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Hallan una gran "familia" de pterosaurios en China

  • Encuentran en Xinjiang (China) un yacimiento con cientos de ejemplares y huevos
  • El hallazgo sugiere que estos animales podrían tener un comportamiento gregario
  • Sus huevos se asemejan a los de las serpientes, aunque no están emparentados

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Recreación artística del Hamipterus. Chuang Zhao
Recreación artística del Hamipterus. Chuang Zhao.

La paleontología a veces sigue el rastro de ciertas especies de las que nos quedan pocos restos que estudiar. De algunos reptiles voladores, como los pterosaurios, dotados de un esqueleto ligero, no resulta sencillo hallar fósiles bien preservados que permitan sacar conclusiones sobre su forma de vida o morfología.

Sin embargo, paleontólogos chinos y brasileños han descubierto un yacimiento que permite arrojar algo de luz sobre estos parientes cercanos de los dinosaurios, cuya envergadura de alas podía variar de los 25 cm. hasta los 12 metros.

La excavación en la región china de Xinjiang ha permitido encontrar una acumulación excepcional de restos de una nueva especie de pterosaurios del Cretácico Inferior.

Hay cientos de individuos -machos y hembras- pero también los restos de los primeros huevos que conservan aún su forma tridimensional. Además, sugiere el hallazgo que estos animales podrían tener un comportamiento gregario, según describen los autores en un artículo que se publica en el último número de la revista Current Biology.

Parecido de los huevos con los de las serpientes

“Hasta el momento sólo se habían hallado cuatro huevos de pterosaurio en China y Argentina y todos conservados en dos dimensiones", asegura a Efe el autor principal de la investigación, Xiaolin Wang, del Instituto de Paleontología de Vertebrados y Paleoantropología de la Academia China de las Ciencias.

Sin embargo, estos, además de tener una capa de calcio, tienen también "otra membrana en la zona más profunda de la cáscara, lo que asemejaría el huevo del pterosaurio a los huevos “blandos” de las serpientes modernas", añade.

"El segundo punto de interés", cotinúa Wang, "radica en que, al hallar tantos individuos, hemos comprendido mejor que, en el caso de esta nueva especie, Hamipterus tianshanensis, la diferencia entre machos y hembras no viene sólo definida por la ausencia o presencia de cresta en el cráneo, sino que se observan más diferencias en el tamaño, forma y en la robustez de la cresta”.

Además, otra conclusión que se extrae de lo encontrado en el yacimiento es que podría tratarse de una colonia de individuos que anidaron en torno a un lago, lo que sugiere un comportamiento gregario en estos reptiles que vivieron hace 120 millones de años.

Conocimiento más preciso de estas poblaciones

Francisco Ortega, paleontólogo del Grupo de Biología Evolutiva de la UNED, cree que se trata de un interesante hallazgo por el número de ejemplares descubiertos y el tipo de información que facilitan.

“Frecuentemente, la información con la que contamos los paleontólogos para la reconstrucción de algunos grupos de vertebrados mesozoicos es escasa. De muchos de los organismos descritos tan sólo se conoce un único ejemplar o, con suerte, un conjunto escaso de restos dispersos. Esto permite identificar la especie de forma más o menos inequívoca, pero no permite una aproximación precisa a la composición de sus poblaciones, ni a los límites morfológicos de las especies", explica Ortega.

"De forma simple, el ex jugador de la NBA Shaquille O’Neal, Lady Gaga y yo pertenecemos a la misma especie, pero ocupamos áreas tan extremas de la variabilidad morfológica de nuestro grupo zoológico que si un paleontólogo alienígena nos analizase de forma aislada tendría algunos problemas para relacionarnos”, pone como ejemplo.

Respecto a los huevos, “en el artículo, los autores atribuyen a Hamipterus cinco huevos del yacimiento corroborando una conclusión llamativa, que presentan semejanzas con los de “cáscara blanda” de algunos lagartos y serpientes, con los que evidentemente no están cercanamente emparentados.

Pero además, este tipo de cascaras apergaminadas refuerzan la idea de que los pterosaurios no incubaban sus huevos, sino que los enterraban en el suelo o los cubrían de vegetación”, añade Ortega.