Al menos 27 muertos en un ataque talibán al aeropuerto de Karachi, el mayor de Pakistán
- El asalto, reivindicado por islamistas, ha durado unas 12 horas
- Otras 22 personas han muerto en un ataque contra chiíes en Baluchistán
Al menos 27 personas han muerto en un ataque en el aeropuerto internacional de Karachi, el mayor de todo Pakistán, una acción reivindicada por los talibanes, que dan un nuevo salto en su ofensiva contra el Gobierno de la república islámica.
Según la Policía, los atacantes entraron antes de la medianoche en el recinto y, según medios locales, lo hicieron disfrazados con uniformes del cuerpo de seguridad aeroportuaria con tarjetas de identidad falsas y comenzaron a lanzar granadas.
Durante toda la madrugada de este lunes se han registrado disparos y explosiones en la instalación. Unas 12 horas después (primera hora de la mañana en la España peninsular), un portavoz de la fuerza paramilitar de Karachi citado por AFP daba por controlada la situación con la muerte de todos los asaltantes, entre 10 y 13, según las fuentes.
Demostración talibán
Además de los atacantes, han muerto nueve miembros de la seguridad del aeropuerto, tres de las fuerzas de seguridad y cinco trabajadores de las instalaciones del aeropuerto de la ciudad meridional, informa Efe citando fuentes oficiales. Además, al menos 20 personas han resultado heridas, varias de ellas de gravedad.
Al parecer, ningún avión ha resultado dañado. El aeropuerto de Karachi fue cerrado al tráfico y se espera que reabra a lo largo del día mientras los aeródromos del país están en máxima alerta.
Según ha informado a Reuters el oficial de policía de alto rango Raja Umar Khattab, los atacantes se dividieron en grupos de dos para realizar el asalto. "Ellos operaban de dos en dos. Por eso que se encontraron sus cuerpos acostado en parejas ", ha apuntado." Parece que hubo un poco de mala planificación por su parte. Lanzaron dos proyectiles pero no alcanzaron sus objetivos", ha añadido.
Este ataque a una instalación civil es una de las mayores acciones de los últimos años a cargo de la insurgencia, que hace tres años lanzó un audaz ataque contra una base aérea en Karachi en un asalto que duró 17 horas y dejó una veintena de muertos. Karachi es la ciudad más poblada de Pakistán, con cerca de 20 millones de habitantes, y la que mayor índice de muertes violentas registra en el país, debido al crimen organizado, la violencia sectaria y los grupos insurgentes.
"Es solo un ejemplo de lo que somos capaces de hacer"
Un portavoz del principal grupo talibán del país, el TTP, ha reivindicado la autoría del ataque y lo ha justificado como una "reacción al asesinato de gente inocente en los bombardeos (del Ejército) en las aldeas", que se suceden con frecuencia. "Hemos efectuado este ataque como un mensaje al Gobierno de Pakistán de que aún estamos vivos", ha afirmado el portavoz Shahidulá Shahid, cuya organización se ha visto sacudida por las disensiones internas y la marcha de casi la mitad de sus 10.000 integrantes, informa Efe.
Citado por el diario local Dawn, el portavoz talibán ha afirmado que el ataque de este lunes estaba planeado desde hace tiempo pero que se había pospuesto a causa del fallido proceso de diálogo iniciado por los insurgentes y el Gobierno el pasado mes febrero. Otro portavoz talibán han comentado a Reuters que el ataque se ha llevado a cabo en respuesta a los ataques aéreos a sus bastiones de la frontera con Afganistán.
“El objetivo principal de este ataques era dañar al Gobierno, con medidas como el secuestro de aviones o la destrucción de sus instalaciones”, ha comentado el portavoz de la organización, Shahidullah Shahid. “Este es solo un ejemplo de lo que somos capaces de hacer y de lo que queda por venir. El Gobierno tiene que prepararse para peores ataques”, ha añadido.
Tras el fracaso de las conversaciones, el Ejército lanzó hace unas semanas una serie de bombardeos en bastiones talibanes del cinturón tribal que acabaron con la vida de un centenar de milicianos y que forzaron a muchos yihadistas a refugiarse en el vecino Afganistán.
Atentado contra peregrinos chiíes
En otro extremo del país, en la región de Baluchistán (cerca de la frontera con Irán), al menos 22 peregrinos chiíes han muerto en un atentado suicida en Taftan (suroeste). El ataque se ha producido cuando diez autobuses con peregrinos cruzaron la frontera procedentes de Irán y aparcaron frente a los hoteles donde tenían previsto pasar la noche, según ha indicado una fuente oficial al diario local Dawn.
El secretario del Interior de la provincia de Baluchistán, Akbar Hussain Durrani, ha señalado que hubo varias explosiones y disparos, hasta que las fuerzas de seguridad de la frontera lograron controlar la situación.
En la misma provincia murieron el pasado sábado al menos diez integrantes de grupos armados durante una operación del Cuerpo de Fronteras paquistaní para erradicar a bandas armadas. Mientras que el viernes otros 30 milicianos murieron en una operación de las autoridades paquistaníes contra grupos armados nacionalistas de esta provincia.
Fronteriza con Afganistán e Irán, Baluchistán es la región más extensa y menos poblada de Pakistán y es escenario de ataques habituales de grupos secesionistas, milicias islamistas y redes mafiosas que operan en todo el país.