Enlaces accesibilidad

'El cauterizador' lleva la psicología al cómic

  • Es el debut en el cómic del ilicitano Vicente Damián Fernández
  • La historia de un hombre capaz de introducirse en otras mentes

Por
Fragmento de la portada de 'El cauterizador'
Fragmento de la portada de 'El cauterizador'

El ilicitano Vicente Damián Fernández Gomis estudió psicología y bellas artes, y estuvo ejerciendo varios años como psicólogo, trabajando fundamentalmente dentro del campo de las enfermedades mentales, antes de decidir volcarse en su auténtica  pasión, el cómic. Fruto de esa combinación nace El cauterizador, un tebeo centrado en las enfermedades mentales que ganó el segundo premio en el concurso de Crowfunding organizado por la editorial libros.com, gracias a lo que ha podido editarse.

La psicología no es un tema que se haya tratado demasiado en el cómic mundial, en general, y menos en el  español, en particular (salvo los típicos  cómics de psicópatas). Por eso  es tan interesante este trabajo de Vicente.“El cómic –nos cuenta su autor- nos presenta a varios especialistas del campo de la psiquiatría están buscando una vía para intentar dar remedio a un caso grave de enfermedad mental. La única solución viable parece ser la de contratar los servicios de un personaje llamado Andy, que deberá introducirse en la mente de la enferma y, como ha hecho otras veces, extirpar el mal de su subconsciente”.

“Aunque realmente nadie sabe cómo opera Andy, ya que su forma de trabajar consiste en someterse a una sesión de hipnosis colectiva junto al paciente y, al despertar del trance, de pronto se han producido cambios en este. ¿Qué es lo que pasa en la mente del paciente cuando Andy penetra en ella? ¿Vale la pena arriesgar tanto ante las expectativas reales de cambio? Y es que la mente es algo muy frágil, y no todos los cambios son deseables…”

“La historia está impregnada de contenido psicológico

“La psicología – asegura Vicente- es uno de los pilares básicos de la historia: toda ella está impregnada de contenido psicológico, a varios niveles. Para empezar, a nivel argumental se usan conceptos psicológicos y una trama que se desarrolla en buena medida en un centro psiquiátrico. Esto sería lo más obvio, pero la psicología interviene también, por ejemplo, a la hora de definir los entornos: todo el cómic transcurre en interiores, con el fin de potenciar un ambiente que nos resulte algo claustrofóbico, que nos remita a nuestro propio interior”.

“Podemos añadir la psicología propia de las relaciones entre los personajes –continúa Vicente-. Creo que mi formación y mi experiencia previas como psicólogo me han facilitado bastante el guión: aunque he tenido que documentarme sobre ciertos conceptos y le he dado muchas vueltas, por lo que no puedo decir que me haya resultado fácil, no hubiera sido para nada lo mismo, para entendernos, si los médicos que aparecen en el cómic fueran especialistas en cualquier otro campo”.

El cómic comienza con una curiosa introducción en forma de informes psiquiátricos que aportan credibilidad a la historia. “La introducción del cómic –nos comenta Vicente- es de mi mujer, Beatriz Bernad, como se reseña al final de la misma, aunque entiendo que la forma en la que está redactada, en forma de notas de trabajo de la Dra. Miller, puede dar lugar a equívocos. Bea es psicóloga y accedió gustosa a escribir algo para el inicio del cómic, pero yo no tengo nada que ver en esto, es cosa suya. Estoy muy contento con esta introducción, la gente la considera como una parte más del cómic, ya forma un todo con el resto. Creo que ese era el objetivo: ofrecer un complemento a la historia, algo que diera pistas e hiciera que te picara la curiosidad para seguir leyendo”.

Los protagonistas

Vicente describe así a los protagonistas de la historia:

Andy Foster: Colaborador de la Dra. Miller, anteriormente fue paciente suyo. Posee habilidades especiales que le permiten penetrar en la mente de las personas y producir cambios en ella”.

Lynn Miller: Antigua terapeuta de Andy, le pide colaboración para tratar el caso de Louise Sienkiewicz. Aunque no llega a comprender los métodos de aquél, ha comprobado en experimentos previos que posee algún tipo de capacidad singular, útil para el abordaje de enfermedades mentales”.

