Este sábado empieza el verano de 2014, que estará marcado por dos intensas lluvias de meteoros
- Las delta Acuáridas, en julio, se verán mejor que las Perseidas
- El sábado será el día con más duración entre la salida y la puesta del Sol
- En noches oscuras se pueden intentar ver nebulosas
El verano astronómico comienza este sábado 21 de junio a las 12:51 hora peninsular española (11.51 h en Canarias), según ha informado el Observatorio Astronómico Nacional (IGN).
La estación, que durará 93 días y 15 horas y por tanto finalizará el 23 de septiembre con el comienzo del otoño, estará marcada por dos lluvias de meteoros que se podrán ver sin telescopio, las delta Acuáridas (alrededor del 30 de julio) y las conocidas Perseidas (sobre el 12 de agosto).
Estas últimas, sin embargo, no tendrán una situación de observación favorable, puesto que coincidirá con la luna en fase cercana a la luna llena.
Días más largos
En cuanto al verano como estación, el IGN prevé que comience entre el 20 y el 22 junio, cuando el Sol alcance su máxima declinación Norte y su altura máxima al mediodía no cambie, fenómeno llamado solsticio ('Sol quieto') de verano.
Asimismo, este sábado será el día que tenga mayor duración entre la salida y la puesta del Sol. En Madrid, por ejemplo, durará 15 horas y 3 minutos -el día más corto, el 21 de diciembre, durará 9 horas y 17 minutos-. La duración en cada punto geográfico dependerá de su latitud.
El IGN apunta que el día en el que el Sol salió más pronto fue el 14 de junio, mientras que el día en el que el Sol se pondrá más tarde será el 27 de junio.
Planetas, constelaciones y otras observaciones
Aunque este verano no habrá eclipses, se podrán observar constelaciones -agrupaciones ficticias de estrellas- alrededor de la estrella Polar durante la noche: Casiopea, Cefeo, el Cisne, el Dragón y las dos Osas.
De Este a Sur a Oeste se verán Pegaso, el Aguila, la Coronal Boreal y la Cabellera de Berenice. Cerca del horizonte se verán a lo largo de la noche algunas de las constelaciones zodiacales, de la Virgen a Acuario, esta última ya cerca del amanecer.
Entre las estrellas más brillantes visibles en esta época destacan las que constituyen el 'triángulo del verano': Altair (en el Águila), Deneb (en el Cisne) y Vega (en la Lira).
Como luceros vespertinos tendremos a Marte y Saturno, y como luceros matutinos Venus y, a partir de agosto, Júpiter. Asimismo, con grandes prismáticos o un pequeño telescopio, dotados de un filtro lunar adecuado, se puede observar el relieve de la luna.
Para tener una buena visión de él, avisa el IGN, "conviene ir observándolo noche tras noche mientras va creciendo la iluminación de la luna, pues así se ven aparecer nuevos accidentes orográficos".
Cuando la noche es más oscura por haber luna nueva, se puede intentar ver nebulosas de emisión, como la Laguna, Omega o la Trífida, y nebulosas planetarias como el Anillo en la constelación de Lira o las Pesas en la Raposa.
Con prismáticos también se pueden ver las lunas más brillantes de Júpiter (cuando es visible) y se puede hacer un recorrido por la franja estrellada que constituye la Vía Láctea.
Alta actividad magnética solar
Por otra parte, el IGN señala que, aunque difícil de predecir, la actividad magnética solar durante el verano será "probablemente alta", dada la proximidad del máximo solar que estaba previsto para abril de este año.
Según las estimaciones realizadas por NOAA y Space Weather Prediction Center, durante el verano el número de manchas solares -como se caracteriza la actividad solar- podría alcanzar valores entre 67 y 92.
Según explica el IGN, en la Tierra la actividad que tiene lugar en la superficie del Sol -de manchas, fulguraciones y protuberancias-, se aprecia en alteraciones en la propagación de las ondas de radio y en una mayor presencia de auroras polares.