Los combates prosiguen en el este mientras en Kiev arranca el primer intento de diálogo
- Ocho soldados ucranianos han muerto en una emboscada, según los prorrusos
- La mesa de diálogo no cuenta con los insurgentes pero tiene el apoyo de Moscú
Los prorrusos aseguran haber matado a ocho militares ucranianos en combates esta madrugada junto a las ciudades de Slaviansk y Kramatorsk, en la región ucraniana de Donetsk, el mismo día en el que arranca el primer intento de diálogo nacional desde la cumbre de Ginebra sin la presencia, eso sí, de los insurgentes.
"A la 1.00 horas el enemigo intentó atacar. Lo rechazamos, destruimos varios blindados. El enemigo sufrió ocho muertos y siete heridos. Lamentablemente, nosotros también tuvimos bajas", ha dicho a la agencia rusa Interfax Ponomariov, quien se autoproclamó "alcalde popular" de Slaviansk.
Las autoridades ucranianas no han informado de momento de que se hayan producido combates nocturnos en la zona, aunque este martes reconocieron que seis militares ucranianos murieron y otros ocho resultaron heridos en una emboscada de los insurgentes prorrusos junto a Kramatorsk.
Pomomariov ha indicado que las acciones militares tienen lugar principalmente en la afueras de Slaviansk, porque "las fuerzas ucranianas tienen miedo de entrar en la ciudad". "Esta mañana la situación está tranquila. Se oyen algunos disparos, pero a eso ya estamos habituados", ha agregado.
Bloqueo de unidades militares en Donetsk
Además, según el Ministerio del Interior, otro grupo de insurgentes ha bloqueado una unidad militar ucraniana en Donetsk, cuando se cumple el plazo presentado por los rebeldes para que las fuerzas gubernamentales abandonen el territorio de esa región del sureste del país.
Los rebeldes han entablado negociaciones con los mandos de la unidad situada en la capital regional, aunque se desconoce si le han exigido que depongan las armas. Ésta es la primera ocasión en la que los prorrusos bloquean una unidad militar a imagen y semejanza de lo que ocurriera en marzo en Crimea, de donde las tropas ucranianas tuvieron que ser replegadas por Kiev, tras lo cual Rusia se anexionó la península.
Mientras el Ejército ucraniano y los prorrusos se enfrentan sobre el terreno, Kiev será este miércoles el escenario de una mesa redonda de diálogo con los expresidentes ucranianos Leonid Kravchuk y Leonid Kuchma, los candidatos a los comicios presidenciales del próximo 25 mayo, dirigentes de administraciones regionales y locales, representantes del clero y hombres de negocios. El presidente de Ucrania, Alexandr Turchínov, ha declarado que está dispuesto a negociar con representantes de las regiones surorientales, de mayorías rusohablante y que han declarado su independencia tras los referendos del domingo, pero no con "terroristas", en alusión los insurgentes prorrusos armados.
Primer intento de diálogo nacional
La mesa de negociación nacional es uno de los apartados clave de la hoja de ruta propuesta por la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) que cuenta el apoyo expreso del Kremlin.
Dicho plan establece la retirada de las tropas ucranianas de las regiones rebeldes del sureste del país, el desarme de todos los grupos armados irregulares y la celebración de un diálogo nacional que permita a la minoría rusófona del país defender sus intereses.
La reunión, la primera de las mesas redondas convocadas el pasado día 8 por el presidente interino de Ucrania y el primer ministro, Arseni Yatseniuk, ha comenzado a las 16.30 hora local (15.30 hora peninsular española) en la sede de la Rada Suprema (Parlamento), según ha confirmado AFP.
En la convocatoria, Turchínov y Yatseniuk han destacado que las propuestas que se elaboren en ese espacio de diálogo serán materializadas por el Legislativo mediante leyes y reformas constitucionales.
El hijo de Biden, en la empresa gasística ucraniana
Este intento de diálogo que cuenta con el visto bueno de EE.UU., la Unión Europea y Rusia, se produce en plena presión de Moscú a Kiev con el el precio del gas. El consorcio gasístico Gazprom ha dado de plazo al Gobierno ucraniano hasta el 3 de junio para pagar las facturas.
Y, en este contexto, la Casa Blanca ha tenido que salir al paso de la polémica sobre la incorporación de uno de los hijos del vicepresidente de EE.UU., al consejo de la gasista ucraniana Burisma Holdings, el mayor productor privado de gas de Ucrania.
Desde Washington defienden que no hay conflicto de intereses en que Robert Hunter Biden entre en la empresa, en la que también trabaja el expresidente polaco, Aleksander Kwasniewski.