La Oficina Europea de Patentes estima que las industrias que las registran aportan el 14% del PIB
- La EPO estudia el peso de la innovación en el PIB de la UE
- Creen que es "absolutamente necesario" reindustrializar Europa
- Alertan de que el avance en innovación en el sudeste asiático superará a Europa
La Oficina Europea de Patentes (EPO) ha centrado la celebración de su Premio al Inventor Europeo 2014 en la defensa de la innovación como motor de la economía en Europa.
La institución estima que entre otoño de 2012 y primavera de 2013 las industrias que registraron patentes de forma intensiva generaron el 16% de los empleos de la UE -un 10% directos y un 6% indirectos- y que aportaron el 14% del Producto Interior Bruto europeo.
Competidores del sudeste asiático
Según apuntó el director de Comunicación de la EPO, Oswald Schröder, en una jornada sobre patentes europeas e innovación en Berlín, China y Corea han incrementado su número de patentes registradas, especialmente desde 2009, superando a Japón, Estados Unidos y Europa.
“China y Corea están superando a Europa, Japón y EE. UU. en solicitudes de patentes“
Estos cuatro países y Europa conforman el denominado IP5, un grupo que coopera uniendo los esfuerzos de sus oficinas de registro de patentes, que son las que mueven más volumen de solicitud de patentes del mundo (gráfico).
En este sentido, Schröder sentenció que China ya no es un país exclusivamente dedicado a imitación de productos y que están despuntando en cuanto a innovación se refiere.
"Son muy buenos en muchos campos, pero sobre todo en tecnologías de la comunicación. Ahora muchos productos, como las baterías o las pantallas LED, vienen del sudeste asiático", apuntó y añadió: "Durante muchos años, en Europa se ha pensado en deslocalizar, pero la innovación viene de hacerla uno mismo, es absolutamente necesario reindustrializar Europa".
Dispositivos para enfermedades del corazón
Para ilustrar esta idea, la EPO acompañó a los periodistas invitados a los actos de los Premios al Inventor Europeo 2014 a Berlin Heart, una empresa que desarrolla, produce y comercializa sistemas mecánicos de apoyo circulatorio para personas con enfermedades de corazón. Sus dispositivos se usan como alternativa al trasplante o durante el tiempo de espera de los pacientes que necesitan un trasplante.
Los dispositivos que fabrican son intra y extracorporales; estos últimos van unidos por cánulas a dos tipos de unidad de control y sus baterías, una que el usuario puede transportar consigo y otra que solo se usa en hospitales.
“Berlin Heart trabaja con casi 200 hospitales de numerosos países“
La parte del dispositivo que se inserta en el corazón humano está formada por silicona y titanio -algunas partes son importadas-, y los componentes se ensamblan de forma manual en los laboratorios propios en los que trabaja personal especializado. Es un arduo proceso que dura semanas con el objetivo de conseguir que el sistema sea completamente seguro para los pacientes.
Berlin Heart trabaja con casi 200 hospitales de numerosos países y es líder en el campo de dispositivos para niños enfermos de corazón. Ahora llevan dos años investigando un nuevo dispositivo extracorporal, más ligero y con ruedas, para que los pacientes puedan tratarse en casa en lugar de en el hospital.
Potenciar las startups
El director ejecutivo de la incubadora de empresas de nueva creación (startups en inglés) alemanas UnternehmerTUM, Helmut Schönenberger, impartió una charla en la que instaba a "escalar el capital riesgo.
Destacó que incubadoras como 22@Barcelona y otras ubicadas en Bélgica o Reino Unido ayudan a los jóvenes empresarios a conseguir startups con capacidad para crecer. "Con 16 millones se puede crear un centro de emprendizaje con todas las infraestructuras", explicó, haciendo referencia al centro que tienen en Múnich, en el sur de Alemania.
“No pasa nada por no tener éxito, te caes y luego te levantas de nuevo“
"Si en 10 años Europa no toma esta dirección, habremos perdido carrera. Los americanos y chinos lo están haciendo muy bien", sentenció Schönenberger, quien también señaló como punto clave para avanzar en Europa incorporar la 'cultura del fracaso': "No pasa nada por no tener éxito, te caes y luego te levantas de nuevo. Las personas innovadoras que han fracasado están mejor valoradas por las grandes empresas", apuntó.