El exvicepresidente de Caixa Penedès dice que las pensiones de directivos eran "inimaginables"
- Albert Vancells apunta que "no sabía nada" de las pensiones de 31,6 millones
- Afirma que conoció el escándalo por la prensa en noviembre de 2011
- El sucesor de Pagès dice que este le ofreció una pensión para que no se fuera
El ex vicepresidente de Caixa Penedès Albert Vancells ha afirmado que las pensiones de 31,6 millones de euros que se adjudicaron los cuatro exdirectivos que están siendo juzgados en la Audiencia Nacional eran "tan grandes" que para él resultaban "inimaginables".
Vancells ha declarado como testigo en la segunda sesión de la vista contra el exdirector general Ricard Pagès y los exdirectivos Joan Caellas, Santiago Abella y Manuel Troyano, para los que la Fiscalía reclama tres años de prisión, por haberse engrosado sus prejubilaciones a espaldas de los órganos de control mediante la contratación de pólizas de seguros.
En este sentido, Vancells, que antes de vicepresidente fue miembro de la Comisión de Control, ha destacado que no supo "nada en absoluto" de la adquisición de estas pólizas de seguros ni de las sucesivas aportaciones que hicieron los acusados y ha señalado que los acusados deberían haber informado de las mismas a este órgano y al Consejo de Administración.
"Claro que sí", ha enfatizado el actual consejero de BMN, grupo en el que se integró Caixa Penedès, que ha añadido: "una cifra tan grande para mí era inimaginable". Según ha afirmado, tuvo conocimiento por la prensa en noviembre de 2011 del escándalo, lo que llevó a la ruptura de la confianza en el hasta entonces equipo directivo, que dimitió.
Confianza en Pagès
También ha testificado el presidente de honor de Caixa Penedès, Josep Parera, que ha señalado que Pagès tenía un "control absoluto" sobre la caja, aunque era Abella el "cerebro técnico" de la misma.
Ha coincidido con el anterior testigo en que los exdirectivos deberían haber comunicado al consejo de administración las pólizas que suscribieron para cobrar su multimillonaria pensión. Parera ha señalado que confiaba "enteramente" en Pagès y su equipo, motivo que le llevo a firmar los contratos de alta dirección de los cuatro en 1996.
En concreto, preguntado por la acusación particular que ejerce el grupo BMN sobre si fue idea del Consejo someter a su consideración el de Pagès, ha dicho que este tipo de asuntos "se arreglaban en el cuerpo general de la dirección, que podía ser el director o subdirector, nunca más abajo".
Ha precisado que entre el entonces director de recursos humanos ya fallecido, Jaume Jorba, redactor según Pagés de su contrato, "había amistad, aunque había una distancia incluso físicamente con la dirección general".
Sin noticia de la empresa asesora
También se ha referido al proceso de externalización de las pensiones y ha indicado que no recuerda si se traspasaron 8 millones del fondo de las cajas a las pólizas que suscribieron los exdirectivos, a lo que ha añadido que nunca supo que se había contratado a una empresa asesora para diseñar este proceso, tal y como sostuvieron ayer los acusados.
En todo caso, ha opinado que se debió dar cuenta al consejo de la firma de estas pólizas, e interrogado sobre si se trataron en la comisión ejecutiva, ha contestado que esta se reunía cada semana y firmaba entre 200 y 250 escrituras, por lo que no había "tiempo" para verlo todo.
La Fiscalía sostiene que los acusados, junto con Jorba, firmaron estas pólizas sin el conocimiento de los órganos de control y a partir de 2010 se las blindaron y modificaron sus contratos con motivo de la integración en el grupo BMN, que requirió una ayuda del FROB de 916 millones de euros.
El sucesor de Pagès dice que le ofreció una pensión para que no se fuera
Además, este martes ha declarado como testigo el ex director general de Caixa Penedès Ricard Banquells, que ha afirmado que su antecesor en el cargo, Ricard Pagès, le ofreció un plan de pensiones millonario a cambio de que no abandonara la caja, extremo con el que amenazó tras detectar que había "cosas raras" en la actuación de los directivos.
En declaraciones a los medios tras abandonar la sede de la Audiencia Nacional, Banquells ha explicado que la intención de Pagès era concederle un "estímulo" para que no se marchara. Asimismo, ha precisado que esa proposición le causó "una gran decepción que continúa en el tiempo" y un "shock" del que no se ha restablecido porque sentía una "gran admiración" por su antecesor.
Según ha relatado el que fuera secretario del consejo de administración de la caja hasta noviembre de 2011, a partir de septiembre de ese año comenzó a sospechar de que en la actuación de los acusados había "algo muy extraño".
En una reunión de negociación sobre la posterior fusión en BMN con Caja Murcia, Caja Granada y Sa Nostra, Banquells empezó a tener la percepción de que "había algo oculto", ya que el que había sido director de Recursos Humanos de la entidad ya fallecido, Jaume Jorba, y que ya no ocupaba ese cargo, no aportó documentación relativa a las pólizas de seguros que habían contratado.
Banquells fue director general de Caixa Penedès en la última etapa, desde diciembre de 2011, cuando se produjo la escapada de la anterior cúpula por el escándalo de sus prejubilaciones multimillonarias, cargo que compaginó con el de la vicepresidencia de BMN.