Francia elige la oferta de General Electric por Alstom a cambio de mantener el empleo en el país
- Crearán tres empresas: de energía nuclear, redes eléctricas y renovables
- El Estado francés se hará con el 20% del capital de Alstom
- Francia se asegura un derecho de veto sobre las decisiones del grupo
El ministro francés de Economía, Arnaud Montebourg, ha anunciado que el Ejecutivo opta por la oferta de la estadounidense General Electric (GE) sobre las actividades energéticas de Alstom, pero con duras condiciones para mantener la inversión y el empleo en Francia.
Montebourg lo ha comunicado tras haberse reunido junto con el presidente, François Hollande, con los dirigentes de General Electric, por un lado, y por otro con los del grupo alemán Siemens y el japonés Mitsubishi, que habían hecho otra oferta alternativa.
El ministro ha dicho que el Estado se hará con el 20% del capital de Alstom, lo que le convertirá en el principal accionista del grupo, y garantizará, ha añadido, que se mantenga el empleo y la inversión en territorio francés.
"Supone el retorno del Estado francés a la política industrial del país", ha dicho el ministro.
Alstom y General Electric crearán tres empresas conjuntas
Alstom y General Electric crearán tres empresas conjuntas que englobarán las actividades de energía nuclear de ambos grupos, de redes eléctricas y de renovables, ha precisado Montebourg.
La oferta de GE, que tendrá que ser aprobada por el consejo de administración de Alstom que se reunirá antes del lunes próximo, valoraba estas actividades en 12.350 millones de euros.
El acuerdo prevé también la posible compra por Alstom de las actividades de señalización de transportes de General Electric por unos 1.000 millones, ha indicado Montebourg.
El primer ministro francés, Manuel Valls, ha confirmado esta elección y ha asegurado que la alianza "creará un gran líder en el mundo con gran importancia en los sectores de la energía, las renovables y los transportes".
"Es una victoria colectiva de Francia", ha dicho el jefe del Gobierno, que maniobró inicialmente para frenar la oferta de General Electric.
Para ello, el Ejecutivo francés hizo entrar en competencia a Siemens, aliado posteriormente con Mitsubishi, para asegurarse una subasta que incrementara el precio.
Mantener el empleo e inversión, la clave
De esta forma, el grupo estadounidense no solo se ha visto obligado a incrementar su precio inicial, sino que además ha tenido que renunciar a su proyecto de absorción de Alstom para conformarse con la creación de una empresa conjunta que englobe las actividades energéticas de ambos grupos.
A partir de ahí, París ha trabajado para obligar a General Electric a aceptar sus condiciones sobre el mantenimiento del empleo, la inversión y las sedes en territorio francés.
Montebourg ha detallado algunas de las condiciones impuestas, "duras pero necesarias", según ha dicho, para mantener la independencia energética francesa, el empleo y las sedes de decisión del conglomerado en Francia.
Además de ser el principal accionista de Alstom, el Estado se asegura un derecho de veto sobre las decisiones del grupo y la posibilidad de aprobar el nombramiento de la mitad del consejo de administración del nuevo conglomerado, además de su presidente.
GE deberá comprometerse a mantener la actual plantilla del grupo y a crear 1.000 empleos suplementarios so pena de una penalización financiera en caso de incumplimiento de ese punto, ha explicado Montebourg.
Todo ello gracias al decreto adoptado en mayo pasado que permite la intervención del Estado en los sectores estratégicos frente a grupos extranjeros.
Especial atención prestará el Estado francés a no perder la propiedad intelectual de la tecnología desarrollada por Alstom, en particular en el terreno nuclear, donde el industrial es uno de los principales fabricantes de centrales atómicas conjuntamente con los también franceses EDF y Areva.