Los críticos premian en Cannes a 'Jauja', del argentino Lisandro Alonso

• La película protagonizada por Viggo Mortensen consigue el premio FIPRESCI
• También premian Winter sleep, como mejor filme en la competición oficial

El director Lisandro Alonso y el actor Viggo Mortensen en la presentación de 'Jauja' en Cannes.

La película Jauja, dirigida por el argentino Lisandro Alonso y protagonizada por Viggo Mortensen, consiguió este viernes el premio FIPRESCI que concede la Federación Internacional de Críticos de Cine durante el Festival de Cannes, dentro de la sección "Una cierta mirada".

"Siempre es muy bueno que a uno le reconozcan su trabajo", comentó a la prensa el director tras recibir el galardón, al tiempo que reconoció que tiene "mayor afinidad" con la crítica que con el público.

Jauja,  una oda al paisaje solitario, es el sexto largometraje de Alonso, que cuenta la historia del capitán Gunnar Dinesen (Mortensen), un colono danés que emprende un viaje genocida por la Patagonia más solitaria, donde los uniformados intentan exterminar a los "cabezas de coco".

Rodado en formato diapositiva, el mismo que se emplea en la red social de fotografía Instagram,  el filme se centra en el paisaje, los planos fijos y la composición fotográfica que firma el finlandés Timo Salminen, autor de las imágenes de películas de su compatriota Aki Kaurismäki como Ariel o Le Havre.

"Es el más indicado par la película, el otro es más narrativo", comentó Alonso a la prensa en la ceremonia de entrega de premios, donde reivindicó su cine para minorías: "soy feliz con lo que hago y seguiré haciéndolo".

El director, que llevó su quinto largometraje a Cannes, un certamen que le trata con especial cariño, destacó que el cine "es un trabajo de grupo de veinte o treinta personas, no de jerarquía", mientras intentaba contactar con Mortensen para darle la noticia del galardón.

Los críticos premiaron además a Winter sleep, del turco Nuri Bilge Ceylan, como mejor filme en la competición oficial, y a Love at First Fight (Les Combattants), ópera prima de Thomas Cailley, mostrada en la "Quincena de realizadores", como mejor película de las secciones paralelas de Cannes.