Louise Sienkiewicz: hija del político Joe Sienkiewicz. Sufre de una esquizofrenia paranoide que la incapacita hasta tal punto que se decide acudir a los poco ortodoxos servicios de Andy como último recurso ante la resistencia que presenta a cualquier otro tipo de tratamiento”.

Joe Sienkiewicz: importante dirigente político, padre de Louise. Desesperado ante la carencia de resultados en el tratamiento de la enfermedad de su hija, acepta los métodos poco convencionales de Andy”.

Dibujando el mundo interior

Mientras que el cine los desórdenes mentales son un recurso muy habitual, en el cómic (salvo los psicópatas), es un tema poco utilizado.“No sé por qué será, asegura Vicente. Supongo que puede contribuir a ello el lastre que lleva consigo el cómic según el cual a sus lectores sólo les interesan ciertos temas. Por otro lado, esta tendencia está cambiando desde hace algún tiempo. Aunque cine y cómic son dos medios de expresión artística que prácticamente nacen al mismo tiempo, el cine es mucho más popular y ello le permite tener una industria fuerte en la que caben todo tipo de productos. Puede que al cómic le esté costando más llegar a la mayoría de edad, pero creo que ya se está consiguiendo”.

En cuanto a cómo se dibuja el mundo interior de una persona, Vicente asegura que: “El camino me lo ha facilitado el psiquiatra suizo Carl Gustav Jung: El aspecto fundamental de la teoría de Jung es lo que llamó “inconsciente colectivo”. El inconsciente es aquella parte de nuestra mente que no conocemos, que no somos conscientes de ella, pero está ahí. Según él, todos los seres humanos poseen unos patrones inconscientes comunes que adquieren después de millones de años de evolución. Esto es lo que se llaman arquetipos, entidades psíquicas que están presentes en todos nosotros, en nuestro inconsciente, y que no son más que manifestaciones de nuestra propia energía psíquica.  Los arquetipos se manifiestan en los sueños y las fantasías a través de las imágenes arquetípicas: imágenes ancestrales que constituyen el inconsciente colectivo, que se repiten en diferentes individuos y que proceden de las religiones, mitos y leyendas”.

“Jung aunó de una forma admirable psicología con creatividad y, mientras iba desarrollando el guión de El cauterizador, iba viendo de forma cada vez más clara que estas teorías y, sobre todo, estas imágenes arquetípicas, eran la clave que estaba buscando para plasmar gráficamente ese mundo interior” -concluye Vicente-

En cuanto a su estilo de dibujo, Vicente lo describe de esta manera: “Lo primero que me viene a la cabeza es que se trata de un estilo realista. Pero hay muchos dibujantes realistas cada uno con su propia impronta, por lo que decir esto es casi no decir nada. He utilizado muchas referencias fotográficas para este cómic, por lo que quizá podríamos hablar de realismo fotográfico, aunque este término me suena algo pretencioso y tampoco creo que defina lo que quiero conseguir con mi grafismo. Creo que el estilo utilizado en El cauterizador tiene que ver con el dibujo artístico, definitivamente está bastante alejado de la caricatura

Sus proyectos

Vicente confiesa que el concurso de crowfunding organizado por Libros.com “Ha supuesto ni más ni menos que la oportunidad que estaba esperando. A pesar de que detecté que el proyecto había despertado el interés de varias editoriales, es difícil publicar cuando estas mismas editoriales te “exigen” que tengas algo publicado previamente para trabajar con ellas. Al no tener nada en el mercado, me encontré con todas las puertas cerradas, así que la oportunidad que me ha brindado Libros.com con su sistema de crowdfunding ha sido el único hueco que he encontrado para poder asomar la cabeza en el mundo editorial”.

Pero una vez que ha conseguido publicar su primer cómic, Vicente está dispuesto a seguir luchando: “Ahora mismo preparo una secuela de El cauterizador. Aunque me ceñí a hacer una historia cerrada, originalmente está concebido como una saga, por lo que inevitablemente se han quedado posibles tramas abiertas en este cómic. Lo bueno es que la mayor parte de la gente que ha leído el cómic con la que he tenido ocasión de hablar me viene a decir que se han quedado “con ganas de más”. Me tomo este comentario como algo positivo, como un acicate para seguir contando más historias de El cauterizador aunque, bueno, realmente acaba de empezar el proceso de distribución del cómic, por lo que antes habrá que esperar a que lo reciba más gente y comprobar si gusta”.