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Joe Sacco: "Me asusta la idea de que la gente se entusiasme con la guerra"

  • El periodista gráfico ha presentado en Madrid 'La Gran Guerra'
  • Un libro que es una ilustración de siete metros sobre la batalla del Somme

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Joe Sacco en Madrid y un fragmento de una de sus ilustraciones para 'La Gran Guerra'
Joe Sacco en Madrid y un fragmento de una de sus ilustraciones para 'La Gran Guerra'

Joe Sacco (Malta, 1960)

Vive en Portland, Oregón. Tuvo su primer gran éxito a mediados de los años noventa con la novela gráfica 'Palestina', fruto de una inmersión de dos meses en los territorios de Gaza y Cisjordania, y con la que obtuvo el premio American Book Award. En el año 2000 publicó 'Gorazde: zona protegida', acerca de la guerra civil en Bosnia oriental, y por la que recibió el galardón Guggenheim Fellowship, el premio Eisner, y que el New York Times escogió como uno de los mejores libros del año, y la revista Time como mejor cómic. En 2003 publicó 'El mediador', de nuevo centrado en el conflicto de la antigua Yugoslavia. Otras de sus obras son 'Reportajes' y 'Notas al pie de Gaza'

Joe Sacco (Malta, 1960) está considerado el mayor exponente del periodismo gráfico gracias a trabajos como Palestina: en la franja de GazaGorazde: Zona Protegida o El mediador, en los que utiliza el cómic para documentar las consecuencias de los conflictos bélicos en las personas. Ahora, coincidiendo con el Centenario de la Primera Guerra Mundial, Sacco ha presentado en Madrid su nuevo trabajo, uno de los libros más impresionantes del año: La Gran Guerra (Reservoir Books)Una ilustración de siete metros y medio en la que recrea la primera jornada de la batalla del Somme, una de las más sangrientas de esa guerra.

El 1 de julio de 1916, Gran Bretaña y Francia comenzaron dicha batalla contra los alemanes y se calcula que, sólo ese día, murieron unos 20.000 soldados británicos (10.000 sólo durante la primera hora) y otros 40.000 resultaron heridos (por unos 8.000 alemanes). Una batalla que ha llegado a personificar la locura de La Gran guerra y de la guerra moderna en general.

Respecto a los motivos de por qué ha pasado de retratar a los afectados por la guerra a ilustrar una batalla Sacco asegura que: "La pregunta sería ¿por qué decidí yo meterme en otra guerra?. En parte porque creo que pasé mucho tiempo analizando la guerra desde una perspectiva muy individual. La mayor parte de la gente a la que yo he retratado son individuos aplastados por la historia. Y llegó un momento en el que empecé a preguntarme sobre la psicología humana y qué nos llevaba a la guerra. Y estudiar la Primera Guerra Mundial me dio la oportunidad de analizar a los seres humanos no como individuos sino como parte de un grupo, como una masa.

"Quizá sea cierto -continúa Sacco- que para el lector es más complicado entrar en la historia porque no puede identificarse con ningún protagonista. Pero desde un punto de vista creativo también es importante tratar de ver el conflicto desde un ángulo diferente. En esta ocasión he pensado menos en el lector y más en lo que me interesaba contar. Y lo que más me intereso de esta batalla es la psicología de unos individuos a los que les entusiasmaba la idea de ir a la guerra, como pasaba en ese momento de la Gran Guerra".

"La gente se sigue entusiasmando con la guerra"

En cuanto en cómo ha cambiado la perspectiva de la guerra en estos cien años, Sacco asegura que "No me considero un historiador de la Guerra. Lo que esta claro con las dos Grandes Guerras, es que había grandes masas de gente que luchaban los unos contra los otros. Ahora muchas de las guerras en las que participa occidente son grandes ejércitos que luchan contra grupos de insurgentes. No son guerras típicas ni tradicionales como las entendíamos hace cien años".

"Pero no creo que respecto a los individuos hayan cambiado mucho las cosas -continúa Sacco-, la gente se sigue entusiasmando con la Guerra. En la Primera guerra Mundial había gente que quería que la guerra no terminase antes de que ellos pudieran participar. Y si uno analiza la historia de Estados Unidos verá que, también después del 11-S, había un gran entusiasmo por entrar en guerra".

"Ahctualmente ese sentimiento parece que está cambiando y seguro que mucha de esa misma gente no querría ir a la guerra. Pero estoy convencido de que dentro de veinte años la cosas volverán a cambiar y las nuevas generaciones, que no sabrán lo que es una guerra de verdad, estarán deseando volver a vivir una. Digamos que no aprendemos la lección. Cada generación debe aprenderla por sí misma".

