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La sonda Rosetta se acerca cada vez más al cometa 67P, al que llegará en agosto

  • La sonda de la ESA aminora su velocidad para llegar a la órbita del cometa
  • Se prevé que llegue en agosto y que la sonda Philae aterrice en noviembre
  • Los técnicos de la ESA lo tienen todo previsto para las delicadas maniobras

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Comienza la cuenta atrás de una de las operaciones científicas más audaces de la Agencia Espacial Europea

La sonda Rosetta de la Agencia Espacial Europea (ESA), que ha estado viajando por el Sistema Solar durante diez años a la espera de completar su misión, continúa cumpliendo las fases de acercamiento a su objetivo, el cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko.

En un encuentro con periodistas en la sede española de la ESA en Villanueva de la Cañada (Madrid), los coordinadores de la misión han explicado los detalles técnicos y científicos del programa, así como el tremendo reto al que se enfrentará la sonda el próximo mes de noviembre.

Y es que Rosetta lanzará sobre la superficie del cometa una sonda que lleva adosada, Philae, que está previsto que se enganche con dos arpones y comience a estudiar la composición y estructura del 67P. Mientras, Rosetta continuará orbitando alrededor del cometa y lo acompañará en su viaje hacia el Sol.

Acercamiento al cometa 67P

El coordinador de Operaciones Científicas de Rosetta de la ESA, Laurence O'Rourke, ha señalado que, desde principios de mayo, la nave está reduciendo su velocidad. El objetivo es ir bajando de los 800 m/s y permitir así la llegada de la sonda a la órbita del cometa.

Está previsto que Rosetta se encuentre a una distancia de unos 100 kilómetros del 67P en agosto. En ese momento la sonda empezará a hacer unas maniobras de aproximación -con forma triangular- hasta llegar a unos 30 kilómetros del cometa, previsiblemente el 11 de septiembre.

A partir de ese momento, Rosetta orbitará en círculos alrededor del 67P y aprovechará para mapear y estudiar su superficie con la finalidad de obtener diversas alternativas de lugares en los que aterrizar en noviembre.

O'Rourke ha destacado que el Centro de Operaciones de la ESA en Alemania ha definido las trayectorias que seguirá la sonda en base a un análisis de éxitos y errores de misiones anteriores.

El reto de aterrizar sobre el cometa

Cuando Rosetta se encuentre a 10 kilómetros del cometa, esta lanzará a la pequeña sonda Philae sobre un lugar que aún está por determinar. El coordinador de Operaciones Científicas ha señalado que existe un grupo específico de ingenieros y científicos que decidirá el punto exacto de aterrizaje -de entre cinco lugares candidatos- en octubre.

Philae, provista de unas patas, contará además con dos arpones que la ayudarán a 'engancharse' a la superficie del cometa, una maniobra no exenta de riesgos. También supone un hito en la misión y en la historia de la exploración planetaria, puesto que nunca se ha intentado algo así, ha señalado la ESA.

Por otra parte, los técnicos tienen más de un plan alternativo para afrontar posibles problemas, como que hubiera un escape de gas en el punto en el que se pose la sonda.

"Estamos preparados para una situación en la que el cometa esté más activo de lo que pensamos. Hay posibilidades de que haya explosiones en su superficie, pero Rosetta ha resistido durante diez años y 31 meses de hibernación, por lo que creemos que puede aguantar", ha defendido Laurence O'Rourke.

Este técnico ha apostillado: "Queremos que la misión dure el mayor tiempo posible, hasta finales de 2015". Y es que, aunque Philae probablemente no resista el paso por la órbita solar, Rosetta se irá distanciando del cometa y está previsto que aguante unos tres meses, gracias a los paneles solares que la proveen de energía.

La misión científica de Rosetta

Todos estos años de espera, en los que Rosetta ha ido ofreciendo valiosos datos para conocer otros asteroides, cometas y planetas -como de Marte (2005), el asteroide Otawara (2006) o Lutetia (2010)-, tiene varios grandes objetivos científicos.

Según ha explicado Michael Küppers, del Centro Astronómico Espacial Europeo, cuando Rosetta llegue al 67P, estudiará la estructura y composición del núcleo del cometa -formado por hielo y polvo- para confirmar si son las mismas características de los bloques que formaron los planetas hace 4.000 millones de años y, por tanto, el origen del Sistema Solar.

Para ello, las cámaras que lleva Philae estudiarán la superficie con una resolución de aproximadamente 10 centímetros y se hará una tomografía del núcleo.

Asimismo, buscan contrastar varias hipótesis. Por un lado, saber si el agua llegó a la Tierra por el choque de muchos cometas. Para ello, Philae tomará muestras y las analizará en su laboratorio interior in situ para compararlas con el agua de los océanos.

Otra hipótesis que buscan confirmar es saber si podrían haber caído en nuestro planeta las moléculas orgánicas que formaron la vida procedentes de los cometas. Para ello estudiarán la composición del cometa 67P.