'Winter Sleep', del turco Nuri Bilge Ceylan, Palma de Oro de Cannes
- Narra con delicadeza y mucha profundidad la relación de una pareja
- El premio al mejor director fue para Bennett Miller por Foxcatcher
- Los de interpretación fueron para Julianne Moore y Thimoty Spall
La película Winter Sleep, del realizador turco Nuri Bilge Ceylan, de 55 años, se ha hecho con la Palma de Oro de la 67 edición del Festival de Cannes, que le ha sido entregada por Quentin Tarantino y Uma Thurman.
Un premio que Ceylan quiso dedicar "a la juventud turca, a los que han perdido su vida en los últimos años en las revueltas" organizadas contra el Gobierno del primer ministro turco, Recept Tayyip Erdogan.
Asimismo, ha destacado el hecho de ganar esta Palma de Oro en el año que se cumple el centenario del cine turco. "Es una bella coincidencia", ha asegurado Ceylan.
Un festival que siempre ha apreciado mucho el cine de este director, que en 2003 consiguió el Gran Premio del Jurado por Uzak; en 2008 el de mejor director por Tres monos y en 2011 de nuevo el Gran Premio del Jurado por Érase una vez en Anatolia.
Bella, intensa y larguísima película
Ahora consigue la Palma de Oro por una bella, intensa y larguísima película (195 minutos) que narra con delicadeza y mucha profundidad la relación de una pareja formada por un actor de teatro retirado y una joven que se siente perdida en su vida en la Capadocia turca.
Una historia inspirada en varios relatos de Anton Chejov y que se desarrolla en unos paisajes nevados que inducen a las largas conversaciones de la pareja y del protagonista (Aydin) con su hermana y otros personajes que componen un fresco de la Turquía rural actual.
La belleza y la dureza del paisaje de la Capadocia se convierte en un personaje especial de una película que es testigo de la conversión y de la apertura de Aydin hacia el mundo que le rodea.
Más premios en Cannes
El Gran Premio del Jurado fue para el naturalismo formal de la italiana Alice Rohrwacher por Le mereviglie; el de director para el estadounidense Bennett Miller por Foxcatcher; el de guión para el ruso Andrey Zvyagintsev, y los de interpretación para Julianne Moore, por Maps to the stars, de David Cronenberg, y Thimoty Spall por Mr Turner, de Mike Leigh.
La 67 edición se ha cerrado también con el reconocimiento del cine joven representado por el canadiense Xavier Dolan, que consiguió el Premio del Jurado por Mommy.
La presidenta del jurado de la competición oficial, Jane Campion, ha asegurado que la película de Ceylan es "una obra maestra" que podría haber seguido viendo durante horas y de Dolan ha afirmado que es un "genio" que ha creado una película "joven, moderna y fresca".
Thimoty, mejor actor
El británico Spall ha apuntado directamente al premio de interpretación desde el primer día del festival, cuando se proyectó la biografía de William Turner rodada por Mike Leigh.
Spall, de 57 años, que fue el más emotivo de la ceremonia de clausura, recordó que cuando el realizador consiguió la Palma de Oro por Secretos y mentiras, él no estuvo presente. El actor contó que tuvo la "mala educación" de desarrollar una leucemia, pero que tuvo esa misma "mala educación" de superarla, lo que le permitió ser hoy y por primera vez "la novia en la boda".
Más sorprendente fue el Gran Premio para Le meraviglie, un filme que caló hondo en otro del los miembros del jurado, Sofia Coppola, que destacó la delicadeza y la hondura de la propuesta de Alice Rohrwacher.
Por su parte, Bennett Miller aseguró que era "extremadamente gratificante" conseguir el premio al mejor director por Foxcatcher, una historia de deporte, amistad y complejos, con un sorprendente Steve Carell como protagonista.
El premio al mejor guión fue para el ruso Andrey Zvyagintsev por su filme Leviathan, una crítica sin contemplaciones al abuso de poder y a la corrupción.
Julianne Moore, mejor actriz
Y el de interpretación femenina para Julianne Moore, que no estaba presente, por su actriz descentrada y en pleno declive en Maps to the stars, que es lo mejor de una película a la que David Cronenberg no ha sabido darle el tono adecuado.
Unos premios bien repartidos pero en los que se echa de menos el filme Still the water, de la japonesa Naomi Kawase, que aparecía en todas las quinielas, algo que no le sucedía a Godard, con un filme que solo gustó a sus incondicionales.
Un palmarés siempre polémico que cierra una 67 edición de Cannes que ha mostrado un nivel medio bastante alto pero en el que pocas cosas han sorprendido realmente.