Sus eternas majestades... The Rolling Stones
- La banda inglesa ofrece este miércoles en Madrid su único concierto en España
- Los Stones han agotado las entradas en todos los conciertos de su gira europea
- Una biografía sobre Mick Jagger descubre facetas inéditas del vocalista
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The Rolling Stones, la banda más grande sobre la faz de la tierra, aterriza este miércoles en Madrid para ofrecer un único concierto en España dentro de su gira "14 On Fire", en la que será su vigésimo segunda actuación en nuestro país. Poco importa que sus integrantes hayan superado ampliamente la edad de jubilación (los cuatro miembros suman 285 años) o que no hayan publicado un disco realmente influyente desde mediados de los 70: la expectación es tan grande que han colgado el cartel de "no hay entradas" en todos los conciertos de su gira europea.
Es posible que el eterno rumor de que se trate de su última gira ayude a agotar los tickets. Pero quien vaya pensando que va a ver a los Stones por última vez en directo, que no lo tenga tan claro: hace décadas que se viene especulando con una retirada eminente que nunca llega.
Y es que The Rolling Stones siguen siendo un tremendo espectáculo en directo, con un repertorio que alterna clásico tras clásico con alguna que otra sorpresa. De hecho, en esta gira están dando la opción a los fans de votar una canción –de entre una lista de cinco- para que sea interpretada en su ciudad.
Jagger y Richards son uno de los equipos compositivos más exitosos de la historia del rock 'n' roll . De su puño y letra han surgido éxitos como "(I Can"t Get No) Satisfaction" –su primer número uno mundial-, "Paint It Black", "Jumpin Jack Flash", "Honky Tonk Women" o "Brown Sugar", por citar solo algunos de los más célebres.
Han vendido más de 200 millones de discos y en su discografía brillan álbumes como Between The Buttons, Beggars Banquet, Let It Bleed, ‘Sticky Fingers o Exile On Main Street, todos ellos indispensables dentro de cualquier colección que se precie.
Jagger y Richards, enemigos íntimos
Gran parte de la energía creativa de la banda reside en el antagonismo de sus dos caras visibles, el vocalista Mick Jagger y el guitarrista Keith Richards –el batería Charlie Watts siempre ha preferido un discreto segundo plano y el otro guitarrista, Ron Wood, sigue siendo el "nuevo", pese a que hace casi 40 años que se incorporó al grupo-.
Dicen que Jagger es cerebral, ególatra, meticuloso y cínico; frente a él se nos presenta un Richards espontáneo, auténtico y extrovertido. El vocalista siempre prefirió codearse con la jet-set mientras el guitarrista eligió su círculo entre leyendas del rock.
La tortuosa relación entre ambos es uno de los temas destacados de Mick Jagger (Anagrama), la biografía sobre el vocalista escrita por Philip Norman que acaba de ver la luz en España. Norman –autor de exhaustivas obras sobre otras estrellas del pop como John Lennon, Buddy Holly o Elton John- traspasa la eterna imagen de frío e insaciable seductor que permanece en la memoria colectiva y nos presenta a una persona compleja, más allá de la fachada pública que, a juicio del escritor, es una construcción perfectamente consciente para convertirle en el icono del rock 'n' roll por excelencia.
Philip Norman destaca el papel que jugó Andrew Loog Oldham, primer manager de The Rolling Stones, quien apartó del primer plano al guitarrista y fundador del grupo, Brian Jones, forzando a Jagger y Richards a convertirse en los principales compositores de la banda.
Oldham fue quien construyó esa imagen de chicos malos que aterrorizó a la puritana burguesía inglesa de los 60 –de la que procedía el propio Mick Jagger- de forma proporcional al modo en el que que atrajo la atención de los adolescentes de medio mundo. En ese sentido, The Rolling Stones fueron el arquetipo de banda de rock que luego perpetuarían –y perfeccionarían- grupos como Led Zeppelin, Aerosmith o Motley Crue.
El lado más oscuro de la banda
Porque está claro que el atractivo de los Stones siempre fue mucho más allá de lo estrictamente musical. El escándalo les ha acompañado casi desde su nacimiento, con episodios realmente oscuros como la muerte de Brian Jones, ahogado en una piscina en un suceso que sigue siendo un misterio y que ha alimentado numerosas teorías de la conspiración; por no hablar de la violencia que se desató durante su actuación en el festival de Altamont, con el asesinato de un joven a manos de los Ángeles del Infierno, que se encargaban de la seguridad en el recinto; o sus problemas legales debido a la posesión y el consumo de drogas.
Es evidente que todos estos ingredientes, musicales y extramusicales, han ayudado a construir el mito que son hoy en día los Stones, una banda eterna y un referente para al menos tres generaciones de amantes del rock 'n' roll que se darán cita este miércoles en el Santiago Bernabéu en otra noche para la historia.
Puede que estén viejos y que lleven años repitiendo los mismos clichés escénicos. Pero cuando Richards se arranca con uno de sus riffs inmortales y Jagger corretea de un lado al otro del escenario como si fuera un chaval está claro que el mayor espectáculo del mundo está en marcha: The Rolling Stones.