps es tratar de recuperar con éxito esta ampliación de la información en el ADN de la célula viva.
Para hacer esto, primero deben demostrar que el ADN que contiene el par de bases no naturales puede ser transcrito en el ARN. Una vez que se demuestre dicha transcripción se podría utilizar para controlar la síntesis de proteínas.