El excomandante guerrillero Sánchez Cerén toma posesión como presidente de El Salvador
- Su partido, el FMLN revalida la jefatura del Estado por otros cinco años
- El presidente del Parlamento le ha impuesto la banda presidencial
El excomandante guerrillero Salvador Sánchez Cerén ha asumido la presidencia de El Salvador para un segundo mandato consecutivo de cinco años del partido político Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), antes grupo guerrillero.
La banda presidencial le fue impuesta a Sánchez Cerén por el titular del Parlamento salvadoreño, Sigfrido Reyes, quien le tomó la promesa constitucional, en la ceremonia oficial que se celebró en las instalaciones del Centro Internacional de Ferias y Convenciones (CIFCO), en San Salvador.
El nuevo presidente salvadoreño ha afirmado en su discurso de investidura que gobernará "para todos", con un "compromiso irrenunciable con la justicia social", y que combatirá la corrupción. También destacó que "seguridad, empleo y educación" serán las "prioridades" de su gobierno.
Compromiso contra la corrupción
Sánchez Cerén, el primer exguerrillero en alcanzar la Presidencia salvadoreña, dijo recibir "con humildad y profundo respeto" la banda presidencial. "Los recursos del pueblo son sagrados" y sólo deben utilizarse "para el desarrollo y el bienestar del mismo", afirma.
El nuevo gobierno trabajará "por una mayor integración de nuestro país al mundo" y para "ampliar las relaciones comerciales", apunta. Sánchez Cerén subrayó su "compromiso de ejercer la Presidencia para todos los salvadoreños (...) aquí y en el exterior", y dijo que actuará "con honestidad, austeridad, eficacia y transparencia".
"Trabajaré incansablemente" para promover acciones que "faciliten" los "cambios estructurales que El Salvador necesita", recalcó el nuevo mandatario.
Remarcó que, al igual que en la administración de su predecesor Mauricio Funes, el espíritu del arzobispo de San Salvador asesinado en 1980, Oscar Arnulfo Romero, "también guiará a este nuevo gobierno".
Inclusión social
Sánchez Cerén aseguró que su gabinete "garantizará" la gobernabilidad, la inclusión social, la seguridad jurídica y otros beneficios para los salvadoreños e hizo un llamamiento a "una ciudadanía activa, que haga contraloría social, que exija compromisos éticos a sus funcionarios".
A la investidura de Sánchez Cerén han asistido los presidentes de Bolivia, Evo Morales; Ecuador, Rafael Correa; Costa Rica, Luis Guillermo Solís;de Guatemala, Otto Pérez Molina, y de República Dominicana, Danilo Medina, así como el príncipe de Asturias, en representación de España, y el presidente de la República Árabe Saharaui Democrática, Mohamed Abdelaziz.
Además, estuvieron presentes el primer ministro de Taiwán, Jiang Yi-huah; los vicepresidentes de Argentina, Amado Boudou; de Cuba, Salvador Valdés, de Perú, Marisol Espinoza; de Nicaragua, Omar Halleslevens; de Venezuela, Jorge Arreaza, y el viceprimer ministro de Belice, Gaspar Vega, así como un centenar de delegaciones internacionales.