El primer ministro Thaci renueva su tercer mandato al frente del gobierno de Kosovo
- El PDK ha logrado el 30%, por delante de la Liga Democrática (LDK)
- La participación, del 43%, ha sido más baja que en los últimos comicios
- El paro, la corrupción y los presuntos crímenes de guerra marcan el futuro
El partido del primer ministro de Kosovo, Hashim Thaci, se ha proclamado vencedor por un tercer manato en las elecciones celebradas este domingo. Unos comicios marcados por una baja participación en una sociedad frustrada por la pobreza y la corrupción que se enfrenta a la investigación de presuntos crímenes de guerra a finales de los años 90.
Con más del 70% del escrutinio realizado, el Partido Democrático de Kosovo (PDK) se hace con el 30% de los votos por delante de su rival, la Liga Democrática de Kosovo (LDK), que ha obtenido en 26%.
Thaci se ha mostrado dispuesto a formar coalición con pequeños partidos y la minoría étnica serbia para asegurar un tercer mandato consecutivo de cuatro años en el poder. Sin embargo, esta confianza en otros podría limitar la efectividad de su gobierno.
“Esta noche, Kosovo ha ganado. Desde mañana empezaremos a trabajar en nuestra nueva misión”, ha declarado Thaci a sus seguidores en Pristina, la capital. “Le diremos al mundo que la independencia de Kosovo es solo el principio, no el final”, ha sentenciado.
La participación fue inferior a la del 2010
La participación, de tan solo en 43%, refleja la frustración que recorre este país balcánico en el que 1,8 millones de ciudadanos con derecho a voto estaban llamados a las urnas para elegir a los 120 diputados del Parlamento entre candidatos de 30 partidos y coaliciones.
Estas son las segundas parlamentarias desde que Kosovo proclamó unilateralmente en 2008 su independencia de Serbia, reconocida por más de cien países, entre ellos Estados Unidos y la gran mayoría de los Estados de la Unión Europea.
Las elecciones se han celebrado con calma y sin problemas, aunque con algunas irregularidades, según han denunciado las ONG.
La comunidad internacional ha exigido a las autoridades de Pristina que las elecciones sean justas y se celebren en un ambiente democrático, tras la denuncia de graves manipulaciones en los comicios de 2010.
Miles de observadores supervisaron la votación
Miles de observadores nacionales y extranjeros, entre ellos de la UE y la OSCE, supervisaron la votación, mientras que la Policía kosovar, la misión civil europea Eulex y la fuerza internacional KFOR de la OTAN se encargaban de la seguridad.
La minoría serbia se presentó con la Lista Srpska, apoyada por Belgrado y compuesta por tres partidos, entre ellos el Liberal Autónomo (SLS) que forma parte del actual Gobierno de coalición kosovar. La participación entre los serbios se situó en el 32,84 %.
Las elecciones se convocaron más de medio año antes de lo previsto, después de que el Parlamento se disolviese a comienzos del pasado mayo tras meses de parálisis en la labor legislativa.
En la corta campaña, de solo diez días, los principales asuntos han sido las medidas para favorecer el crecimiento económico, algo importante en un país con un paro oficial del 35 %, y la lucha contra la corrupción y la delincuencia.
Un gobierno marcado por los crímenes de guerra
El próximo Gobierno deberá soportar de inmediato la presión de Occidente en la investigación de crímenes de guerra que amenza con poner contra las cuerdas a antiguos compañeros de armas del primer ministro Thaci.
Se espera que en pocas semanas una fuerza especial de la Unión Europea establezca las líneas maestras de la investigación que pretende comprobar las alegaciones que aseguran que la guerrilla de Kosovo se apoderó de órganos de prisioneros serbios para luego venderlos en el mercado negro entre 1998 y 1999.
La investigación se producirá tras un informe realizado por Dick Marty para el Consejo de Europa que apunta directamente a Thaci y otros exrebeldes entre los que aparecen miembros del PDK y candidatos al Parlamento.
Por su parte, Thaci ha negado las acusaciones y las ha tachado de ultraje. Un intento de empañar la lucha albano-kosovar por la libertad en la que, de forma eventual, se produjo el apoyo aéreo de la OTAN.
Thaci era uno de los líderes del Ejército de Liberación de Kosovo que tomó las armas a finales de los 90 para romper con el régimen represivo de Serbia bajo Slobodan Milosevic.
Trabajo y corrupción, problemas del presente
Más ceñidos al momento actual que atraviesa el país, el nuevo gobierno de Kosovo deberá afrontar los problemas del paro y la corrupción que han retenido a parte del electorado lejos de las urnas.
Se espera que la economía del país crezca un 3% guiada por la construcción y las remesas de los trabajadores en el extranjero. Sin embargo, ni este estímulo es suficiente para absorber los miles de demandantes de empleo que se suman a las filas del paro cada año en el país más joven de Europa.
Por otra parte, dos meses después de las pasadas elecciones, el gobierno de Thaci elevó los salarios en el sector público, las pensiones y los seguros sociales un 25%. Una medida que afectó directamente a 240.000 profesores, médicos, policías, pensionistas y otros miembros de las sociedad que se beneficiaron indirectamente.
En la actual campaña, Thaci ha prometido hacer lo mismo cada año si llega a la presidencia.
“Si siguen por este camino será un placer volverlos a tener en el poder”, ha declarado a Reuters un profesor de 56 años.
Sin embargo, otros ciudadanos no tienen expectativas tan altas. “Lo único que espero de ellos es que no roben o contraten a sus tías”, ha declarado a la agencia Valbona Bajraktari, una mujer desempleada de 37 años.
Quince años después de la guerra que asoló el país, Kosovo se encuentra en la lista de los países más pobres de Europa. Un tercio de su población en edad de trabajar no tiene empleo y la corrupción es una de las mayores preocupaciones de la población.