Los prorrusos desoyen a Putin y celebrarán un referéndum de secesión en el este de Ucrania
- Kiev continuará su ofensiva en el este
- Alemania aprecia el "tono constructivo" de Putin, Polonia pide prudencia
Los insurgentes prorrusos de la región ucraniana de Donetsk (este) han rechazado la petición del presidente ruso, Vladímir Putin, de aplazar el referéndum separatista convocado para el 11 de mayo.
Así lo han decidido este jueves por unanimidad los miembros de la asamblea de la autoproclamada "República Popular de Donetsk" durante una reunión extraordinaria, según han anunciado los propios líderes rebeldes en rueda de prensa. Los activistas que ocupan edificios en la ciudad de Lugansk también han acordado seguir con la consulta.
"Hay millones de personas que quieren votar. Incluso si hubiéramos votado contra la celebración del referéndum, este hubiera tenido lugar de todas formas", ha declarado Denis Pushilin, uno de los líderes separatistas. "La guerra civil ya ha empezado. El referéndum puede pararla y dar comienzo a un proceso político", ha añadido.
El presidente ruso dio este miércoles un giro en su posición hacia la crisis de Ucrania: aseguró que apoyaba la celebración de las elecciones presidenciales del 25 de mayo y pidió a los prorrusos que aplazaran su consulta. Putin argumentó que esos pasos crearían "las condiciones necesarias para el diálogo" con el Gobierno de Kiev.
El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, ha declarado que Rusia necesita aún tiempo para analizar la situación, mientras que la Unión Europea (UE) ya ha advertido que la consulta carecerá de legitimidad democrática y agravará la situación en el país.
Kiev continuará la ofensiva
La negativa de los prorrusos a atrasar su consulta no supone ningún cambio de posición en las autoridades de Kiev, que ya habían anunciado que, cualquiera que fuese su decisión, continuaría con su ofensiva en el este.
"La operación antiterrorista continuará independientemente de la decisión" , había asegurado el titular de Defensa, Andréi Parubi, según agencias locales.
En la rueda de prensa del miércoles, Putin también pidió a las autoridades de Ucrania que pongan fin a las acciones militares de castigo en las regiones de mayoría rusohablante.
"Las autoridades ucranianas jamás han llevado a cabo operaciones punitivas, en las regiones del sureste del país", ha replicado el presidente interino de Ucrania, Alexandr Turchínov, citado por su oficina de prensa.
El Gobierno de Kiev, agregó, está dispuesto a "dialogar con los representantes de los gobiernos y las comunidades locales, pero no con terroristas que tienen las manos manchadas de sangre".
Horas después, fuerzas gubernamentales han retomado el control del Ayuntamiento de la ciudad de Mariupol, que en los últimos días ha cambiado varias veces de manos. Uun portavoz de los prorrusos, citado por la agencia rusa Interfax, ha asegurado que dentro del edificio no había nadie.
Mientras Turchínov amenazaba a los rebeldes, el primer ministro, Arseni Yatseniuk, tendía la mano a los rusoparlantes con una nueva propuesta para mantener la lengua rusa como cooficial en algunas regiones.
"Propondré la norma según la cual, mientras se mantiene el estatus de la lengua ucraniana como única lengua estatal, las asambleas locales obtendrán el derecho de conceder el estatus oficial a la lengua rusa y otras", ha señalado Yatseniuk.
El primer ministro ha asegurado que, conforme a los acuerdos de Ginebra, las autoridades han empezado a entablar un "diálogo nacional" sobre la nueva Constitución del país.
Alemania aprecia el "tono constructivo" de Putin
Desde Berlín, el Gobierno alemán se ha congratulado por el "tono constructivo" de Putin en su discurso del miércoles.
"Aún queda la oportunidad de evitar una nueva escalada de la violencia y la pérdida total de control en el este de Ucrania mediante medios diplomáticos", ha asegurado el ministro de Exteriores alemán, Frank-Walter Steinmeier. "Estamos en un punto crucial", ha añadido.
De manera similar se ha manifestado la Comisión Europea, que cree que ese giro puede ayudar a rebajar la tensión en la zona.
El primer ministro polaco, Donald Tusk, ha rebajado sin embargo las expectativas de un final de la crisis internacional. "El análisis de la OTAN, en línea con el nuestro, es que deberíamos recibir la declaración del presidente Putin con gran precaución", ha dicho Tusk en una rueda conjunta con el secretario general de la Alianza, Anders Fogh Rasmussen, de visita en Varsovia.
Rasmussen ha reiterado que la OTAN no tiene constancia de que las tropas rusas concentradas en la frontera ucraniana hayan vuelto a sus cuarteles, tal y como aseguró también Putin.