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Un tribunal estadounidense declara al imán Abu Hamza culpable de cargos de terrorismo

  • Le acusa de establecer un campo de entrenamiento terrorista en Oregón
  • Abu Hamza se enfrenta a una condena de cadena perpetua
  • Es el segundo gran juicio por terrorismo tras la condena de Abu Ghaith 

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File photo of radical Muslim cleric Sheikh Abu Hamza al-Masri addresses the sixth annual rally for Islam in Trafalgar Square
El imán radical Abu Hamza al-Masri en un acto público en 2002 en Trafalgar Square, Londres.

El imán londinense Abu Hamza al-Masri ha sido declarado culpable de cargos de terrorismo este lunes en Nueva York tras cuatro semanas de juicio. Se trata de la segunda gran condena por delitos de terrorismo que se produce en los últimos tres meses en el Estado de Nueva York tras el juicio al cuñado de Osama bin Laden.

El veredicto lo ha pronunciado un jurado de ocho hombres y cuatro mujeres que han permanecido reunidos 11 horas cada jornada durante dos días consecutivos. Finalmente, el jurado ha encontrado a Abu Hamza culpable de las 11 causas a las que se enfrentaba.

Ante este escenario, Abu Hamza se podría enfrentar a una pena de cadena perpetua cuando su caso sea sentenciado el próximo mes de septiembre.

El imán que entrenaba terroristas

Abu Hamza, de 56 años, tuerto y manco, es acusado de haber proporcionado un teléfono satélite y consejo a la milicia yemení que secuestró a un grupo de turistas occidentales en 1998, una operación que condujo a la muerte de cuatro rehenes.

Asimismo, también pesaba sobre él la acusación de trasladar a dos radicales islamistas a Oregón para establecer un campo de entrenamiento y la de enviar a un asociado a Afganistán para ayudar a al Qaeda y los talibanes.

El propio Abu Hamza ha testificado en su propia defensa, negando haber enviado a nadie a Oregón o Afganistán y alegando que él solo se vio envuelto en el secuestro después de que se produjera, cuando se ofreció para negociar una solución pacífica.  

Por contra, la acusación ha contrarrestado su declaración con pruebas que han demostrado que habló con el líder de la milicia en Yemen la noche previa al secuestro y que los dos hombres que viajaron a Oregón declararon que fue Abu Hamza quien los envió.

Voz prominente del radicalismo británico

Por su parte, la defensa ha alegado que las acusaciones se apoyaban demasiado en el lenguaje incendiario que el imán utilizaba en sus sermones en la mezquita de Finsbury Park, en Londres. Unas manifestaciones públicas que le granjearon notoriedad como una de las voces más prominentes del radicalismo británico.

Fragmentos de estos sermones fueron reproducidos durante el juicio, incluyendo una entrevista en la que Abu Hamza expresaba su apoyo a los ataques del 11 de septiembre de 2001 en los que perdieron la vida cerca de 3.000 personas en Nueva York, Washington y Pensilvania.

El abogado defensor, Joshua Dratel, ha declarado que la relativa rapidez con la que se ha pronunciado el jurado demuestra una reacción emocional de los miembros ante unas declaraciones incendiarias más que un veredicto pegado a las pruebas.

“Esto es lo que temíamos, que no habría deliberación alguna”, ha declarado Dratel, que pretende recurrir el veredicto y que ha señalado que “las creencias no son un crimen”.

Sin embargo, el portavoz del jurado, que ha renunciado a dar su nombre, ha explicado a los medios que “no cabía duda” de que Abu Hamza ha recibido un juicio justo.

Segundo gran juicio por terrorismo

En declaraciones a la prensa, el fiscal Preet Bharara ha explicado que el veredicto prueba, una vez más, que el sistema judicial de Estados Unidos puede asumir juicios por terrorismo de alto nivel.

Abu Hamza ha intentado retratarse como un predicador de la fe. Sin embargo, era un entrenador de terroristas”, ha declarado Preet Bharara.

En marzo, un jurado diferente encontró culpable de cargos relacionados con terrorismo al cuñado de Osama Bin Laden, Suleiman Abu Ghaith.

Abu Hamza, que fue procesado en Estados Unidos en 2004 con su nombre de pila, Mustafa Kamel Mustafa, ha pasado ocho años en prisión en Reino Unido por incitación a la violencia hasta su extradición en 2012.

Durante el juicio, Abu Hamza ha testificado que perdió sus brazos y su ojo en una explosión accidental hace 20 años en Pakistán. Una declaración que contradice lo que se creía hasta ahora, que los había perdido combatiendo a los soviéticos en Afganistán.