Van Rompuy cree que el próximo presidente de la Comisión podría no estar entre los candidatos
- "Es necesaria una amplia mayoría en el Consejo", recuerda en una entrevista
- "Esperemos primero a ver los resultados y el reparto de fuerzas", advierte
- Vuelve a crear dudas sobre la interpretación del Tratado de Lisboa
- Había sonado el nombre de Christine Lagarde como candidata alternativa
El presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, ha dicho este domingo en la televisión flamenca VRT que el próximo presidente de la Comisión Europea (CE) podría no estar entre los candidatos presentados por los principales partidos políticos, algo que vulneraría lo que prevé el Tratado de Lisboa y que está dando un carácter presidencial a las elecciones europeas de este 2014.
"Es necesaria (para ser elegido) una mayoría en el Parlamento Europeo y una amplia mayoría en el Consejo", el órgano donde están representados los jefes de Estado y de Gobierno de los Veintiocho países comunitarios, ha recordado Van Rompuy.
Los principales partidos de la Eurocámara han elegido de entre sus filas a sus candidatos para sustituir al actual líder del Ejecutivo comunitario, José Manuel Durao Barroso, y han asegurado que la familia política que logre más votos en los comicios europeos, que se celebran del 22 al 25 de mayo, colocará a su representante al frente de la CE, como prevé el Tratado de Lisboa.
Los populares europeos (PPE) han elegido al ex primer ministro de Luxemburgo Jean-Claude Juncker; los socialistas, al actual presidente de la Eurocámara, el alemán Martin Schulz; los liberales, al belga Guy Verhofstadt; los ecologistas, al dúo formado por el francés José Bové y la alemana Ska Keller, y la izquierda, al griego Alexis Tsipras. Y todos, en el debate electoral que celebraron esta semana en la sede del Parlamento Europeo en Bruselas, manifestaron que esperaban que así sea.
El Consejo "tendrá en cuenta" el resultado de las elecciones
Van Rompuy ha asegurado, sin embargo, que lo que estipula el Tratado de Lisboa es que los jefes de Estado y de Gobierno tienen que "tener en cuenta" el resultado de las elecciones europeas y realizar las "consultas apropiadas" antes de nombrar al presidente de la CE, que debe contar con una mayoría en el Parlamento Europeo y una mayoría cualificada en el Consejo.
“"Esperemos a ver primero cuáles son los resultados de las elecciones y el reparto de fuerzas entre los diferentes partidos"“
"Esperemos a ver primero cuáles son los resultados de las elecciones y el reparto de fuerzas entre los diferentes partidos", añadió Van Rompuy, quien ha convocado para el próximo 27 de mayo una reunión de líderes europeos en la que se sentarán las bases para la elección del futuro presidente de la Comisión.
Entre los nombres que han sonado fuera de la lista de candidatos de la Eurocámara para ocupar el cargo figura el de la directora gerente del Fondo Monetario Internacional, la francesa Christine Lagarde.
Se abre así una nueva carrera entre los países por designar a los políticos que ocuparán después puestos también muy ambicionados como los de presidente del Consejo Europeo, del Eurogrupo, alto representante de la UE para la política exterior o los titulares de la próxima CE, entre otros.
Candidato propuesto por el Parlamento o por el Consejo
El Tratado de Lisboa dice literalmente que, "teniendo en cuenta el resultado de las elecciones al Parlamento Europeo y tras mantener las consultas apropiadas, el Consejo Europeo propondrá al Parlamento Europeo, por mayoría cualificada, a un candidato al cargo de presidente de la Comisión".
"El Parlamento Europeo elegirá al candidato por mayoría de los miembros que lo componen. Si el candidato no obtiene la mayoría necesaria, el Consejo Europeo propondrá en el plazo de un mes, por mayoría cualificada, a un nuevo candidato, que será elegido por el Parlamento Europeo por el mismo procedimiento", añade.
Este planteamiento no deja claro qué significa en la práctica "tener en cuenta el resultado de las elecciones" y además da la opción al Consejo Europeo de proponer a un segundo candidato en el plazo de un mes. En cualquier caso, la persona que resulte elegida deberá tener el apoyo mayoritario de la Eurocámara.