"La batalla del Somme es el mejor ejemplo de la Gran Guerra"

En cuanto a su interés por esta batalla en particular, Sacco asegura que "La batalla de Somme, sobre todo el primer día, es una metáfora perfecta de la carnicería que fue la Primera Guerra Mundial. Hubo otras grandes batallas en las que hubo un montón de bajas. Pero para mí esta fue la más representativa porque muchos de esos soldados que murieron eran voluntarios, realmente entusiastas, que estaban deseando luchar por una idea casi romántica, y se encontraron con la dura realidad en la primera hora de batalla. Solo en esos sesenta minutos hubo unas 10.000 muertes, 60.000 en todo el día. Después de eso no quedó ninguna ingenuidad respecto a lo que era la guerra. Por lo menos en la era moderna".

"No fue la primera batalla de la guerra moderna -continúa Sacco-, ya hubo grandes batallas en la Guerra de Secesión norteamericana que tenían los mismos elementos, e incluso otras anteriores en la Primera Guerra Mundial. Pero la batalla del Somme, de algún modo es el mejor ejemplo de lo que fue la Gran Guerra. Porque incluso después de todos los desastres, los generales seguían lanzando al horno a más hombres, en una batalla que duró cuatro meses y medio... y mi libro solo narra el primer día".

Una ilustración de siete metros y medio

Lo más sorprendente de este libro es su formato, una espectacular ilustración de siete metros y medio que -según Sacco- "Narra todo lo que ocurrió desde que el General preparaba la batalla hasta el entierro de los 20.000 soldados británicos fallecidos, de una forma muy desapegada, como si nos lo contase un extraterrestre que observase desde el espacio el absurdo comportamiento de los humanos ese 1 de julio de 1916".

Otra cosa sorprendente es el detallismo casi enfermizo de esa gigantesca ilustración inspirada -según Sacco- "en el libro de Mattero Pericoli Manhattan Unfurled (un dibujo desplegable de la silueta de la ciudad) y en el tapiz de Bayeux (un gran lienzo bordado de casi 70 metros que cuenta la invasión normanda de Inglaterra)". Por eso, el dibujante utiliza un estilo que recuerda al arte medieval, lo que le permite "prescindir de perspectiva y proporciones realistas".

Para lograr ese detallismo Sacco nos comenta que: "Llevo investigando sobre esta guerra desde que tenía 10 años y cuando decidí llevar a cabo este proyecto, tenía muchos libros sobre la Gran Guerra pero necesitaba más imágenes. Porque ni los grandes libros de fotografía sobre la Gran Guerra mostraban todo lo que yo quería dibujar. Por eso me fui a Londres, al Museo Imperial Británico, donde estuve investigando los archivos gráficos, intentando encontrar fotografías de lo que normalmente no vemos, porque no se muestra en los libros. Por ejemplo, ¿Cómo llevaban el desayuno a las tropas?, ¿Cómo usaban las mulas para llevar la munición?. En estos archivos había miles de fotografías que me permitían ilustrar cientos de pequeños detalles".

"Yo tengo una visión muy periodística y por eso siempre quiero acercarme a los detalles. Si dibujo un campo de refugiados en Gaza, quiero que alguien que haya vivido en ese campamento lo vea y lo reconozca. Esa es la forma en la que trabajo respecto al detalle. Es una obsesión".

"No he llegado a ninguna conclusión"

En el prólogo de La Gran Guerra, Sacco asegura que su intención, al hacer este libro, era intentar llegar a alguna comclusión, comprender el por qué de este conflicto. Pero  confiesa que "No he llegado a ninguna conclusión específica trabajando en este libro. Pero al dibujarlo me seguía chocando, sorprendiendo, que haya sucedido algo así... me sigue apabullando la idea de que tantos soldados estuviesen dispuestos a ir a la guerra pensando en que iba a ser un paseo por el campo".

Antes de dibujar  este libro Sacco había anunciado su intención de dejar el cómic periodístico sobre los conflictos bélicos. Y su nuevo trabajo será un cómic totalmente distinto: "Acabo de terminar una sátira, muy alejada del trabajo periodístico que he realizado estos últimos años. Es muy divertida y casi obscena, pero necesitaba un cambio creativo total. Pero volveré al periodismo gráfico, no estaba muy seguro de querer volver, pero ahora me esta apeteciendo de nuevo. Creo que necesitaba algo que me limpiara el paladar para volver a coger el gusto al periodismo gráfico".

La Gran Guerra es otra obra maestra de un gran artista. Un libro imprescindible que utiliza el arte para denunciar la barbarie.