Enlaces accesibilidad

Vodafone revela que varios gobiernos espían las conversaciones de sus clientes

  • La empresa hace estas revelaciones en un informe
  • No obstante, no especifica cuáles son por miedo a represalias
  • Varias organizaciones aseguran que se trata de un "escenario de pesadilla"

Por
Vodafone revela que en seis países hay sistemas de vigilancia estatal secreta a sus redes
Vodafone revela que en seis países hay sistemas de vigilancia estatal secreta a sus redes

La compañía de telecomunicaciones británica Vodafone ha revelado este viernes en un informe la existencia de un sistema de espionaje por parte de los Gobiernos de seis de los 29 países en los que opera con el que han tenido acceso directo a datos almacenados en sus redes a través de unos cables, por lo que pueden tener una vigilancia "permanente de las comunicaciones de sus clientes".

La compañía ha roto el silencio y ha denunciado que los cables de estos seis gobiernos están conectados a sus redes y les permiten escuchar y grabar conversaciones, aunque no menciona de qué países, porque asegura que en ciertos países podría recibir represalias.

Según el documento, titulado Informe de Aplicación de la Ley de Divulgación, en algunos países la compañía está obligada por ley a desvelar información sobre sus clientes o de lo contrario los Gobiernos pueden retirarle la licencia para operar.

En Albania, Egipto, Hungría, India, Malta, Qatar, Rumania, Sudáfrica y Turquía, es ilegal revelar cualquier información relacionada con las escuchas telefónicas o la interceptación del contenido de las llamadas telefónicas y mensajes, incluyendo la existencia de tales capacidades.

Vodafone facilita telefonía móvil en 29 países, y al 31 de marzo de 2014 tenía 434 millones de clientes. El informe especifica algunas de las interceptaciones legales en los países en los que opera, aunque aclara que en algunos no pueden ser publicados ya que no ha sido autorizada a hacerlo. Según ese documento, en España el Gobierno ha solicitado acceso a 48.679 metadatos y 24.212 contenidos de comunicaciones en 2013.

Una habitación cerrada

El informe ha sido adelantado y publicado por el diario británico The Guardian, que asegura que Vodafone no es la única empresa sometida a estos sistemas de cables directos. Conforme a lo publicado por el diario, esos sistemas no requieren ningún tipo de garantías, y las empresas no tiene información sobre la identidad o números de los clientes que han sido ‘monitorizados’.

Fuentes de la industria han asegurado que, en algunos casos, el equipo para el sistema de acceso se encuentra en una habitación cerrada de sus estancias centrales. El personal que trabaja en esas habitaciones puede ser, incluso, personal de la propia empresa, al que les está prohibido discutir cualquier aspecto de su trabajo con el resto de la empresa.

Vodafone asegura que exige a todos sus empleados que cumplan con el código de conducta de la empresa, pero este secreto implica que no siempre se pueda verificar lo que hacen.

“Escenario de pesadilla”

Las organizaciones defensoras de la intimidad de los ciudadanos han admitido que se trata de un “escenario de pesadilla". "El que los Gobiernos tengan acceso a las llamadas telefónicas haciendo accionar un interruptor no tiene precedentes y es aterrador", ha apuntado la directora de la organización defensora de los derechos civiles, Shami Chakrabarti.

"Nunca hubiera pensado que las telecom (las compañías de telecomunicaciones) pudieran ser cómplices. Es un paso valiente por parte de Vodafone y esperamos que otras empresas sean más valientes con más revelaciones", ha añadido el director de la organización Privacy International, Gus Hosein.

Esta información sale a la luz después de que el exagente de la Agencia de Seguridad de Estados Unidos (NSA) Edward Snowden denunciase el año pasado el alcance de las tareas de espionaje de EE. UU. y el Reino Unido de millones de personas.

Esto causó una gran conmoción en todo el mundo al conocerse la vigilancia sistemática de EE. UU. de los teléfonos de ciudadanos y a través de Internet, mientras que Snowden se vio obligado a buscar refugio en Rusia.