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La OIT calcula que el número de parados crecerá en 3,2 millones en 2014 en todo el mundo

  • Avisa de que 839 millones de trabajadores ganan menos de 1,4 euros al día
  • En los próximos cinco años habrá 213 millones de trabajadores nuevos

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SEl director general de la OIT, Guy Ryder, durante la presentación del informe anual sobre la situación del empleo del mundo, en la sede europea de las Naciones Unidas, en Ginebra (Suiza).
SEl director general de la OIT, Guy Ryder, durante la presentación del informe anual sobre la situación del empleo del mundo, en la sede europea de las Naciones Unidas, en Ginebra (Suiza).

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) estima que al final de este año habrá 3,2 millones de parados más en todo el mundo, de modo que el número de personas sin trabajo en el mundo rondará los 205 millones.

En el informe El trabajo en el mundo 2014: el empleo en el centro del desarrollo, este organismo espera que durante 2014 se registre un incremento menor del desempleo que en años precedentes.

Las estadísticas muestran que en 2013 el desempleo mundial se situó en "poco menos de 200 millones de personas" y los economistas de la organización "estiman que el desempleo va a aumentar en 3,2 millones en 2014". Esa tendencia continuará en los próximos cinco años, ya que el documento afirma que, "para 2019, y teniendo en cuenta las actuales tendencias, el número de parados alcanzará los 213 millones de personas".

Con respecto al porcentaje de personas desempleadas, la OIT prevé que se mantendrá estable en un 6% de la población activa hasta 2017.

Más flujos migratorios hacia el sur

La OIT estima que, durante los cinco próximos años, se incorporarán al mercado de trabajo unos 213 millones adicionales de personas y que el 90% de los empleos se crearán en países emergentes y en desarrollo, "para hacer frente a una población en edad de trabajar cada vez más numerosa", ya que 200 millones de esos nuevos trabajadores pertenecerán a países en desarrollo.

Esto significa que los países en desarrollo deberían crear 40 millones de empleos cada año, algo que, a entender de la OIT, tendrá un impacto "significativo" sobre los flujos de migración: se incrementarán los flujos de inmigración Sur-Sur, pero también se acentuará la incipiente tendencia de ver emigrantes de países ricos en naciones en desarrollo con economías en ebullición.

El informe del organismo vinculado a la ONU refleja que en 2013 un total de 231,5 millones de personas vivían en un país distinto al de su nacimiento.

Uno de los aspectos positivos destacados por la OIT es que el proceso de convergencia económica entre los países en desarrollo y las economías desarrolladas "ha cobrado impulso".

Los países subdesarrollados aumentan su renta per cápita

Entre 1980 y 2011, la renta per cápita de los países en desarrollo aumentó una media del 3,3% al año, una cifra muy superior al aumento medio del 1,8% registrado en las economías desarrolladas.

El informe también incide en la importancia de la apuesta por un empleo de calidad, y asegura que los países que más progresos han logrado son los que invierten en "empleo de calidad". "Los países que tuvieron especial éxito en reducir el efecto del empleo vulnerable a principios del decenio de 2000 registraron un notable crecimiento económico tras 2007", concluye el estudio.

Los economistas de la OIT destacan que en los países en los que el número de trabajadores pobres disminuyó más fuertemente desde principios del decenio de 2000, la renta por habitante aumentó un 3,5% de media entre 2007 y 2012.

En el caso de las naciones en que, desde principios de la década de 2000, la disminución de trabajadores pobres fue menor, la renta per cápita aumentó "solo" un 2,4%.

La mitad de los trabajadores, en situación laboral vulnerable

A pesar de estas tendencias positivas, más de la mitad de los trabajadores del mundo en desarrollo, cerca de 1.500 millones de personas, se encuentran en situación laboral vulnerable.De hecho,  la OIT calcula que unos 839 millones de trabajadores en los países en desarrollo ganan menos de 2 dólares al día (1,4 euros).

Ante esta realidad, para la OIT es fundamental promover una capacidad productiva diversificada, "en lugar de limitarse a liberalizar el comercio".

La OIT cree también que "es preciso fortalecer las instituciones del mercado de trabajo, en lugar de desoír las normas aplicables", y que se debe utilizar la protección social como impulsora del empleo de calidad y del desarrollo, "no únicamente como red de seguridad para la población más desfavorecida".

Además, se debe garantizar una "evolución equilibrada de los ingresos para evitar los perjuicios que acarrean las desigualdades", demandó la organización en su informe.

De hecho, el estudio destaca que la desigualdad cada vez mayor en los ingresos "es un hecho" que no afecta solo a las naciones en desarrollo sino también a los países desarrollados.