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Los asalariados con convenio perdieron un 0,9% de poder adquisitivo en 2013, según el CES

  • Los salarios bajo convenio subieron solo un 0,57%, la mitad que en 2012
  • La desigualdad ha crecido por la crisis desde 2007
  • El 20% más rico multiplica por siete la renta del 20% más pobre

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El Consejo Económico y Social (CES) considera que ya es el momento de "cambiar de signo" y comenzar a contemplar el incremento salarial "donde sea posible", dado que desde el inició la crisis la participación de los salarios en la renta nacional disminuyó casi tres puntos.

Así lo ha expresado en rueda de prensa el presidente del CES, Marcos Peña, durante la presentación de la Memoria de 2013 que hace un diagnóstico de la situación económica y laboral, quien también ha confiado en que el nuevo acuerdo de la negociación colectiva, que suscriben patronales y sindicatos, sea "más flexible" en el tema salarial y la negociación en las empresas "al alza".

Peña, que ha comparecido en la rueda de prensa con el profesor Juan García Blasco, autor de la Memoria, ha añadido que en 2013 los salarios sujetos a convenios subieron un 0,57% y eso supuso una reducción del poder de compra del 0,9%.

Cuatro millones de puestos de trabajo perdidos

El presidente del CES cree que la recuperación "todavía está en la incubadora" y que "igual que la crisis ha sido dura y duradera, dura y duradera será también la recuperación y para ello hay que estar preparados".

A este respecto, recuerda que desde el inicio de la crisis, finales de 2007, España ha perdido cerca de 4 millones de trabajadores por lo que a un ritmo de unos 300.000 nuevos afiliados anuales podría necesitar más de una década para recuperar la situación previa a la crisis.

Pese a reconocer que aún hay demasiado paro, Peña ha considerado "buenísimo" que en mayo bajara en más de 111.000 desempleados. "Es un dato estupendo, me gustaría que todos los meses tuviéramos ese dato", ha dicho.

Sin embargo, ha criticado la "banalización" que se hace de estos datos al publicarlos 16 veces al año y al exigir una explicación categórica de los mismos una vez al mes. A su parecer, habría que ver un poco más la evolución para hablar de resultados.

En este sentido, el CES cree que un funcionamiento adecuado de las políticas activas de empleo, en sus vertientes de promoción y creación de empleo, intermediación y formación, es un "instrumento clave" para la dinamización del mercado de trabajo.

Aumento de las bases fiscales

Peña confía además en que aumenten las bases fiscales lo suficiente como para propiciar un ligero aumento de la presión fiscal sin necesidad de elevar la carga fiscal. En este sentido, ha considerado "muy respetable" que el  Gobierno quiera promover ahora un nuevo sistema fiscal basado en la suficiencia para financiar los servicios sociales.

Según el CES, la debilidad de la demanda interna continúa lastrando el crecimiento y frenando la creación de empleo, por lo que sigue siendo la gran fuente de preocupación de las empresas españolas, junto a la falta de crédito. De hecho, Peña ha asegurado que no se podrá considerar un éxito la reestructuración financiera hasta que el crédito vuelva a fluir.

Aunque la necesidad de corregir el endeudamiento externo obliga a dedicar esfuerzos para recuperar la competitividad exterior, el CES cree que la política económica debe orientarse decididamente a la reactivación de los mercados domésticos.

Además, Peña considera que una de las formas de reforzar la economía nacional es dejar de mirar al déficit coyuntural y centrarse en la reducción del déficit estructural de cada país.

Crece la desigualdad

La memoria también alerta sobre el incremento de la desigualdad, ya que en 2007 el 20% de los españoles más ricos tenían cinco veces más riqueza que el 20% más pobre y ahora la diferencia es de siete veces.

El final de la recesión no ha impedido el empeoramiento de la situación social en España, marcada por la persistencia del desempleo y el deterioro de los ingresos y las condiciones de vida de los ciudadanos, señala el CES.

Los datos más recientes revelan un aumento sin precedentes de los niveles de pobreza, exclusión social y desigualdad. De hecho, pone de manifiesto que la crisis entraña el riesgo de "cronificar" situaciones de pobreza que hasta ahora podían ser coyunturales. Critica que los dispositivos de los servicios sociales y las rentas mínimas de inserción son insuficientes para afrontar esta situación y están disminuyendo.

Recuperar el diálogo social

Por otro lado, el CES ha denunciado el balance que arroja el diálogo tripartito, con "escasos resultados". Así, hace una llamada para que el diálogo social se incorpore de manera efectiva y plena en los procesos de configuración de las políticas económicas y laborales.

De hecho, el CES cree que es necesario contar con la opinión y la búsqueda de consenso de los interlocutores sociales en torno a estrategias equilibradas para la salida de crisis y la paliación de sus consecuencias