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El viaje del papa Francisco a Tierra Santa. La distancia entre la religión y la diplomacia

  • Visitará Jordania, Palestina e Israel
  • Se reunirá con refugiados sirios
  • Le acompañan representantes de las comunidades judía y musulmana

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El papa Francisco comienza este sábado su visita de tres días a Tierra Santa

El papa Francisco inicia el sábado su primer viaje a Tierra Santa. En la audiencia general del miércoles el pontífice ha subrayado que será una visita “estrictamente religiosa”, una peregrinación que siguirá los pasos de la que ya hiciera Pablo VI hace exactamente 50 años.

A pesar de este declarado carácter religioso, el periplo diseñado y la comitiva que le acompaña, con representantes de la comunidad musulmana y judía, constituyen en si gestos de calado diplomático, una agenda medida hasta el último detalle por la política. 

Fuentes del patriarcado Latino de Jerusalén han admitido a Efe que cada punto de la visita fue discutido hasta la extenuación para cerrar el plan.

Una diócesis especial

Israel, Jordania, Cisjordania, Gaza y Chipre integran la diócesis de Tierra Santa. Un cóctel de territorios a cuya partición geopolítica contemporánea la Santa Sede no adaptó su administración religiosa por motivos históricos.

La visita tendrá como hitos principales dos misas multitudinarias, una en Jordania y otra en Palestina, A estos dos eventos se suma el encuentro ecuménico con el patriarca ortodoxo Bartolomeo I. 

Jordania es una tierra de mayoría musulmana pero con importantes raíces bíblicas. Según cifras oficiales, en el reino hachemí sólo un 5% de la población -calculada en unos 6 millones de habitantes- profesan el cristianismo, que tiene en el monte Nebo y en Betania sus principales lugares de peregrinación.

Por otro lado, repartidos por todo el territorio israelí viven actualmente entre 160.000 y medio millón de cristianos, según distintas estadísticas recogidas por la agencia Efe, cifra que excluye a los cerca de 50.000 que residen bajo gobierno palestino.

 

"No hay estadísticas oficiales (precisas) porque es una suma de todo tipo de comunidades que por un lado no son siempre reconocidas oficialmente y por el otro, en muchos casos, sus miembros no dicen abiertamente que son cristianos", explicó a Efe la periodista francesa Catherine Dupeyron, autora del libro "Cristianos en Tierra Santa: ¿desaparición o mutación?".

Gestos con los palestinos... 

El domingo, a las 8:30 de la mañana, hora local, el helicóptero papal entrará en Cisjordania a través de la frontera jordana y aterrizará en Belén sin pasar por Israel. Esto se interpreta como un reconocimiento implícito de Palestina como un estado observador, categoría avalada por la ONU en 2012 y compartida por El Vaticano, según informa, señala Yolanda Álvarez, corresponsal de TVE en Jerusalén.

“Teniendo en cuenta su carácter, su preocupación por todos los que sufren, estoy seguro de que dirá algo a favor de los palestinos que viven bajo la ocupación”, señala Jamal Jader, un religioso encargado de la coordinación de la visita, que espera una frase comprometida sobre la ocupación y el muro de separación, similar a las que dejaron Juan Pablo II y Benedicto XVI.

El itinerario aéreo del papa no solo expresará un reconocimiento mudo de Palestina. También será un reflejo de las tensiones que sobrevuelan la zona. Para que la entrada en Jerusalén –en la parte que los palestinos reclaman como capital del estado- se produzca desde territorio israelí, el pontífice deberá volar primero a Tel Aviv, dando un rodeo de 100 km.

En los días previos a esta primera visita del papa Francisco a Tierra Santa, los actos vandálicos de radicales judíos contra iglesias y propiedades palestinas, han tensado el ambiente. También han contribuido los rumores sobre un eventual pacto entre el Vaticano e Israel para la cesión del Cenáculo, en disputa desde hace dos décadas.

...Y con los israelíes

Fuentes diplomáticas israelíes han asegurado a Efe que el país “está satisfecho con el viaje de Francisco, que viene acompañado de un rabino”, y que los esfuerzos son máximos para garantizar la seguridad y la comodidad. Más de 8.000 agentes y miembros de otros cuerpos velarán por ello.

El lunes, día en el que los musulmanes celebran la milagrosa ascensión al cielo de Mahoma desde Jerusalén, Francisco se reunirá con el muftí de la ciudad en la disputada Explanada de las Mezquitas, y también rezará frente al Muro de las Lamentaciones, el lugar más sagrado del Judaísmo.

Después se reunirá con los dos principales rabinos y cumplirá con los actos protocolarios a los que el Gobierno israelí obliga a todo jefe de Estado: visita al Museo del Holocausto y homenaje en la tumba del fundador del sionismo, Theodor Herzl.

Luego departirá con el presidente de Israel, Simón Peres, en la sede de la presidencia, y recibirá al primer ministro, Benjamin Netanyahu, en la Iglesia de Notre Dame, situada en la zona que hasta 1967 separaba Jerusalén Este del resto de la ciudad y que es territorio del Vaticano.

Mensaje de paz

El papa también ha afirmado el miércoles que el segundo motivo de su viaje será "rezar por la paz en esa Tierra que sufre tanto". La búsqueda de la paz entre israelíes y palestinos, y también en Siria, serán los temas principales que abordará con las autoridades de los tres Estados que visitará.

El secretario de Estado vaticano, Pietro Parolin, ha explicado en una entrevista a la televisión del Vaticano que "el fruto" que se espera de este viaje es que el pontífice argentino "pueda ayudar a todos los responsables y a todas las personas de buena voluntad a tomar decisiones valientes en la vía de la paz".

Parolin ha recordado también las esperanzas de la Santa Sede en relación con el diálogo entre israelíes y palestinos: "El derecho de Israel de existir y de gozar de paz y seguridad dentro de las fronteras internacionalmente reconocidas y el derecho del pueblo palestino de tener una patria, soberana e independiente, el derecho de desplazarse libremente y el derecho de vivir en dignidad".