Bruselas acusa formalmente a Crédit Agricole, HSBC y JPMorgan de manipular el euríbor
- Podrían haber violado las normas que prohíben la formación de cárteles
- La CE continúa con la investigación que arrancó en octubre de 2011
- Fruto de esas pesquisas ocho bancos fueron multados con 1.700 millones
- Crédit Agricole, HSBC y JPMorgan no aceptaron aquella sanción
Bruselas ha acusado formalmente a los bancos Crédit Agricole, HSBC y JPMorgan de haber participado en un cártel que manipulaba el tipo de interés interbancario euríbor para los productos financieros derivados. El departamento que dirige el vicepresidente de la CE y titular de Competencia, Joaquín Almunia, ha enviado un pliego de cargos a las tres entidades para informarles de la conclusión preliminar de que podrían haber violado las normas comunitarias que prohíben la formación de cárteles.
En concreto, Bruselas cree que Crédit Agricole, HSBC y JPMorgan participaron en un cártel que distorsionaba el curso normal de la fijación de los precios de productos derivados de tipos de interés en euros, al igual que otras entidades. Almunia ha recordado en rueda de prensa que esos tres bancos no aceptaron en diciembre de 2013 cerrar el caso con una multa y la correspondiente reducción del 10% sobre su importe por admitir la culpabilidad como sí ocurrió con otras entidades.
Por tanto, la CE ha proseguido con su investigación y si se concluye que la violación de las normas comunitarias ha tenido efectivamente lugar, "por supuesto no se beneficiarán de una reducción de la multa", ha señalado el comisario español. El envío de un pliego de cargos no prejuzga el resultado de la investigación, pero permite a los tres bancos responder por escrito a las acusaciones y solicitar una vista oral ante la CE y las autoridades nacionales competentes para defenderse.
La multa impuesta por Bruselas en diciembre
Esta acusación se enmarca dentro de la investigación que Bruselas arrancó en octubre de 2011 con una serie de inspecciones por sorpresa en los locales de varios bancos en octubre de 2011. Fruto de esas investigaciones, el pasado mes de diciembre Bruselas multó con más de 1.712 millones de euros a ocho entidades financieras internacionales al considerar probado que operaron en varios cárteles al coordinarse para modificar los precios de derivados financieros, para lo que manipularon tasas interbancarias como el líbor y el euríbor, que también sirven de referencia para préstamos e hipotecas en todo el mundo valorados en miles de millones de euros.
Cuatro de estas entidades (Barclays, Deutsche Bank, Société Générale y RBS) fueron multadas por participar en uno o varios cárteles bilaterales para modificar derivados referenciados en la divisa japonesa en momentos puntuales entre 2007 y 2010. Estos cuatro bancos reconocieron su participación en el acuerdo ilegal y el Ejecutivo comunitario pudo concluir una solución acordada con ellos a cambio de un 10% de reducción en la multa, que ascendió a 1.004 millones de euros.
Barclays eludió una multa de 690 millones de euros en el cártel por haber sido el primer banco en revelar su existencia. Pero Crédit Agricole, HSBC y JPMorgan no aceptaron esta solución acordada y por ello la investigación sobre ellos sigue el cauce normal aplicable en materia de cárteles.
Los derivados son productos financieros complejos (como los swaps, los futuros o las opciones) usados por bancos y empresas para gestionar el riesgo al que están expuestos por las fluctuaciones en los tipos de interés que pagan para financiarse. El valor de esos productos deriva de los índices interbancarios (euríbor, líbor y tíbor) fijados en cada momento, de ahí que para influir en los derivados se manipularan las tasas interbancarias.
En teoría, los índices interbancarios deben reflejar el coste que pagan los bancos cuando solicitan financiación a otras entidades. Por eso, hasta ahora, se obtenían de hacer una media entre los datos diarios proporcionados por los bancos seleccionados para cada una de esas tasas. Esos datos no estaban hasta ahora respaldados por operaciones, sino que se confiaba en lo que dijese cada entidad.